Es preciso jugarse entero  por la opción asumida – Dalivor Eterovic, Consejero Regional

A 48 horas de finalizada la elección y con una evaluación preliminar de lo ocurrido, es posible obtener algunas conclusiones del resultado electoral propio y del de mi partido. Temas que serán insumos para la acción futura. Por lo pronto solo saludar a quienes una vez más depositaron su confianza en mi candidatura y  reiterarles mi compromiso con sus demandas y problemas. Que también son los míos.

En lo principal hoy se presenta un escenario de segunda vuelta `presidencial y es así que en solo tres semanas deberemos decidir si nuestro país continua por la senda de los cambios sociales, inclusive con mayor profundidad e incorporando nuevas demandas, encabezadas por Alejandro Guillier, o por el contrario, el país se define por un nuevo periodo de retroceso social y profundización de la desigualdad que será encabezado por el deshonesto Sebastián Piñera.

Esa es en síntesis, la disyuntiva que deberemos despejar el 17 de Diciembre.

Para dar respuesta, habrá un sector que desplegara las armas que conoce y regresaran a las encuestas truchas, las campañas comunicacionales por medios de comunicación propios y por las redes sociales se saturaran de falsas cuentas de twitter y Facebook, inventando un cuanto hay.

Por otro lado quienes hemos asumido el camino de la defensa y cumplimiento del programa de gobierno de la Presidenta tenemos la obligación de desplegar un esfuerzo mayor y para quienes siendo funcionarios públicos y/o autoridades electas o en cargos de confianza y que literalmente no han estado en ninguna instancia anterior  ni electoral ni de defensa de la obra de la Presidenta. Solo se les puede pedir que por 20 días tengan un mínimo de decencia para asumir roles de campaña y compromiso con el gobierno. Ya habrá tiempo para preparar los currículos e iniciar la búsqueda de nuevos cargos por los próximos cuatro años.  En algunos casos gane quien gane, les dará lo mismo. Después de todo, son por sobre cualquier cosa “profesionales”.

Claramente no basta con compartir y entender el camino asumido por el gobierno, no es suficiente sintonizar con los avances. Sale sobrando el conmoverse en lo más íntimo con la labor y los costos asumidos por la presidenta. Era preciso mucho más. Es preciso mucho más. Es preciso jugarse entero  por la opción asumida, es preciso definirse ante nuestros círculos más cercanos y también ante la comunidad toda, es menester  aun cuando durante casi 4 años hayan sido autoridades indolentes y lejanas, aun cuando durante casi 4 años no hayan sacado la voz para defender a nadie ni a nada, aun cuando durante casi 4  años hayan ejercido la omisión que rayaba en la oposición al interior del propio gobierno para no tener que pagar costos políticos o seguir favoreciendo a los mismos de siempre, aun cuando durante casi 4 años hayan pretendido pasar por independientes  y prescindir de los partidos que los instalaron en sus puestos, aun cuando durante casi 4 años hayan privilegiado el quedar bien con quien los amadrino o apadrino para el  cargo a cambio de lo que se suponía, debían ser ideales o simplemente conductas de buena crianza como la lealtad, la verdad, y la sensatez.

El triunfo de Guillier es una posibilidad  cierta y más allá de un 5%, 10% o 20% que supone la posibilidad de negociar, más que elucubrar que nos quisieron decir con tal o cual votación. Si quedamos cortos o fue mucho. Lo cierto es que hay un 60%  de chilenos que no votan  y no lo hacen porque estén guiados por una profunda convicción antisistema o rebeldía o falta de alternativas que los interpreten. No lo hacen porque simplemente no tienen ningún interés en lo que ocurre, no lo hacen porque sus prioridades son otras. No lo hacen por muchas razones que son tan domésticas, cotidianas y pedestres, que no somos capaces de entenderlas. Así las cosas, resulta complejo atribuirse porcentajes que en rigor representan menos de la mitad de lo que aparentan y resulta increíble escuchar frases como “debemos profundizar las contradicciones” debemos acentuar la crisis votando por Piñera o obteniéndonos”, como si los que van a pagar el costo no fuesen la inmensa mayoría de chilenos. Costos altísimos y dolorosos que se proyectan a una generación completa.

Resulta increíble escuchar sentencias absolutas como si emanaran de grandes líderes  de poderosos movimientos sociales y políticos, cuando en la realidad, solo se trata de la euforia triunfalista y momentánea  motivada por resultados favorables que antes no eran reconocidos en otros por tratarse de triunfos poco representativos, pero que ahora pareciera que son el inicio de una nueva era para el país.

Lamentablemente en 3 semanas no podremos hacer lo que no hemos hecho en casi 4 años, lamentablemente en tres semanas no maduraran los que aún están verdes y no se renovaran los ya estamos pasados de maduros. A los indolentes e indiferentes, no se les despertara el espíritu solidario y fraterno para con sus pares y menos hacia quienes se supone debian servir.

En estas tres semanas solo nos resta esperar que prime la cordura en los electores y logremos el triunfo de Alejandro Guillier, como la mejor alternativa para avanzar en los cambios profundos que requiere Chile y que los egos, la soberbia, la indolencia y la falta de compromiso asuman un receso que nos permita sentirnos parte de un triunfo que además siente las bases de nuevos acuerdos políticos y de una nueva correlación de fuerzas con orientaciones claramente progresistas.

Dalivor Eterovic Diaz. CORE por Magallanes.  

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