La delicada trampa de la escarcha en las calles de Magallanes

En Magallanes, el invierno se viste de blanco. Las bajas temperaturas, sobre todo nocturnas, y las precipitaciones de lluvia o aguanieve, producen sobre el cemento de calles y veredas una trampa silenciosa y delicada, a veces invisible. La escarcha, es una delgada capa de hielo que se forma en la dura superficie de las calzadas y veredas de calles y avenidas.
En los meses de mayo, junio y julio, las bajas temperaturas de invierno y las lluvias y caida de nieve, causan el efecto de producir una superficie deslizante en las ciudades de la región de Magallanes.
¿El resultado?
Se dificulta el tránsito vehicular, sobre todo en calles inclinadas, lo que obliga a la Municipalidad a extender capas de sal sobre el pavimento para evitar choques y también se complica el tránsito de peatones.
Al mismo tiempo, en el invierno de Magallanes y la Patagonia aumenta el número de personas víctimas de caídas y lesiones en hospitales y centros de salud, muy especialmente de adultos mayores.
El clima invernal ha enseñado a los magallánicos a caminar con más precaución por las calles y a colocar dispositivos de sujeción en los zapatos y botas para evitar caídas y a cumplir con el deber ciudadano de retirar escarcha y nieve de las veredas y lanzar sal gruesa frente a cada domicilio. Podría decirse incluso que los magallánicos aprenden desde niños una forma instintiva de caminar sobre el hielo y la escarcha. La sabiduría popular dice que los magallánicos caminan como los pinguinos: a pasos cortos y sin levantar mucho los pies.