Crisis y solidaridad – Gregorio Iriarte Zenteno – Opinión

Crisis y solidaridad – Gregorio Iriarte Zenteno – Opinión

Los países y las personas pasan a través de sus vidas por una sucesión de crisis. En Chile, en los recientes 30 ó 40 años, hemos vivido crisis económicas y sociales de gran magnitud e impacto: la crisis económica de 1973-1975, la crisis financiera, bancaria y económica de 1981-1982, la crisis de 2008 y ahora la crisis sanitaria, social y económica de 2019-2020. En los años 50 y 60 del siglo pasado, la inflación hacía subir los precios, los sueldos y salarios eran bajos y los gobiernos de Ibañez, Alessandri, Frei y Allende pasaron por tasas de inflación entre el 30 y el 700% al final de 1973.

Cada familia y cada persona pasó por estas crisis, tratando de sobrevivir, haciendo lo posible para enfrentar el desempleo, los bajos ingresos y las necesidades esenciales de sus hogares y familias.

Las personas se ayudan, las familias se convierten en un refugio de solidaridad, en los barrios se tejen las redes de entreayuda, para tratar en conjunto de salir de la crisis.

Una persona de 60 ó 70 años de edad, ha vivido a lo menos 6 ó 7 crisis económicas y sociales durante toda su vida y aquellos que califican como adultos mayores, a lo menos alrededor del 30% de la población de Chile hoy, saben lo que significa vivir y sobrevivir la escasez, el hambre, la necesidad, las privaciones.

Después de 2020 y 2021, Chile y la región de Magallanes serán sin duda alguna, más pobres, más desiguales y con mayores necesidades sociales, humanas.

Y ¿cómo se ha enfrentado las crisis en las familias y los hogares? Con ayuda entre las personas y las familias, en los barrios se organizan ollas comunes, cooperativas de trueque, comedores solidarios, formas espontáneas de solidaridad que se suman a las ayudas estatales.

En esta pandemia, las personas ingenian formas de trabajo y de emprendimiento, ayudando con su esfuerzo a otras personas y familias a salir adelante, sin perjuicio del aporte que pueden hacer las canastas familiares y los bonos estatales, que no son más que dinero de los contribuyentes que vuelve a los contribuyentes.

La solidaridad funciona como una economía circular.