Novedosa intervención urbana se realizó en el Río de la Mano en Punta Arenas: «Sobras Humanas»
La actividad se llamó «Intervención Teatral Histórica: SOBRAS HUMANAS», auspiciada por la Seremía de Cultura, la UMAG, la Escuela de Temporada, y el Instituto de la Patagonia. No me habría enterado de esta actividad a no ser por la invitación de mi amiga Olga Cárdenas Krautz, quien era parte del elenco de actrices y actores en esta oportunidad.
La actividad estaba anunciada para las 12 en el Mirador Río de la Mano. Hasta allí llegué a 5 minutos de las 12 junto a un nutrido grupo de estudiantes con sus respectivos profesores. Hasta ahí nadie tenía un programa ni sabía donde se haría la presentación. Uno de los profesores indicó que sería abajo, al pie de la escalera norte. Bajamos todos. Al llegar a la base, una funcionaria tenía los programas cuya foto se adjunta, y nos indicó que la intervención empezaría arriba, en la escalera sur. Volvimos a subir las largas escalinatas del zanjón. Con dificultad llegué a la cima. Muchas/os jóvenes subieron corriendo, otras/os agotados y rezongando.
Después de otra espera, comenzó la intervención.
Diálogo sin más entre los personajes Juan Contardi y Manuel Señoret, sobre la necesidad de mano de obra para construir unos galpones, para los cuales podrían ser útiles los esclavos sobrantes.
Todas/os fueron invitados a presenciar el remate que se hizo al pié de la escalera sur. Todas/os bajaron, menos yo, que a esa altura me sentía realmente como SOBRA HUMANA.
Con tantos auspiciadores distinguidos no se pensó por un momento en facilitar este evento para viejos como yo, o personas con discapacidad. Aunque la verdad, por el horario, es posible que tampoco se haya pensado en la comunidad en general como audiencia. Interesantemente, nadie desde el barrio se sumó a la audiencia, excepto por los perros molestos por tanta gente en las escaleras.
El proyecto histórico-cultural, sin embargo, fue bueno y positivo, al poner en la mente de la juventud y quienes asistieran o pudieran seguir la intervención, estos hechos de 1895, los albores del capitalismo magallánico, donde al igual que hoy, los trabajadores son meros instrumentos para hacer ganancias.
Sergio Reyes Soto.
