Punta Arenas concentra el 82,2% de casos de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes.
En el año 1990, la Convención Internacional de los Derechos del Niño se constituyó en Ley de la República de Chile. No obstante, las políticas de infancia aún no logran garantizar la protección y ejercicio de derechos para todos los niños, niñas y adolescentes de nuestro país, lo que se traduce en condiciones de riesgo que van cronificando las vulneraciones de las cuales son víctimas.
Una de estas vulneraciones es la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (ESCNNA), una grave violación a los derechos humanos y que se configura como una práctica abusiva y delictiva, que devasta la integridad física y psicosocial de los niños, niñas y adolescentes (NNA). En la ESCNNA, un adulto se aprovecha de la condición de vulnerabilidad (etaria, social, emocional, de género, otras) de una NNA para satisfacer sus deseos sexuales, entregándole a cambio un pago en dinero, especies, regalos, o algo tan intangible como amparo o protección.
Si bien, la NNA puede ser obligada a una situación de explotación sexual a través de la fuerza física o amenazas, también puede ser persuadida a participar en ese tipo de actividades sexuales como resultado de factores más complejos y con matices, ya sean humanos o situacionales, incluyendo un desequilibrio de poder entre la víctima y el agresor. En esta violencia sexual, a diferencia del abuso sexual como fenómeno social (no en su sentido jurídico), existe un intercambio, característica fundamental de la ESCNNA, dado que lleva a la falsa idea de que el NNA es consciente de esta vulneración, la acepta y permite, porque busca el beneficio otorgado por el pago, en cualquiera de sus formas.
Es así, que tanto el entorno como el explotador, tienden a responsabilizar al NNA por haber recibido el dinero o cualquier tipo de intercambio. Por este motivo, las NNA no se visualizan como víctimas, percibiéndose como merecedores de lo sucedido, aumentando su sentimiento de culpa, incluso tendiendo a identificarse con el agresor, quien les manipula emocionalmente, aprovechándose de las carencias afectivas. Internacionalmente se mencionan 4 modalidades de la ESCNNA: Las relaciones sexuales a cambio de dinero, regalos, favores u otros; la utilización de NNA en pornografía; la explotación sexual comercial en el ámbito del turismo; y la trata de NNA con fines de explotación.
Las consecuencias de la ESCNNA afectan a todos los ámbitos de la vida de los NNA, tanto el psicológico como social y familiar, alterando directamente su desarrollo y reduciendo su existencia a la de una mercancía, intercambiable y comerciable, quebrantando su integridad como persona. Siendo una vulneración multicausal, los estudios coinciden en que éstas se pueden agrupar en: el contexto psico-social en que crecen las NNA víctimas; las deficientes estructuras de protección de la comunidad y redes circundantes frente a los riesgos que los rodean; y la base cultural que normaliza la violencia sexual hacia los más débiles. Desde una mirada ecológica, se conjugan distintos factores sociales y culturales que dan lugar a la ocurrencia de la ESCNNA. Asimismo, ciertas situaciones familiares que se encuentran a la base del desarrollo de las NNA víctimas constituyen espacios de crecimiento de alto riesgo.
La baja escolaridad, pobreza, trabajos precarios e inestables, altos índices de violencia intrafamiliar, sexual y barrial, actividades delictuales y encarcelamiento, consumo de drogas, además de la estigmatización de parte de las instituciones, entre otros, son experiencias permanentes que, además, ha traspasado varias generaciones, sumiéndolas en trayectorias de vida marcadas por la exclusión y la marginalidad.
Son familias con historias de vulneraciones que se replican como las agresiones sexuales no elaboradas y ESCNNA, además de contar con escasas redes de apoyo, local e institucional, lo que acentúa la marginalidad. Las víctimas de Explotación “han vivido infancias marcadas por la negligencia y falta de cuidado, en contextos familiares con alta precariedad laboral y económica, violencia, consumo de drogas y alcohol, la presencia del delito y las vulneraciones transgeneracionales que afectan a distintos miembros de la misma, especialmente mujeres. La mencionada negligencia desemboca, a medida que aumentan en edad, en conductas expulsoras más o menos evidentes que dejan a las adolescentes en graves situaciones de abandono”.
DATOS REGIONALES
En el periodo comprendido entre mayo de 2019 y diciembre de 2020, el Programa Especializado en Explotación PEE Centro de Acogida ONG Raíces Magallanes, atendió a un total de 73 casos de NNA víctimas de ESCNNA. Este número supone una cantidad cercana al doble del número de plazas que posee el proyecto a nivel regional (37 plazas). Respecto al periodo anterior comprendido entre mayo 2017 y diciembre 2018 existe un aumento del 30% de casos atendidos. Actualmente el programa atiende a un total de 46 niños, niñas y adolescentes víctimas de ESCNNA.
De los 73 casos atendidos en el periodo señalado:
Punta Arenas concentra el 82,2% de casos. Si bien, en la capital regional el Índice de Desarrollo Comunal (IDC) es alto, esto contrasta con la capacidad comunal de protección hacia la niñez y adolescencia gravemente vulnerada en sus derechos. En segundo lugar, se encuentra Puerto Natales con el 15,1%, seguido de la comuna de Porvenir con sólo un el 2,7% de los casos. En el marco de la Campaña del 18 de mayo, Día Nacional contra la ESCNNA, ONG Raíces intenta marcar un importante hito al capacitar en ESCNNA a la ciudad mas austral de Chile y el mundo, Puerto Williams. Con esta iniciativa, se busca instalar recursos de abordaje de la ESCNNA, relevando en una primera instancia la capacidad de detección y derivación de NNA víctimas de ESCNNA.
Respecto al género, la región posee una distribución casi equitativa de género en su población infantojuvenil (Hombres=52,6%, mujeres=47,4%). Sin embargo, al correlacionar la variable género con la ESCNNA, vemos que el 90,4% corresponde al sexo femenino, lo cual, concordante con la literatura especializada, da cuenta de que el sujeto de atención corresponde principalmente al género femenino, constatándose además que la región no está ajena al fenómeno de la ESCNNA como una manifestación más de la violencia de género. Complementariamente, el 8.2% corresponde al sexo masculino y el 1,4% corresponde a transgénero.
De acuerdo a la edad al momento del ingreso, el 82,2% corresponde al tramo de edad entre los 13 y los 16 años. El 13,7 corresponde a NNA de 17 años en adelante mientras que el 4,1% niñas menores de 13 años. La edad más pequeña corresponde a una niña de 10 años.
Respecto a las modalidades de la ESCNNA a nivel regional, el 72,6% corresponde a la modalidad ACTIVIDADES SEXUALES REMUNERADAS, el 12,3% corresponde a la Modalidad de PORNOGRAFÍA INFANTIL (ESCNNA Modalidad en Línea). El 15.1% presenta ambas modalidades de ESCNNA. No se descarta que más NNA sobrevivientes de ESCNNA atendidos por el proyecto presenten la Modalidad en Línea ya que en un análisis cualitativo del proyecto se llegó a la conclusión que el Internet y las Redes Sociales seria la puerta de entrada de los NNA a la ESCNNA en la región.
El año 2020 se realizan 38 denuncias ante el Ministerio Publico, en donde el 50% corresponde a delitos contra la indemnidad sexual mientras que el 39,5% corresponde a delitos contra la integridad física o psicológica, lo cual da cuenta de las graves vulneraciones de las cuales son víctimas los NNA sobrevivientes de ESCNNA.
En lo que va del año 2021, se han realizado un total de 21 denuncias asociadas a la ESCNNA, aumentando un 61% respecto al mismo periodo del año 2020.
Un escenario preocupante actualmente en la región es la relación entre la ESCNNA y las drogas. Lamentablemente lo que estamos viendo hoy en la región es un aumento explosivo del tráfico de drogas junto con un aumento de la peligrosidad de la misma. El fiscal regional señaló este año que las denuncias asociadas a tráfico de drogas habían aumentado un 182% en el primer trimestre del año en curso en relación al año anterior. Con este panorama el intercambio al interior de la ESCNNA se manifiesta en la obtención de favores sexuales a cambio de drogas, en donde los adultos explotadores han puesto el foco en la población infantojuvenil que posee problemáticas de consumo. De los 73 casos atendidos por el programa, el 78,1% presenta consumo de sustancias. De este porcentaje, el 43,8% presenta consumo perjudicial mientras que 9,6% posee consumo habitual.
La Plaza de Armas de nuestra ciudad aparece como un foco importante de consumo de drogas y alcohol por parte de menores de edad, consumo facilitado por adultos para luego establecer dinámicas de intercambio en otros espacios intradomiciliarios. Por otra parte, la Plaza Esmeralda ubicada en el Barrio Prat es vista como un espacio llamativo para los explotadores pues allí se observa una afluencia permanente de menores de edad, quienes se convierten en potenciales víctimas de ESCNNA.
La salud mental es otro aspecto de la vulnerabilidad de las NNA que es aprovechado por los explotadores para acceder a favores sexuales. De los 73 casos atendidos por el programa, el 82,2% presentan problemas de salud mental. De este porcentaje, el 34,2% ha presentado ingresos a la Unidad Hospitalaria de Cuidados Intensivos en Psiquiatría (UHCIP). Al correlacionar las variables salud mental y consumo perjudicial de sustancial, se observa que el 42,4% de los NNA atendidos presenta patología dual (adicción y trastorno psiquiátrico). Estas cifras plantean la imperiosa necesidad de contar en la región, con dispositivos residenciales con énfasis en salud mental de mediana estadía y dispositivos de tratamiento de consumo de sustancias con perfiles de alta complejidad.
Respecto a los focos de ESCNNA identificados, preocupa actualmente la situación que ocurre en las dependencias del Ex Hospital, en donde se han identificado dinámicas de intercambio asociadas al consumo de alcohol y drogas, en donde adultos que se han tomado dicho lugar ofrecen a menores de edad drogas y alcohol para luego solicitar favores sexuales a cambio. Pese a los esfuerzos institucionales, aún se mantienen dichas dinámicas lo que implica la necesidad de redoblar los esfuerzos para inhabilitar dichas dependencias.
Otro foco preocupante se relaciona con el ingreso de menores de edad a distintos moteles de la ciudad en compañía de adultos y con presencia de consumo de alcohol y drogas. En septiembre del año 2019, en el marco de la última sesión del Consejo Comunal de Seguridad Pública, el municipio se comprometió a establecer una ordenanza municipal que prohibía el ingreso de menores de edad a moteles de la ciudad. Frente al panorama actual de la ESCNNA y los moteles como lugares de intercambio, se hace necesario contar con dicha ordenanza municipal.
Debido a este preocupante panorama regional, este año, en el marco del Día Nacional contra la ESCNNA, ONG Raíces lanza la campaña “MÁS UNIDOS, MENOS ESCNNA”, campaña que busca relevar el trabajo intersectorial para enfrentar la Explotación, ya que erradicar este flagelo es una tarea de todas y todos. Invitamos a los medios de comunicación a sumarse esta campaña y poner en la opinión pública una temática tan devastadora para los niños, niñas y adolescentes que la viven, que no podemos estar ajenos.
