La estabilidad social un activo de Chile | Ernesto Sepúlveda | Opinión

La estabilidad social un activo de Chile | Ernesto Sepúlveda | Opinión

Los resultados de la primera vuelta presidencial le dieron el triunfo a la candidata del progresismo. No se dio lo que el sector ultra conservador impulsaba, ganar la primera vuelta. Aunque la victoria de la candidata Jara podría ser una victoria pírrica, dada la distancia a la que queda de la mayoría necesaria para imponerse en diciembre. Sólo tres puntos de distancia con José Kast, y más de 30 puntos en favor del mismo si pudiera sumarse automáticamente la votación de los otros candidatos conservadores. El resultado parlamentario estuvo lejos de la arrolladora máquina que se vio en la elección del segundo proceso constituyente. Y si bien el sector conservador obtiene mayor votación en la cámara, quedó lejos de los 4/7 que deseaba, para aprobar cambios constitucionales sin pactar con nadie. Lo del senado, es lo mejor que podría esperarse. Nadie saca mayoría, empatados, el que gane la presidencial deberá conversar, negociar, con candidaturas independientes, lo que brinda un espacio al dialogo político, hoy ausente del tapete público. ¿Qué le pasó a doña Evelyn?, con un resultado inesperadamente bajo, no sólo no pasó a segunda vuelta, sino que quedó quinta, detrás de Jara, Kast, Parisi y Johannes Kayser. Algo insospechado, excesivamente humillante para una mujer que dedicó su vida al servicio público. Desde otra vereda la miro, y me da lata verla en esa condición, prácticamente subyugada por sus propios camaraden. Quienes no trepidaron en la campaña sucia, “asquerosa” como la calificó ella misma. No trepidaron en medios, todo sea por ganar. Así estamos en Chile, la carnicería se da entre los del mismo lado. Al final, la derecha tradicional, la centro derecha como se autodenominaban eufemísticamente, o “derechita cobarde”, como le denominaban sus aliados, quedó reducida a una sombra de lo que fue. Sólo cenizas. Pero el anillo del poder afecta, hace que sucedan cosas increíbles. Y allí vimos a doña Eve, subida al escenario del ganador del sector, dándole su apoyo, pese a las traiciones de diverso calibre de que fue objeto. A Chile Vamos le pasó lo mismo que a la concertación con el FA. Un nuevo partido surgido de sus propias entrañas le da el golpe de gracia, y en tiempo record se prepara para llegar al poder.
Todas las encuestas hoy dan como seguro vencedor al candidato ultra conservador. Aunque su performance en debates fue mas bien modesta, cuando no contradictoria. Por eso, se cuidará de asistir sólo a dos, el que organizan las radios de Chile, agrupadas en ARCHI, y el que organizan los canales de TV, reunidos en ANATEL. Jeannette Jara, la candidata del progresismo, es hoy la desafiante, y pugna por llegar al enfrentamiento cara a cara, para hacer ver las falencias, los vacíos y los silencios, de quien pretende gobernar Chile, desde un sector conservador y reaccionario, que sólo cumplió tareas menores en los gobiernos de Chile Vamos.
Lo comentado en líneas anteriores, escapa en absoluto al interés de la señora Juanita y su familia. Por ese lado la preocupación numero uno, es llegar a fin de mes. Poder parar la olla, y pasar al mes que viene, y llegar a fin de año. Y mantener la pega, que no te echen. Obviamente, mirando para todos lados en la calle, por si las moscas. Porque, aunque en localidades apartadas como Magallanes tenemos bajos índices de delincuencia, la sicosis colectiva instalada por los medios y el discurso político conservador, hace que incluso en nuestras calles la gente se cuide más que antes, y ande con temor igual que si anduvieran en el barrio alto de Santiago.
Al igual que mis amables lectores y auditores, desconozco lo que pasará el 14 de diciembre. No se si se cumplirá lo que dicen todas las encuestas, y José ganará holgadamente la segunda vuelta. O sucederá lo improbable, y la candidata de los nueve partidos del progresismo, logrará romper la rueda de la fortuna y alzarse con el triunfo. Eso al igual que ustedes, lo desconozco. Lo que sí se fehacientemente, es que el pueblo de Chile, la gente, el electorado, los vecinos de a pie, ya están hasta la coronilla de los ofertones electorales. Nunca antes se vio el nivel de ofertas que se vociferan a diestra y siniestra. Con absoluta falta de responsabilidad y previsión. Me hace dudar de que la elección la tenga en el bolsillo el candidato ultra conservador. Es de mera lógica. Si soy seguro ganador, tengo que actuar como si ya estuviera electo. Ergo, ser cauto con las promesas, porque marzo está a la vuelta de la esquina, y se va a cobrar todo lo prometido. Insistir en la tanda comercial, del tipo “llame ya”, no sirve para construir políticas públicas, mucho menos para construir acuerdos en el plano legislativo. Un destacado economista que ha hecho su vida en los Estados Unidos, Sebastián Edwards, advertía esta semana en el diario financiero, que en un eventual gobierno de José Kast, el crecimiento económico seguirá estancado, y será necesario llegar a acuerdos, para los cuales se requiere capacidad de negociación, capacidad de la que carece el jefe conservador.
Varios han dado por muerto a Chile vamos, y se ha definido que después de la segunda vuelta, será el momento de conversar sobre el futuro. Por ahora tanto los partidos de esa coalición como el novel partido de Johannes Kayser, han jurado lealtad al nuevo jefe. Luego será el momento de las condiciones y de las líneas rojas. Entonces, si se dan los augurios de las encuestadoras, la segunda vuelta la ganará el líder ultra conservador. A partir de ahí se definirá el tipo de gobierno que tendremos en Chile. El resultado de la segunda vuelta, es importante no solo porque definirá al jefe de estado y jefe de gobierno para los próximos cuatro años, es importante también, porque el porcentaje que obtenga determinará la forma en que se ejercerá el poder. La existencia de contrapesos es la única salvaguarda para la democracia, y para los sectores más vulnerables. La calidad de la actividad política depende de una intensa interlocución entre ejecutivo y legislativo. Porque a la hora de concretar los programas de gobierno, se requiere de los de este lado y también de los del otro. Los dos fracasos constituyentes nos enseñaron que ni la refundación progresista absoluta ni la restauración conservadora completa, son buenas para la salud de nuestra democracia y para la buena convivencia.
El Chile de hoy espera soluciones y no más problemas. Las soluciones más efectivas son las que se han determinado escuchando múltiples voces. Ese modo de hacer política cuando se es gobierno, es lo que garantiza estabilidad social. La estabilidad y la paz social, se consiguen con interlocución, con diálogo permanente. La estabilidad y la paz social son un activo imprescindible en democracia, y son conditio sine qua non, del crecimiento económico y del progreso.
Sea que ganen unos u otros las elecciones de segunda vuelta, el diálogo y la interlocución para conseguir acuerdos, serán fundamentales para que Chile avance. Un escenario de crispación y polarización permanente, atenta contra un tesoro inapreciable que hemos construido entre todos los últimos cuatro años: Un clima de paz y estabilidad social, que no se veía en más de diez años. Perder ese bien público nos alejará del camino de reconstrucción de nuestra economía y del empleo. La paz social y la estabilidad social son un activo que se debe poner en el centro del debate público de cara a la segunda vuelta presidencial.
Ernesto Sepúlveda Tornero
Punta Arenas, lunes 24 de noviembre de 2025.