Emplazar directamente a Piñera – Víctor Maldonado – Opiniones

- Hemos llegado a un necesario acuerdo nacional entre gobierno y oposición en materia económica y social para enfrentar la pandemia. Es un buen acuerdo, pero expresa una visión unilateral. No es extraño que, en un grupo de negociadores integrado exclusivamente por hombres, la visión de las mujeres, y en particular de las madres, no estuviera presente.
- La idea de pasar gato por liebre (seguro de cesantía por postnatal de emergencia) no hubiera sobrevivido una hora en un grupo negociador mixto. La mitad del tiempo se habría empleado en pedir a las mujeres que dejarán de argumentar por qué una cosa no tenía nada que ver con la otra. Esas voces no estuvieron presentes y eso no puede volver a ocurrir.
- En el equipo negociador hubo excelentes constructores de acuerdos por ambos lados, pero ni el mejor negociador puede solucionar un problema que no ve. Emplear una visión unilateral deja zonas sin cubrir y eso fue lo que pasó en este caso. Lo que está mal decidido hay que enmendarlo, no justificarlo.
- Nos encontramos con que el Parlamento no puede enmendar la falta porque no está entre sus atribuciones el aprobar iniciativas que involucren gasto. No se trata de ganar la votación porque lo que se apruebe será inconstitucional y, por lo tanto, inaplicable. Reconocerlo es todo lo contrario de quedarse de brazos cruzados, es poner el problema en el terreno en que puede ser resuelto.
- La solución del problema nunca ha sido constitucional, sino política; radica en lo que haga el gobierno y no la oposición, puesto que está en sus manos resolverlo.
- Creer que esto se dirime en el Parlamento constituye un doble error. Primero, porque hace invertir tiempo y energía, internándose en un callejón sin salida. Segundo, porque traslada el debate político al interior de la oposición, debido a la forma en que se vota entre dos malas alternativas: presionar al gobierno al margen de la legalidad o reconocer la inconstitucionalidad, pero aparecer como rechazando una alternativa socialmente necesaria.
- Queda para el debate saber qué es peor, pero de lo que no hay ninguna duda es que todos hemos perdido el tiempo, sin aportar ninguna solución a un gran número de familias. Dedicarse a un debate inconducente que divide a la oposición y que no sirve a nadie, cuando nos encontramos en medio de una crisis es éticamente inaceptable y políticamente estéril.
- El único camino que queda, si estamos convencidos de lo justo de la demanda, es focalizar toda la presión sobre Piñera. Consiste en un emplazamiento continuo y concentrado que no suelta prenda. Es un procedimiento por emplear cuando se renuncia desde el principio a buscar una victoria de la oposición sobre el gobierno. Acepta la movilización de todos, vengan de donde vengan, buscando el triunfo de criterios humanitarios y de bien común, por sobre los criterios económicos reduccionistas que han predominado en este caso.
- Se trata de una movilización social y política, transversal, encabezada por mujeres, desde lo local y en ascenso hasta ser escuchados. La apertura o la tozudez que se encuentre dirá hasta dónde se llega, pero no se ve qué otra cosa se puede hacer a la altura de las circunstancias.
Víctor Maldonado R.
Es necesario un giro en la estrategia
Los presidentes de los partidos de oposición enviaron una carta a Paris presentando un plan de acción que contempla siete puntos.
- Texto del documento
- «Los presidentes de los gremios de trabajadores de la salud, presidentes de los Partidos de Oposición, congresistas de oposición de las comisiones de salud de la Cámara de Diputados y del Senado, solicitamos una reunión con carácter de urgente a usted como autoridad sanitaria para entregar y analizar las propuestas que hemos elaborado en conjunto, y así dar un giro necesario en la estrategia sanitaria para enfrentar el COVID-19 en el país».
- Acción sobre los Determinantes Sociales de la Salud a través de un enfoque que considere a la salud en todas las políticas: «Medidas intersectoriales para lograr mitigar efectos sociales y económicos de la epidemia, y al mismo tiempo, para proteger la salud de la población».
- Una nueva Gobernanza de la Crisis basada en la transparencia y la Participación Social: «Planteamos la conformación de un Comité́ Nacional de Crisis, que incorpore a representantes de los 3 poderes del Estado de forma transversal, Alcaldes, representantes de organizaciones pertinentes de la sociedad civil, en especial a organizaciones que representan a las y los trabajadores de la salud, junto a expertos y académicos, y que tenga representación regional y comunal, para definir íntegramente las políticas en todas las áreas para enfrentar la epidemia».
- Centralidad de la Atención Primaria de Salud: «Optimizar la estrategia de testeo con búsqueda activa de casos desde la APS, dar centralidad al diagnóstico clínico en el contexto de insuficiencia de test, lograr una política de testeo rigurosa de contactos con la incorporación de al menos 5000 funcionarios adicionales».
- Una nueva Comunicación de Riesgo: «Esperamos que se pueda fortalecer el rol de los equipos técnicos en la comunicación estratégica, y en especial, que se incorpore a vocerías socialmente legitimadas para mejorar la confianza desde la ciudadanía».
- Protección de trabajadoras y trabajadores de la salud: «Implementar un enfoque de salud ocupacional en los lugares de trabajo, con resguardo de los derechos laborales, así como un resguardo a la salud mental de los funcionarios de salud. En este sentido, incorporar a los trabajadores en la implementación de políticas de protección local, un plan nacional de protección de trabajadores de la salud».
- Lograr cuarentenas efectivas: «Se debe asegurar las condiciones para que la población pueda cumplirlas… asegurar la condiciones materiales para que las personas puedan quedarse en sus casa, lo que implica la entrega de recursos suficientes a las familia… una revisión de los criterios de los trabajos y actividades económicas que se consideran esenciales».
- Reforzamiento de la red pública de salud: «Aumentar y flexibilizar el uso de los recursos del presupuesto de salud. Crear un Programa de Reforzamiento para la Atención Primaria (PRAPS) y aumentar el per cápita basal. Asegurar disponibilidad de reactivos, insumos, medicamentos y EPP a la red asistencial”.
