Masiva concurrencia este 1° de noviembre en el Cementerio Municipal Sara Braun de Punta Arenas
En el tradicional 1° de noviembre día de Todos los Santos, una numerosa concurrencia de público se hace presente en el Cementerio Municipal Sara Braun de Punta Arenas, como en todos los cementerios de la región y del país.
Las familias concurren hasta las sepulturas de sus seres queridos para llevar flores y recuerdos de sus deudos fallecidos y acompañarlos un instante. El movimiento de público hacia el principal cementerio de la ciudad, comienza desde mediados de octubre cuando las familias se desplazan al recinto para arreglar las tumbas.
Considerado una de las bellezas arquitectónicas y turísticas de la ciudad de Punta Arenas, el Cementerio Municipal de Punta Arenas, oficialmente Cementerio Municipal Sara Braun, es un espacio urbano de cuatro hectáreas ubicado en la Avenida Bulnes, en el sector norte de la capital de la región. Su entrada está formada por un pórtico donado por la benefactora Sara Braun, que desemboca en una plaza que distribuye las avenidas de cipreses.
Es el cementerio laico más austral de Chile, que agrupa a diferentes credos y costumbres de migrantes que forjaron la historia y el desarrollo de Magallanes.
Se destaca la diversidad de tumbas y mausoleos, pertenecientes a distintas generaciones de inmigrantes croatas, alemanes, franceses, ingleses, escoceses, italianos, daneses y una extensa comunidad chilota. Hay tumbas cristianas católicas y ortodoxas, además de tumbas institucionales de la Cruz Roja, Cuerpo de Bomberos y de Carabineros. En el sector sur oriente del cementerio se encuentra también un Memorial de los Ejecutados Políticos de la dictadura militar en Magallanes.
Fue declarado Monumento Nacional en Categoría de Monumento Histórico por el Decreto 499 del 26 de noviembre de 2012.
Historia. Este cementerio, cuyos terrenos fueron donados por el gobierno, fue inaugurado el 18 de abril de 1894, reemplazando al antiguo que se ubicaba en los terrenos de la actual plaza José de los Santos Mardones. En lo que respecta a su trazado o proposición planimétrica, está estuvo a cargo del ingeniero Carlos Prieto, y en síntesis se reduce a una trama octogonal, en la cual se destacan las avenidas principales flanqueadas por dos corridas de pinos, que encausan espacialmente estas grandes vías, y delimitan además los «cuarteles» a manera de manzanas o solares donde se emplazan los mausoleos. En el año 1919 se construyeron los muros perimetrales y el pórtico de entrada donados por la benefactora Sara Braun, bajo obras del ingeniero Fortunato Ciscutti.





