Cómo adaptarse a las bajas temperaturas del invierno

Cómo adaptarse a las bajas temperaturas del invierno

El invierno de 2023 azotó a Chile con lluvias y temperaturas bajas de hasta -8.6 °C. En la actualidad, nos encontramos en verano, con un pronóstico de olas de calor extremas. Sin embargo, muchos países en el hemisferio norte continúan experimentando una ‘explosión ártica’, la cual ha desatado caos en Europa. La temperatura en Oslo, Noruega, descendió a -20°C, mientras que se emitieron advertencias meteorológicas amarillas por hielo en partes del Reino Unido y Alemania.

¿Cómo afectan estas temperaturas a nuestra salud mental y física y qué medidas preventivas se pueden tomar?

El trastorno afectivo estacional (TAE)

Las temperaturas más bajas pueden llegar a afectar nuestra salud mental. El trastorno afectivo estacional (TAE), por ejemplo, es una condición psicológica caracterizada por cambios de humor cíclicos que siguen un patrón estacional, generalmente durante el otoño e invierno. Las personas afectadas experimentan síntomas depresivos, como tristeza, falta de energía, aumento del apetito y dificultad para concentrarse. 

A menudo, el TAE se asocia con la reducción de la exposición a la luz solar, lo que afecta los ritmos circadianos y la producción de melatonina. La terapia de luz, la psicoterapia y, en casos graves, la medicación, son enfoques comunes para aliviar los síntomas del TAE.

En diciembre de 2022, una encuesta reveló que el 21% de chilenos experimentaron soledad, pena o baja de ánimo. Esto revela como la época invernal puede tener un efecto adverso en nuestra salud mental y emocional. 

¿Cómo mantener el ánimo durante el invierno?

Para combatir el TAE, expertos recomiendan una serie de actividades como el ejercicio, una alimentación saludable y el monitoreo de los patrones de sueño. También es crucial aprovechar las horas del día y exponerse a la luz solar. 

Otra de las estrategias de tratamiento que han surgido recientemente se trata de la fototerapia. En esta intervención, las personas se exponen diariamente a la luz artificial que irradia de una máquina de tecnología LED, lo cual ayuda a contrarrestar la falta de luz natural. 

Finalmente, aquellos que sufren de bajos ánimos pueden concentrarse en actividades de ocio o sus pasatiempos favoritos, ya sea leer, escuchar música, o jugar al bingo online. Otras prácticas efectivas incluyen la meditación y las afirmaciones positivas para fomentar la relajación y la mentalidad optimista.

¿Y qué le pasa al cuerpo al exponerse a bajas temperaturas?

El invierno no solo afecta nuestra psicología, sino que también a nuestro estado físico. Expertos señalan que nuestro organismo es capaz de soportar temperaturas frías hasta cierto punto. Independientemente de la estación o la temporada, el cuerpo humano puede mantener una temperatura estable a lo largo del año. 

Sin embargo, el límite de tolerancia al frío varía según cada persona. Aquellos que viven en regiones con temperaturas bajas consistentes como la Antártica o Siberia en Rusia, por ejemplo, puede que presenten una mayor resistencia comparada con los habitantes de zonas tropicales, y pueden sobrevivir siguiendo medidas de precaución. 

Para lidiar con entornos fríos, el cuerpo humano reacciona a través de varios mecanismos. Uno de ellos es la vasoconstricción. Cuando se detecta aire frío, el cuerpo responderá moviendo la sangre lejos de partes sobresalientes como los dedos de las manos y los pies. Esa cantidad de sangre será dirigida hacia las áreas centrales de estos órganos. De esta manera, la vasoconstricción ayuda a limitar la cantidad de calor corporal perdido al entorno. 

Otro mecanismo de defensa son los temblores. Tan pronto como la temperatura desciende, algunas personas experimentan síntomas como piel de gallina, castañeteo de dientes y escalofríos. Esta es una de las señales del cerebro para ordenar a los músculos a que se contraigan continuamente. Esta respuesta ayuda al cuerpo a generar más calor, elevando la temperatura corporal, manteniendo los órganos vitales cálidos y haciéndonos saber que debemos buscar refugio en un sitio más cálido.

Hipotermia y otros efectos del frío extremo

La temperatura central normal de nuestro cuerpo es de 37°C. La hipotermia es un fenómeno que ocurre cuando la temperatura corporal de una persona desciende por debajo de los 35°C, afectando gravemente al sistema nervioso, la función cardíaca y el flujo sanguíneo, lo que puede tener consecuencias potencialmente mortales. 

Esta condición afecta al corazón directamente, lo que resulta en una circulación sanguínea deficiente hacia los órganos, provocando que el cuerpo entre en estado de shock y aumentando el riesgo de insuficiencia hepática y renal. Los niños y los ancianos son especialmente vulnerables a la hipotermia debido a la debilidad del músculo cardíaco.

Otro fenómeno que ocurre debido al frío extremo es la congelación, o frostbite. Se trata de una lesión en los tejidos debido a la exposición prolongada al frío extremo, comúnmente afectando extremidades como dedos, nariz y orejas. La exposición prolongada a temperaturas gélidas provoca la formación de cristales de hielo en las células, dañando los tejidos y los vasos sanguíneos. Los síntomas incluyen entumecimiento, piel pálida y rigidez. En casos graves, puede resultar en daño tisular permanente.

Recomendaciones para regular la temperatura corporal 

Cuando hace frío, se aconseja vestir en capas, con una capa exterior impermeable y resistente al viento. Se puede utilizar ropa térmica, la cual absorbe el sudor corporal y lo evacua hacia el exterior. De esta forma, la humedad se evapora y la ropa y la piel permanecen secas, ayudando al cuerpo a regularse térmicamente.

También es importante proteger las extremidades del cuerpo como las orejas, la nariz, los dedos y los dedos de los pies, ya que pierden calor rápidamente. Por lo tanto, se debe usar un gorro y guantes aislados. Para mantener el rostro cálido, se puede optar por una bufanda o cuello tubular o mascarilla. En cuanto al calzado, este debe ser cálido e impermeable. Cuando hace demasiado frío o el viento es fuerte, se recomienda cubrir la mayor cantidad de piel expuesta posible.

Además de esto, es crucial entender e identificar los síntomas de la hipotermia como la falta de coordinación, la confusión mental, reacciones más lentas, pies y manos frías, temblores y somnolencia.