Perdidos en el espacio táctico | Víctor Maldonado | Opinión

Perdidos en el espacio táctico | Víctor Maldonado | Opinión

Perdidos en el espacio táctico

Víctor Maldonado R.

Hay en la contingencia política una fuerte propensión a buscar la ventaja táctica, la obtención de triunfos rápidos y sin proyección, con el olvido de sus consecuencias posteriores. Se está reemplazando con lamentable frecuencia el diálogo serio por ganar el quién vive. Aplicado a temas éticos, esto es fatal.

La resolución, promovida por la UDI, de solicitar al Frente Amplio, y en específico a RD, que pida perdón por el “caso convenios” entra en esta categoría. Se entiende la astucia y el aprovechamiento de la oportunidad, pero lo que no se entiende es que cada vez se salga menos de este nivel de actuaciones.

Cuando Jovino Novoa presidia el gremialismo se le solía preguntar si estaba dispuesto a pedir perdón, como le solicitaban sus adversarios, por haber apoyado una dictadura que había cometido crímenes. Novoa decía que no estaba dispuesto porque pedir perdón no era algo que se hacía por petición de otros, sino que era un tema de conciencia personal y él no sentía esa necesidad.

La conclusión a la que llegaba el entonces líder de la UDI sigue siendo bastante debatible, no así el origen de la petición de perdón como tema de conciencia. Se suele decir que se predica con el ejemplo, pero eso parece estar en el olvido.

Sin ninguna duda, los partidos políticos no están garantizando la conducta irreprochable del conjunto de sus líderes en puestos públicos. Los que debieran estar más atentos ante los síntomas de corrupción, aparentemente son los últimos en enterarse de las fallas de sus representantes.

La única duda sobre Raúl Torrealba es cuantos años estuvo desviando recursos públicos a sus bolsillos. Aquí sorprende la larga data. Daniel Andrade y Carlos Contreras, en el “caso convenios”, parecen haber llegado al Estado o a influir sobre él con la mano estirada para ver qué se podía recoger. Aquí sorprende lo corto del tiempo empleado en corromperse. Requiere de entrenamiento previo.

Si se efectúa un rápido vistazo del arco político, se ve que la cantidad de partidos que pueden tirar la primera piedra asegura la integridad física de los infractores.

De manera que una crítica en este sentido debe ir acompañada de una inmediata autocrítica, por mínima coherencia y porque las acciones reparatorias a emprender deben impactar en el conjunto del sistema de partidos.

La gravedad de los acontecimientos conocidos da motivos suficientes para la colaboración, no para el aprovechamiento. De momento, abundan las denuncias, pero faltan las acciones reparatorias efectivas. Asegurar probidad sin trabar la acción del Estado es un reto enorme y parece que una de las fallas es la ausencia de controles preventivos.

La concentración en la farándula está ocupando el tiempo que debiera estar dedicado al esfuerzo serio de impedir que se mantengan los episodios de corrupción, cambiando solo el nombre de los hechores.

Vamos a entrar dentro de poco en elecciones comunales y regionales y no se puede hacer frente a la renovación de autoridades sin haber tomado medidas concretas que restituyan la confianza ciudadana. De una baja generalizada de la participación podemos esperar las peores consecuencias. Quedarse en el aprovechamiento táctico no sirve para nada y nos deja perdidos en el espacio.