Cuando el mercado perjudica al mercado – Editorial

Cuando el mercado perjudica al mercado – Editorial

Desde hace algunas semanas se encuentra vigente el cobro de estacionamientos al interior del Mall Pionero de Punta Arenas. Los usuarios deben cancelar por estacionarse dentro del centro comercial al cual concurren para consumir y comprar.  La medida fue rechazada mayoritariamente por los usuarios, por los ciudadanos e incluso por autoridades locales, pero el mercado fue más fuerte y se impuso contra la opinión pública.

Varias semanas después, los primeros resultados y primeros efectos de esta medida están a la vista: los automovilistas clientes de los locales comerciales del Mall prefieren estacionarse en las calles y pasajes aledaños al recinto, generando la molestia de los vecinos por los atochamientos, los taxistas reclaman y los locales comerciales de venta de artículos alimenticios, como los del Patio de Comidas en el 3er piso, se quejan por la brusca baja de clientes.

La disminución de la afluencia dentro del recinto comercial pudiera atribuirse a la temporada veraniega, por lo que los efectos de los nuevos cobros deberán analizarse ponderadamente  durante el año en curso.  Con el nuevo sistema, gana la empresa recaudadora de los estacionamientos, pero pierden todos los demás: clientes o usuarios, comerciantes, vecinos del sector y automovilistas.

Los visitantes al centro comercial disponen de 60 minutos libres de pago, pero como el sentido común lo indica, en 60 minutos no se alcanza a «consumir tranquilamente» un sandwich en el patio de comidas, ni hay tiempo suficiente para hacer las compras cotidianas en un supermercado, sobre todo cuando la gran afluencia de compradores y la falta de cajeros obliga a permanecer en filas de espera de 15, 20 y hasta 25 minutos.

Si el sentido común se aplicara en la lógica de mercado, el mercado funcionaría bajo la lógica del sentido común.