El problema no es la oposición – Víctor Maldonado – Opiniones
¿Cómo podemos evaluar el papel de la oposición durante la pandemia? Posiblemente recurriendo a ciertos criterios fundamentales: si ha priorizado el interés nacional en la crisis sanitaria; si entrega propuestas que colaboren a encontrar soluciones; y, si se ha coordinado para facilitar la interlocución.
O mucho me equivoco o resulta que durante esta pandemia la centroizquierda ha realizado una buena actuación. Nunca ha perdido de vista que objetivo principal de superar la crisis, sus votos han estado disponibles para aprobar iniciativas mejoradas del Ejecutivo. Del mismo modo, ha realizado propuestas para enfrentar la crisis, incluyendo sus consecuencias económicas. Además, este es un período en que las acciones concertadas han superado con mucho la búsqueda de protagonismos individuales.
Las crisis sanitarias son mágicas. No solucionan otros problemas solo porque ahora nos toca enfrentar uno más grande. Redimensiona las prioridades y posterga lo que quedó pendiente. Pero sería equivocado decir que el coronavirus ha encontrado a algún sector importante, social o político, fuera de búsqueda del bien común. De otro modo, ya hace tiempo que estaríamos ante una situación que se hubiera vuelto ingobernable.
Si así fuera, no encontraríamos al gobierno tratando, innecesariamente, de apresurar el tranco y empezar a dar por normalizada la situación, sin hacer caso de sus propias recomendaciones previas, en un acto voluntarista e imprudente.
Desde luego, siempre se podrán encontrar declaraciones fuera de tono, pero no acciones concertadas y premeditadas fuera de tono. Ni en el gobierno ni en la oposición.
El ministro Mañalich no se priva de realizar más declaraciones de las necesarias, para luego queda cazado en la necesidad de reinterpretarse. La oposición se da perfecta cuenta de ello, pero no se puede decir que se esté dedicada a aprovecharse de estos episodios.
A lo que no podemos renunciar, muchos menos en crisis, es a dejar de pedir coherencia y pertinencia en las acciones gubernamentales. A nadie le sirve que se guarde silencio ante fallas manifiestas. De hecho, la centroizquierda, a través de sus dirigentes políticos o sociales, probablemente hayan ayudado a salvar vidas al reaccionar ante el regreso -mal presentado y delimitado- al trabajo presencial.
¿A quién le podía servir que el aumento de contagiados producto de una mala decisión del Ejecutivo nos advirtiera luego de un error manifiesto? Sus propios asesores, cuando fueron consultados, opinaron lo mismo. De modo que no fue un actuación antojadiza ni improcedente.
Se está actuando con responsabilidad. Nadie se está mirando el ombligo, hablando a su auditorio o pensando en la noticia del día. Este no es un mal momento para la oposición. No está actuando en defensa de sus intereses inmediatos ni por mero calculo. No se ve porque esto tenga que cambiar. El gobierno tiene colaboración cuando la pide y cuando la permite abriendo el diálogo previo a una decisión. Pero prefiere dar instrucciones a convencer.
Victor Maldonado.


