La política entre la reducción y la fragmentación – Fernando Bahamonde – Opinión
Fernando Bahamonde, Profesor. Punta Arenas.
(“Lo que diferencia decisivamente al marxismo de la ciencia burguesa no es la tesis de un predominio de los motivos económicos en la explicación de la historia, sino el punto de vista de la totalidad”. Georg Lukács).
En los distintos foros, discusiones y paneles políticos presentes en los medios de comunicación resulta increíble la inmensa capacidad de voceros, panelistas, diputados, senadores y ministros de reducir todos los temas a un mínimo común denominador, es decir lo mínimo de lo minino como si la sociedad fuera la suma fáctica de lo contingente. Esto implica que en la medida que estallan sucesos de la más diversa naturaleza, pero en especial de orden delictual, se ponen en la agenda temas que en el mejor de los casos llegan a rozar la estructura o el tejido de la sociedad y sus problemáticas que nos plantean profundos desafíos.
El asesinato de Margarita Ancacoy, y la posterior tortura carcelaria de los imputados por su asesinato hace que estalle, nuevamente, una reducción de la reducción incluidos “opinologos” de matinales y futbolistas terminan justificando la tortura. Pero pocos se han pronunciado sobre un sistema penitenciario saturado, cárceles que no rehabilitan y que son la ruta final de niños del SENAME y un 70% de los reos son reincidentes. Como telón de fondo tenemos un ejecutivo que enfrenta comunicacionalmente al poder judicial, “Aunque saturemos los Tribunales, vamos a seguir haciendo vigilancia preventiva” advirtió el empresario hoy en la primera magistratura. La pregunta es si luego de las 94 medidas de la comisión de infancia que instaló el ejecutivo, donde muy a pesar del repudio del diputado Boric a las fotos con los brazos arriba participó de esta comisión, se logra concretar la ruptura del oscuro circuito SENAME y cárcel.
De este modo, en materia política, parlamentarios del Frente Amplio plantean la reducción de la dieta parlamentaria como un fin en sí mismo para acercar al ciudadano a lo público y limpiar a la política del desprestigio en que se encuentra o bien para dar una señal para disminuir la desigualdad. Contradictoriamente esta presunción de igualdad reduccionista le abre espacio a la derecha para que clave los colmillos en el Estado para disminuir la remuneración de todos los trabajadores públicos en el mejor de los casos, puesto que su anhelo es compartimentar el Estado en agencias supuestamente especializadas, tanto como despedir funcionarios. Además, de legislar sobre la base de la contingencia y la atomización de la sociedad, ocurre que el argumento original se desperfila al no tener contenido claro, entonces la política no se vuelve más legitima y Chile menos desigual.
En palabras de Fernando Atría, respecto a la problemática constitucional, indica que en efecto el ciudadano posee múltiples necesidades, pero que se colocan políticamente como particulares, fragmentarias e individualistas como la salud, la educación, la vivienda o la seguridad ciudadana. Sin embargo, la situación es que en leguaje político se le manifiesta al propio ciudadano como prioridades, es una u otra lo que implica un no a todas las necesidades que bajo una particular óptica de la derecha y los que sustentan el ideario neoliberal la resolución de las demandas obedece a la famosa y brutal frase de Margaret Thatcher: “No hay tal cosa como la sociedad. Hay hombres y mujeres y hay familias”. Por otro lado, si la derecha plantea las soluciones desde el ámbito de la priorización que pretende fragmentar al individuo. Por otro lado, parte de un nuevo sector político como el Frente Amplio lo expresa en código pos (moderno, estructuralista, etc.) como el todo, que no necesariamente es todo, o nada, que regularmente termina en nada y su consecuencia es más efectista comunicacionalmente que efectiva para la resolución de conflictos sociales al contemplar la sociedad como un caleidoscopio de múltiples partes y colores inconexos. Incluso desde esta perspectiva se puede llegar a aseverar que la única realidad es lo simbólico y que se encuentra mediada por el lenguaje. Aun no llegamos tan lejos en nuestro país, pero dentro de la lógica no sexista está presente en la demanda del movimiento feminista. Reducir el problema al lenguaje es sólo una parte, es de insistir que lo central es el componente antineoliberal ya que es en este espacio global de la sociedad es donde la mujer vive mayor vulneración.

