El principio de la responsabilidad ética o cómo responder ante los errores | Editorial

El crimen cometido en villa Nelda Panicucci de Punta Arenas ha causado una conmoción en la opinión pública y en la comunidad magallánica, y por razones objetivas: se trata de un crimen atroz, poco frecuente en nuestra comunidad y cometido contra todo límite de la naturaleza humana.
El autor del delito, con un amplio prontuario, fue escalando en la gravedad de los crímenes cometidos, desde su primera actuación cuando era aun menor de edad, hasta el caso presente.
Y en medio de la conmoción los tribunales de justicia, aquellos a los que la sociedad, la nación, les ha asignado la tarea de ejercer la justicia, aparecen desprovistos de responsabilidad ética. Interrogada la vocera de la Corte Suprema y la propia Corte de Apelaciones de Punta Arenas, atribuyen la decisión de otorgar libertad provisional a un informe de Gendarmería y a la necesidad de mejorar el sistema de las libertades condicionales.
En los hechos, un individuo comete dos veces consecutivas un crimen de sangre y un tribunal en Magallanes le otorga sucesivamente la libertad condicional, poniendo nuevamente en peligro al resto de la sociedad y cuando se interroga a ese tribunal cuál es su responsabilidad por otorgar tal libertad, resulta que la culpa la tiene un informe de un organismo dependiente de la Justicia.
Aquí se está desconociendo el principio fundamental de la responsabilidad. La palabra responsabilidad proviene del latin responsum, es decir, respuesta, lo que significa desde el punto de vista ético, que todo ser humano, racional y consciente, tiene la obligación y el deber de responder por sus actos, por sus decisiones y por sus omisiones. Responsabilidad implica deberes, obligaciones para con los demás y también, ciertamente, obligaciones y deberes para con la propia conciencia.
El tribunal en este caso, intenta escapar de su propia responsabilidad ante la sociedad y del deber y obligación que implica la tarea de ejercer justicia, culpando a los demás del error cometido. El problema es que dicho error de los tribunales de justicia, ha costado vidas humanas.