“Elección Directa de Intendentes, resignarse a perder poder”, Por Eugenia Mancilla Macías
Esta semana la Comisión de Gobierno del Senado aprobó el proyecto de ley que permite la elección popular de los Intendentes o Gobernadores Regionales. Ahora la iniciativa pasará a sala y veremos quienes de verdad están por apoyar las regiones y quienes aduciendo un sin fin de argumentos – algunos falaces – darán la espalda a esta iniciativa largamente anhelada.
Ha sido muy compleja y difícil esta tramitación. Temores de liderazgos emergentes, escusas inaceptables sobre el mínimo de apoyo electoral de una figura regional, tecnicismos electorales que la ciudadanía no entiende, han sido algunas de las trabas puestas por los legisladores a la hora de apoyar este emblemático proyecto.
Entendemos que el proyecto es modesto en cuanto a otorgar mas competencias y facultades a los intendentes electos, quedará pendiente reformas al marco constitucional, a mi juicio necesarias para un efectivo proceso de descentralización del país, asociado a un cambio de la actual organización territorial del Estado.
Sin embargo, ya está instalado en la ciudadanía que hay temor de parte de actores políticos y parlamentarios, que con esta iniciativa mermen sus cuotas de poder en las regiones. Me sorprendió que casi al unísono esta semana saliera Ricardo Lagos y Sebastián Piñera a exponer sus reparos y críticas al proyecto, entregando un mensaje de cautela a los parlamentarios a días de votarse la iniciativa. Se equivocan los presidenciables.
Las regiones hemos esperado largamente terminar con el centralismo que agobia, tener autonomía para resolver nuestros propios conflictos y fijar nuestros propios desafíos. Por desgracia, el debate acerca de cómo abordar el desafío de descentralizar el país se toma en Santiago.
Quiénes tienen que tomar medidas a favor de las regiones y la necesaria descentralización lo hacen desde la comodidad del centralismo y desde los beneficios de poder que les otorga tal situación. Llevamos dos siglos de historia en función de un modelo que gira en torno de un centro político, administrativo y económico: Santiago.
Allí se han tomado todas y cada una de las decisiones que afectan a todo el país. Es bueno recordar que Chile es el único país de la OCDE que no elige a sus autoridades regionales, tenemos desigualdades sociales y territoriales que son inaceptables. Una estadística que debe avergonzarnos. Hoy los intendentes al ser designados por el gobierno de turno, carecen de autonomía para poder tomar decisiones.
Como comentara un académico, al fin de cuentas descentralizar es resignarse a perder poder. Y este es el verdadero argumento para oponerse al proyecto. Abandonar y ceder poder a la sociedad civil, a sus organizaciones y en definitiva a la gente. Y si ello ocurre, en buena hora.
Eugenia Mancilla Macías
Ex Intendenta Regional y Presidenta Regional DC