Confirmado: Chile Vamos pasa a Chile, Nos Vamos – Víctor Maldonado R. – Opinión

Confirmado: Chile Vamos pasa a Chile, Nos Vamos –  Víctor Maldonado R. – Opinión

 

Hay votaciones que no se pueden perder y son aquellas que uno mismo eleva a la condición de dilema de vida o muerte. A lo largo de los años, se ha visto a diferentes direcciones políticas de La Moneda perder votaciones importantes en el Parlamento, pero nunca se había visto una conducción de gobierno presionar con todo y dejar las cosas igual.

El retiro de los fondos de pensiones fue aprobado por 95 votos a favor (la misma cantidad que en la primera oportunidad), solo 36 en contra y se mantuvieron 22 abstenciones. En otras palabras, las gestiones del Presidente y del comité político no tuvo ningún efecto. Ha dejado de funcionar la coalición oficialista en el momento decisivo. Es una confesión sobre su presente y su futuro: de Chile Vamos pasó a ser Chile, Nos Vamos.

El recuento de los principales hechos es el siguiente: luego de una semana de gestiones, tres votos a favor de la propuesta pasaron a abstenciones y tres abstenciones pasaron a favor; la oposición voto disciplinada y el oficialismo mantuvo sus divisiones; el presidente del principal partido de gobierno se abstuvo en las dos ocasiones; el candidato presidencial más proyectado de la derecha le quitó el piso a la alternativa propuesta por Piñera; importantes alcaldes de la UDI y RN alentaron a sus parlamentarios a “no dejarse amedrentar” y “votar más allá de las presiones de los ministros y de los partidos políticos”; dos parlamentarios de derecha se acusan mutuamente de mentir, luego que uno de ellos acusara al otro de cohecho por tratar de cambiar votos ofreciendo favores políticos. Esto no fue una derrota, fue un desastre.

Aunque parezca increíble, en el transcurso del debate la defensa de los diputados de derecha no se centró en la última oferta de gobierno. Hasta los parlamentarios más fieles a La Moneda reconocieron que la oferta de gobierno llegada a destiempo, que era insuficiente, que las respuestas anteriores del oficialismo habían quedado cortas. El gran problema de la presentación oficialista es que no logró establecer su propuesta como alternativa al retiro de fondos. No se trataba de distintos usos de una misma fuente de recursos, puesto que en un caso no se estaba hablando de gasto público.

Cuando todo un sector político es arrojado al despeñadero, el responsable es el líder. Piñera dejó a sus diputados sin alternativa, en contacto directo con sus electores quienes ya tenían definido qué es lo que querían. Se legisló con la presión encima de saber que el proyecto tenía una amplísima aceptación. Fueron varios los que optaron por la sobrevivencia. Se trató de una votación de equipos. Al final, lo que ocurrió es que la oposición mantuvo su punto de vista, sin que nadie se moviese un ápice. Solo se perforó la disciplina en el caso de la derecha.

Todos los argumentos dados por el oficialismo en la sala se han vuelto en su contra, puesto que la aprobación se logró con sus votos. Se dijo que de esta votación dependía el respeto a la institucionalidad, el presente de la economía, la sostenibilidad del sistema de pensiones, el bienestar de los trabajadores y sus familias. Se perdió. Sin duda, es el gobierno el que no queda igual tras una doble derrota, no se puede quedar en ridículo una vez por semana y seguir tal cual.