contadores web

Nikola Tesla, un ingenio sorprendente

Nikola Tesla, un ingenio sorprendente

Nikola Tesla, el inventor e ingeniero serbio nacido en 1856, mostró desde joven un ingenio sorprendente. Un día, convencido de que podría volar, decidió lanzarse desde el tejado de la granja familiar con un paraguas. El experimento no salió como esperaba, y pasó seis semanas con la pierna en tracción, lo que le llevó a abandonar su hipótesis de vuelo.

Tesla afirmaba tener un oído excepcionalmente agudo, capaz de percibir sonidos tan lejanos como el silbido de una máquina de vapor a 30 kilómetros de distancia, o incluso el ruido de una mosca posándose sobre una mesa. Sin embargo, su verdadera pasión era la electricidad, un interés que despertó a los tres años cuando observó las chispas provocadas por la electricidad estática en el pelaje de su gato Macak. Esta curiosidad lo llevó a reflexionar: «¿Es acaso la naturaleza un gato gigantesco? Si es así, ¿quién le rasca la espalda?».

A lo largo de su carrera, Tesla desarrolló ideas inusuales. Recomendaba electricidad para estimular a los estudiantes menos activos y creó una plataforma vibratoria para tratar el estreñimiento. Su amigo, el famoso escritor Mark Twain, era un asiduo usuario de este invento, con resultados bastante urgentes.

Tesla nunca se casó, argumentando que el matrimonio podría obstaculizar su genio creativo. En una ocasión, respondió a un entrevistador que no podía nombrar grandes inventos creados por hombres casados. Sus ideas sobre las mujeres estaban influenciadas por su aversión a las joyas femeninas y su incapacidad para tocar el pelo de otros, a menos que fuera absolutamente necesario.

Obsesivo-compulsivo, Tesla tenía una peculiar obsesión con el número 3. Insistía en que la habitación del hotel donde se hospedaba tuviera un número divisible por tres. En el Hotel New Yorker, donde pasó sus últimos años, vivió en la habitación 3327, en el piso 33. Antes de entrar al hotel, daba tres vueltas a la manzana, y todo lo que usaba, desde sábanas hasta cubiertos, debía cumplir con su regla del tres.

Tesla tenía un miedo intenso a los gérmenes y exigía que todo lo que usaba fuera esterilizado. Incluso limpiaba personalmente cada objeto antes de usarlo, armado con 18 servilletas. Predijo que viviría hasta los 140 años, creyendo que el alcohol era un elixir de vida larga, pero tras la Prohibición, se retractó.

El 7 de enero de 1943, Tesla fue encontrado muerto por una camarera que ignoró el cartel de «No molestar» en la puerta de su habitación. Así terminó la vida de un hombre cuyo legado sigue iluminando al mundo.