EDITORIAL: Los estándares éticos de la vida pública

Si hay una demanda verdaderamente transversal en los ciudadanos en Chile hoy, es la urgencia de que la vida pública adopte y recupere estándares éticos que permitan recuperar la confianza de la gente. Los ciudadanos hoy reclaman en nuestro país que la clase política y la clase empresarial den pruebas constantes, visibles y evidentes de transparencia, de probidad, de respeto a las personas y a las instituciones, de honradez.
Una sucesión lamentable de casos públicos ventilados en la prensa y en tribunales, de financiamiento empresarial irregular de la actividad política, de sobornos y coimas, de influencias indebidas para la elaboración de algunas leyes, del uso de influencias privilegiadas para obtener negocios, de colusión entre empresas en los precios de productos en el mercado, han manchado la imagen de nuestra clase política y del empresariado.
Vivimos una crisis de la ética pública.
La vida pública en Chile ha sido generalmente de calidad, de probidad. Las generaciones anteriores recuerdan la calidad moral y la solvencia ética de la inmensa mayoría de los líderes políticos, sociales y gremiales en los años cuarenta, cincuenta y sesenta.
Hoy la imagen pública, la credibilidad y la confiabilidad de la clase política y del empresariado están profundamente deterioradas en Chile. Se reclama con justicia que nuestra democracia pueda volver a recuperar los valores republicanos: del respeto mutuo, de la lealtad, del diálogo con altura de miras. Los medios de comunicación y las redes sociales sirven con frecuencia como ventiladores de una carnicería de imagen, acusando culpables, sin reconocer la presunción de inocencia. Y las nuevas generaciones de dirigentes y líderes que ingresan a la vida pública tienen la responsabilidad de traer y aplicar nuevos estándares éticos, que separen el dinero y los negocios de la Política. Los ciudadanos reclaman con justicia que sus lideres y representantes elegidos por voto popular den muestras constantes y claras de transparencia, de probidad.