“Una nueva institucionalidad para la niñez y adolescencia” por, Seremi de Desarrollo Social y Familia, Liz Casanueva

Tras la aprobación en el Congreso del proyecto de ley que crea el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia surgen interrogantes sobre cómo funcionará en Chile la institucionalidad encargada de velar por los derechos de niños, niñas y adolescentes (NNA) y que busca reemplazar al Sename.
El principal cambio de este nuevo servicio es que por primera vez el sistema de protección pone en el centro a NNA, considerándolos como sujetos de derecho e incorporando a sus familias como sujetos de atención. En este sentido ya no es un servicio que se limite a ejecutar oferta, sino que es responsable de restituir los derechos gravemente vulnerados y reparar el daño causado.
Dentro de las mejoras que tendrá la nueva institución destaca el aumento de un 50% en la subvención para las residencias; el rediseño de los programas de atención ambulatorios, incorporando un enfoque integral y regional; mayores exigencias y fiscalización de los organismos colaboradores acreditados, entre otras acciones.
Este nuevo servicio dependerá del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, separándolo del área de menores infractores de ley que se mantiene bajo el alero del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a través del proyecto que busca poner en marcha el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil.
La ley, que partió en 2007 y que actualmente se encuentra en segundo trámite constitucional, busca integrar a los jóvenes (14 a 18 años) a la sociedad e implementar políticas multidisciplinarias. Este futuro servicio creará las salas especializadas para fiscales, defensores y jueces destinadas a los imputados adolescentes.
Un tercer organismo es la Subsecretaría de la Niñez, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, y que desde 2018 se encarga de la promoción de derechos, la prevención de la vulneración de éstos, la protección integral y la elaboración de estudios e investigaciones.
Respecto a la descentralización, quiero destacar que los programas del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia deberán evaluarse periódicamente, considerando necesariamente estrategias que representen la realidad territorial, cultural y geográfica del lugar donde se ejecuten.
Esta iniciativa contribuirá a potenciar las direcciones regionales para que puedan lograr acciones dirigidas a las propias realidades y necesidades de NNA y sus familias.