Desafíos personales para servir a la comunidad – Editorial

Desafíos personales para servir a la comunidad – Editorial

La vida está hecha de desafíos personales. Metas y tareas que nos imponemos a nosotros mismos, para probar nuestros límites, para superarnos cada día, para procurar ser mejores ante nosotros mismos, ante nuestros seres queridos, ante la comunidad que nos rodea y de la que somos parte.

Nos paramos frente a la adversidad, en esta región austral frente al viento magallánico, frente al clima adverso y hostil, nos ponemos de pie y seguimos adelante, porque la geografía no es suficiente para vencernos, la vida funciona como un constante ascenso a la montaña, como un camino que recorremos aprendiendo y sabiendo que podemos avanzar con desafíos personales a vencer y alcanzar.

Un paso arriba es un paso adelante.

Y en este caminar no estamos solos, no vivimos al interior de nuestras propias creencias, experiencias o sabidurías. Hay una familia que nos rodea, que nos puede cuidar, que nos acompaña, es una compañía que acompañamos, para compartir, para seguir adelante, para crecer juntos.

Y desde la familia somos parte de una comunidad dentro de la cual también construimos comunidad con nuestros esfuerzos individuales y colectivos.

Nadie vive en la burbuja de sus metas y tareas personales, porque compartimos humanidad.

Hacemos comunidad y servimos a la comunidad desde nuestros desafíos personales, cuando comprendemos que las metas y tareas individuales forman un entramado de desafíos colectivos, sociales de los que nadie puede restarse.