Esta canción no dice nada, nada, nada, nada – Guillermo Ruiz Santana – Opinión
Así versa el coro de aquella contagiosa canción del humorista nacional Pancho del Sur, idéntica sensación quedó en Última Esperanza luego de la – por decir lo menos – particular visita realizada el día viernes recién pasado por el Presidente Sebastián Piñera.
¿A qué vino?, ¿qué quedó de su visita?, ¿Cuáles fueron sus anuncios?, nada, nada, nada, así tal cual.
No recuerdo en la historia de nuestra provincia una visita presidencial igual, manejada en casi total hermetismo, con una agenda tan secreta, con medios de comunicación local avisados a última hora, sin posibilidad de preguntar nada y con un presidente entrando y saliendo casi a escondidas cual bandido en la noche.
La “visita” se resume de la siguiente forma: llegada al aeropuerto, viaje a Cerro Castillo, una caminata por la obra de pavimentación (obra del gobierno de Michelle Bachelet), regreso al aeropuerto, un singular punto de prensa – sin preguntas de la prensa – donde dijo un par de “cositas” y comentarios sin ton ni son, entre ellos la variedad de aves que existe en Torres del Paine, mención a un par de reconocimientos mundiales que ostenta nuestro parque nacional, referencia a unos versos del himno nacional, subida al avión y regreso a Punta Arenas. Nada más.
Ni en los tiempos más difíciles de la dictadura de Pinochet se vio una visita tan rara, sin sentido, sin anuncios y totalmente alejada de la gente.
Especial molestia generó – y con justa razón – entre los habitantes de Cerro Castillo quienes se enteraron casi por el correo de las brujas que nada más y nada menos que el Presidente de República había estado en su comuna, muchos de ellos reconocidos adeptos y partidarios del gobierno de turno, entre quienes se cuentan ex autoridades y representantes de gremios y asociaciones de la comuna que visiblemente molestos y desconcertados quedaron con las ganas de plantear las problemáticas que los aquejan, en su mayoría devenidas de la pandemia del covid 19, la complicada situación económica y del duro invierno que vivimos.
Poco querido que es por la gran mayoría de las chilenas y chilenos, con este extraño viaje generó sólo un aumento en el desagrado hacia su persona y gobierno, desconcierto por un viaje que nadie entiende y la comprensión cabal de la total y absoluta falta de interés por lo que ocurre en los territorios y su gente.
Queda claro que de los tiempos mejores que se prometieron, definitivamente queda nada, nada, nada.
Guillermo Ruiz Santana
Concejal de Puerto Natales.


