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Elecciones municipales 2016, la promesa incumplida – Gabriel Muñoz Ovando – Opinión

Elecciones municipales 2016, la promesa incumplida – Gabriel Muñoz Ovando – Opinión

Las elecciones Municipales del 2016, se destacó por el altísimo nivel de abstención alcanzando un 72.5% del electorado, llegando a las urnas solo 33.165 votantes de un total de 120.557 personas habilitadas para votar. Pero no fue lo único relevante, después de décadas la Centro Izquierda regional entregaba en bandeja la Municipalidad de Punta Arenas, al ir separada con tres candidatos, ingresando finalmente al Palacio Montes un nuevo alcalde, de profesión abogado y fanático de las redes sociales, vinculado a la elite más alta de la derecha a nivel central, por su trabajo en la Asociación Chilena de Municipalidades y en especial por la Fundación de Jaime Guzmán.
La mayoría de Puntarenenses que votaron por él, esperaba una gestión diferente como se había anunciado en su candidatura, en la educación municipal, sanidad como cultural etc. Incluso un gran despliegue comunicacional internacional por la conmemoración de los 500 años del descubrimiento del Estrecho de Magallanes.
Pero finalmente, nada de esto ocurrió… ningún proyecto llego a ver la luz durante su gestión, solo nos quedamos con los titulares de futura inversiones y proyectos detenidos por diferentes motivos. Por ejemplo, proyectos emblemáticos como el rodoviario que estaría ubicado en Pasaje Retiro, la unidad de control de tránsito (UOCT) en la calle ovejero, los programas habitacionales, la bajada de cables aéreos donde las obras finalizaron hace dos años, los icónicos ascensores turísticos en el cerro de cruz.
Si no existieran programas Sectorial, no habría obras de pavimentación ni veredas como en playa norte o la reposición de semáforos que realizara el Ministerio de Transporte.
Más de algún lector justificara la mala gestión del municipio, culpando a la Pandemia, pero al inicio tuvimos un alcalde ausente, sin reacción, preocupado remover a los intendentes que no aportaban a su carrera electoral, dando entrevistas en medios nacionales, culpando la segunda ola de contagio a los mismos ciudadanos, producto de su relajo, a las empresas pesqueras por su bajo estándar sanitario y al aeropuerto por el tránsito de pasajeros sin PCR. Sin ninguna autocritica.
Se extraña que las autoridades comunales, no exigieran la conformación de la Mesa COVID, para fortalecer la estrategia en el combate al coronavirus con especialistas de salud para impulsar acciones eficientes contra la pandemia. No se desarrollaron tampoco, programas de acompañamiento, gestión de servicios y prestaciones sociales, subsidios, ni apoyos a los microempresarios como pymes, tan vapuleados por el cierre de sus locales.

Con certeza y claridad esta última administración municipal ha sido una de las más deficitarias en su historia, en tareas que son fundamentales y que se dejaron de hacer y no solo por las dificultades vividas sino también por incompetencia de la autoridad comunal que no ha sabido gestionar, administrar y menos interactuar con responsabilidad con un concejo, el cual no ha ejercido en plenitud sus funciones constitucionales de fiscalizar la labor del alcalde.
La falta de control se palpa en todas las acciones de la autoridad y la única perjudicada es la gente de nuestra comuna.

Gabriel Muñoz Ovando
Vanguardia Comunitaria