Contigo en la distancia – Víctor Maldonado – Opiniones

Cuando un gobierno pierde su norte original, cuando deja de tener sentido que cumpla con un programa que quedó desfasado, cuando está muy cerca el cambio de reglas institucionales y el prestigio de todas las autoridades está por el suelo, lo que no se puede hacer es actuar «normalmente». Conviene mucho más proceder como si se estuviera en transición, por eso es precisamente lo que está aconteciendo.
Todo lo que antes funcionaba apegado a las normas, por mera rutina o costumbre ahora necesita cierto grado de acuerdo y de apoyo mutuo entre actores. La prudencia y el sentido común cumplen una función irreemplazable. Hace falta un suplemento de buena voluntad.
Si alguien intenta hablar y actuar tal como si tuviera el completo dominio de lo que está pasando, sus palabras adquieren un aspecto de irrealidad muy marcado. Es lo que le ocurre muy seguido a Piñera, en particular cuando improvisa.
El efecto de la pandemia, y las medidas de emergencia adoptadas en nuestro país, van a actuar como un desacelerador de la actividad política. Y lo serán hasta que ciclo de la emergencia sanitaria empiece su etapa descendente. Es decir, falta mucho (afectará, pero no impedirá el plebiscito, por ejemplo).
En estas circunstancias el gobierno puede considerar que está controlando la situación. Eso sería lo mismo que pensar que la tormenta pasó cuando lo que sucede es que estamos en el ojo del huracán. Lugar que parece pacífico, que es pacífico, pero que resulta acotado, es móvil y está rodeado de dificultades.
El aerovirus es una circunstancia que asumir, no es un mérito de gobierno. El virus pasará y las deficiencias de gobierno permanecerán. Lo mismo se puede decir de la oposición.
Lo que ha cambiado son las condiciones del ejercicio de los poderes públicos, no sus atribuciones. El gobierno es débil y está, en parte, desorientado. Por lo tanto es prudente que pida ayuda y es sensato permitir que ejerza sus funciones.
Pero eso no tiene nada que ver con un parlamentarismo de hecho o un cogobierno de facto. No porque el Ejecutivo falle los demás vamos a asumir sus responsabilidades. El Parlamento está llamado a legislar y no a gobernar.
El gobierno se desorienta, no tenemos para qué imitarlo. La falta de prestigio de los líderes políticos es algo general, no es una exclusividad del oficialismo. Olvidarlo y tratar de suplir deficiencias, sin agregar prestigios sería un espectáculo tan triste de ver como una carrera de anoréxicos.
Compartir responsabilidades suena bonito pero no lo es. Porque no corre solo para lo que a uno le gusta, sino para los faltas y fallas que se cometen. Además, no significa nada en concreto. La derecha en el poder no comete puros errores. También gobierna según criterios que solemos no compartir. Por eso somos opciones distintas. O gobiernan ellos o una alternativa opositora. Pero mezclarnos en un mismo pastiche es la peor alternativa, porque se confunde todo y las diferencias se eliminan.
Víctor Maldonado R.
Poder compartido
Jaime Quintana afirmó que si Piñera busca seguir gobernando debe entregar parte de su poder al Congreso.
Jaime Quintana, presidente de Senado (PPD)
«Si Piñera quiere seguir gobernando debe pasar a una segunda línea y aceptar un parlamentarismo de facto. Hay muchos columnistas que han señalado que, particularmente después del acuerdo constitucional, en Chile se vio un presidencialismo más atenuado y un parlamentarismo incipiente, que ha irrumpido más allá de las atribuciones que tiene, las que son muy pocas».
«Frente a los conflictos uno debe saber afrontarlos y no arrancar de ellos», es sorprendente que «algunos digan que se tienen que ir todos. Les recordaría que ellos mismos fueron elegidos hace dos años en la primera elección sin binominal».
«No digo que se haga un cambio legal ni constitucional en el corto plazo, pero sí aceptar que tengamos que compartir responsabilidades».
«El Congreso pueda priorizar las urgencias legislativas. Y el paso siguiente, sin lugar a dudas, tiene que ver con atenuar el presidencialismo en lo que es la iniciativa exclusiva, particularmente, en materia de gasto. Entendemos que ese es un paso que requiere reformas constitucionales, pero el país probablemente va a transitar ese camino muy pronto y, por lo tanto, en los hechos hay que ir avanzando en esa dirección».
Una iniciativa que quedó fuera de lugar
Carolina Goic hizo un llamado a RD a dejar de lado la acusación a Blumel y no perder el tiempo.
Senadora Carolina Goic (DC)
“No resolvemos el problema presentando acusaciones constitucionales. Ya enfrentamos la del exministro Andrés Chadwick, en su momento, y me parece muy bien la decisión que tomamos. En esto diría que nos pongamos a hacer nuestro trabajo”.
“Le hago el llamado tal cual, hago un llamado a RD a dejar de lado la acusación a Blumel y no perder el tiempo. Basta de perder el tiempo en actuaciones que no llevan a ningún resultado. Todos hemos condenados los abusos, pero hoy, con el esfuerzo de sacar ministros, ¿resolvemos el problema? Así como le digo al Presidente que sea más parte de la solución, también le digo a sectores de izquierda que por favor sean parte de la solución y no del problema”.
Sobre la posibilidad de adelantar elecciones: “Esa propuesta no la comparto. A quienes hemos sido electos nos corresponde enfrentar este momento y dar certezas”.
“Para resolver las crisis no existen atajos. En una democracia que ya está debilitada los actores políticos tenemos la responsabilidad de fortalecerla y estamos en una situación en que, pese a las actuaciones del Presidente, tenemos que defender la institucionalidad. Les preguntaría a quienes están por una salida por otras vías, cuál es su alternativa”.
