Chile – Argentina, una oportunidad histórica – Juan Morano Cornejo – Opinión
Hace 25 años, en abril de 1993, ocurría un hecho histórico, los presidentes de Argentina y Chile se reunían en la Patagonia, dos campamentos petroleros eran testigos de este encuentro en democracia. El Cóndor en la República Argentina y Posesión en Chile. Allí se ratificaría entre otras materias la construcción de gaseoductos Chile-Argentina y se ratificaría una vez más la voluntad de solución pacífica de los conflictos.
Los presidentes Patricio Aylwin y Carlos Menen, culminaban un proceso que habían iniciado en agosto de 1991 al firmar un acuerdo que permitía resolver la situación en los 24 puntos que no tenían una definición de limites precisa, previamente fijados por una comisión bilateral a partir del principio de altas cumbres divisorias de aguas, respecto a la controversia de Laguna del Desierto, esta se sometió a un arbitraje internacional cuyo veredicto se daría en 1994.
Hoy 25 años después sólo una zona persiste sin un acuerdo preciso y específico de delimitación de nuestras fronteras, en medio de una realidad que con creces ha ido cumpliendo los demás acuerdos de integración en lo humano, lo económico, avanzando en la energética, con misiones conjuntas de nuestras FF.AA., con feonteras más integradas, con colaboración en las emergencias a ambos lados de la frontera, etc.
Hoy Chile y Argentina cuentan, al menos por lo declarado por sus presidentes, con una oportunidad muy especial para resolver el único tema pendiente en nuestra delimitación, lo que en Argentina llaman hielos continentales y campo de hielo sur en Chile, para diferenciarlo del campo de hielo norte. Es en la actualidad, el único punto pendiente, de la frontera argentino-chilena, pendiente de demarcación.
Nuestros países esperan con ansías que se pueda resolver esta última controversia, que asi se alejen las sombras de conflictos definitivamente de nuestras relaciones y que podamos profundizar el Tratado de Paz y Amistad propuesto por Su Santidad el Papa Juan Pablo II en 1984 y aceptado por ambos países.
Este es el desafío para los presidentes Macri y Piñera en el tema de las relaciones bilaterales, la solución de esta controversia seráel salto al futuro en nuestra relaciones, éxito en esa tarea.


