Construyendo un corralito para la oposición – Víctor Maldonado R. – Opiniones
Lo peor que le podría pasar a la oposición es abandonar los temas que interesan vitalmente a la ciudadanía, ocupando su tiempo en aquello que es tipificado como de exclusivo interés político. Cuando casi todas las personas están preocupadas por una epidemia que cobra vidas humanas, y son muchas las familias que han perdido su empleo o sus emprendimientos, la oposición no puede ponerse a conversar sobre modificaciones institucionales.
Hay momentos y momentos. Pero ciertamente este no es de aquellas oportunidades en que la oposición se quede pegada y aparte, considerando la pertinencia de cambiar de fecha la elección de gobernadores, legislar sobre el número de parlamentarios, sacar cuentas específicas sobre donaciones de plantas al propio partido o cualquier otro debate que la hace ver como una minoría ociosa, distante y narcisista.
No son pocas las señales que el oficialismo ha destacado a un grupo de sus voceros para poner a la oposición en una serie de “corralitos” -o mundo virtuales- en que la oposición habla de la oposición, concitando el interés de nadie.
Cuando uno se encuentra sumamente ocupado en un debate y no sabe cómo es que se metió en él ni hacia donde se dirige, hay otro que sí sabe hacia donde lo lleva. En política no está ganando el que habla más, sino el que se concentra en los temas que le son prioritarios.
De manera que la centroizquierda debiera, a imitación del tipo de tratamiento que está recibiendo, destinar algunos de sus voceros a contestar los cantos de sirena que se le dedican en esta temporada, y seguir concentrada en lo principal.
Hay un solo tema lateral del que hay que ocuparse dando la señal más dura y enérgica posible. Estos son todos los temas relacionados con corrupción. En estos días empiezan a aparecer varias informaciones preocupantes que vinculan a autoridades y funcionarios municipales con el delito de cohecho con motivo de los contratos de luminarias led.
Ser vinculado a prácticas deshonestas es algo que ninguna institución se puede permitir. Tampoco se trata de adelantarse a las investigaciones que se realicen. Pero sí se trata de enunciar desde el principio con que se operará en estos casos: sanción preventiva interna de los presuntos imputados mientras se aclara la situación, sanción o rehabilitación públicas cuando la verdad se esclarezca.
Salvo el caso referido, todo lo demás ha de centrarse en las mismas áreas que concitan el interés ciudadano. En tres casos, se hace imprescindible establecer un dialogo abierto a la ciudadanía, porque comprende la definición de prioridades: en el acceso a la información y toma oportuna de medidas de emergencia en el caso de la pandemia; en el debate sobre los ingresos que las familias vulnerables han de percibir en los próximos meses; y, en los recortes presupuestarios establecidos por los diferentes ministerios y reparticiones públicas.
Llamar la atención de la ciudadanía sobre estos tres puntos no se relaciona para nada con el obstruccionismo. Es un debate sobre buen juicio, oportunidad de las decisiones y seriedad y audacia en tomar las medidas correctas.


