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Investigan el consumo de sustancias en escolares chilenos

Investigan el consumo de sustancias en escolares chilenos

Son pasadas las 16:00 horas y tres escolares fuman tabaco sentados en una banca. Cuando se les pregunta si consumen otras drogas, entre risas, aseguran que no. Aunque comentan que algunos de sus compañeros sí lo hacen, pese a que ninguno de ellos tiene más de 16 años.

Según el Informe sobre el Consumo de Drogas en las Américas 2019, elaborado por la Organización de Estados Americanos (OEA), la situación en Chile es especialmente preocupante cuando se analiza la realidad de los estudiantes secundarios.

El consumo en escolares

Los escolares chilenos son los que presentan mayor consumo entre todos los países del continente. En este estudio, se consideraron en casi todas las drogas.

Para el análisis se usaron datos obtenidos mediante encuestas nacionales de los países. El resultado muestra que en tabaco, los escolares chilenos tienen la mayor prevalencia de uso (24%), seguidos por los de Argentina, Bolivia y México. En el caso de la marihuana, los secundarios nacionales la utilizan con una prevalencia de más de 30%. Vienen después Antigua y Barbuda, con menos de 25%, y Estados Unidos, con cerca de 23%.

Una situación similar se da en el caso de la cocaína, pasta base, éxtasis y medicamentos tranquilizantes sin prescripción médica.

Para Emilio Santelices, ministro de Salud, estas “son cifras alarmantes. Se condicen con la baja percepción de riesgo que tienen los jóvenes del daño que las drogas producen en el sistema nervioso”. Agrega que, se trata de “un daño neurológico permanente e incluso irreversible”.

La situación expuesta por el estudio no sorprende a Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores. “Es un problema que los profesores constatamos empíricamente”, señaló. Cuenta que “hay venta de drogas en las cercanías a colegios” y que hay “alumnos que llegan en un estado alterado a clases”.

Los factores

Según Julio Figueroa, psicólogo de la Corporación La Esperanza, el mayor poder adquisitivo en el país, sumado a la masificación de las redes sociales, puede estar incidiendo en el alto consumo entre los jóvenes. A su juicio, “las RR.SS facilitan mucho el tráfico; ahora se vende de todo por WhatsApp o en otras aplicaciones”.

En tanto, Daniel Seijas, jefe del programa de adicciones en la Clínica Las Condes, dice que “la percepción de riesgo que tienen los adolescentes chilenos respecto de las drogas es muy baja”.

Carlos Charme, director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), plantea que el problema del consumo es un fenómeno multidimensional. Y si bien, dice que “hay que enfocarse en la prevención del consumo de drogas” entre los menores, añade que “necesitamos a todos los actores sociales”.

Si bien, la situación de los escolares chilenos es la más dramática, los resultados del consumo general de la población no son tan distintos. Chile figura como el cuarto país con más consumo de alcohol en el continente, tercero en marihuana y cocaína, y el primero en tabaco.