Emotivo concierto de la Cantata Nuestra Madre Grande en el teatro de la Universidad de Santiago

Este miércoles 24 de abril tuvo lugar la primera de tres presentaciones de la cantata Nuestra Madre Grande por el coro y orquesta sinfónica de la Universidad de Santiago.
En el teatro aula magna de la USACH con alrededor de 500 asistentes, se dieron cita numerosos ex presos políticos sobrevivientes del campo de concentración de Isla Dawson de Magallanes, representantes de organizaciones de Derechos Humanos y entre los cuales el arquitecto Miguel Lawner. A la presentación asistieron también integrantes del coro de la Universidad de Magallanes.
Tras la interpretación del Himno de la USACH, tuvo lugar un conversatorio sobre memoria y DDHH en un activo diálogo con los asistentes.

El coro sinfónico de la USACH fue dirigido por el profesor Andrés Bahamondes, con arreglos corales del profesor magallánico Fernando Alarcón e intervinieron Jeannette Antonin, en los relatos; Cecilia Barrientos, soprano; Claudio Contreras, tenor; Gonzalo Barrientos, barítono; Mario Reyes en quena, zampoña, tiple y guitarra; Sergio Ramírez, charango; Rodrigo Alvarez, guitarra y tres cubano, Freddy Ogalde, bajo y Sebastián Salas en percusión.
Al cierre del concierto, fue interpretado el Tamo Daleko, tradicional canto de los ex presos de isla Dawson.
En el hall de ingreso del Teatro de la USACH se instaló una muestra con la maqueta del campo de concentración de Isla Dawson, como una contribución al rescate de la memoria y la reparación simbólica de la Agrupación Cultural y de DDHH de Magallanes “Orlando Letelier”.

La Cantata Nuestra Madre Grande se sitúa en el ámbito del rescate de la memoria histórica y de la formación del patrimonio cultural de Magallanes y de la Patagonia.
El origen de esta obra musical está en las barracas del campo de concentración de Río Chico en Isla Dawson; en los trabajos forzados y el trato vejatorio y abusivo; en la solidaridad permanente entre los prisioneros, en la necesidad de hacer arte en medio de tanta adversidad, en fin, en que prevalezca la belleza por sobre la bestialidad.
Sus autores son Manuel Luis Rodríguez Uribe, quien escribió los textos poéticos, representándola como la Madre Grande de todos los pueblos que en ella habitaron; Fernando Alejandro Lanfranco Leverton, quien musicalizó los versos; y Marco Antonio Barticevic Sapunar, quien transcribió las canciones a pentagrama de manera que la obra, independiente del futuro de sus autores, pudiese perdurar en el tiempo.
