contadores web

Ausencia de empatía, exceso de egolatría – Víctor Maldonado – Opiniones

Ausencia de empatía, exceso de egolatría – Víctor Maldonado – Opiniones

Víctor Maldonado R.

No hay que entregarle la partitura a la derecha para que tenga algo que interpretar. No hay que regalarle contenidos para que parezca que tiene un discurso. No hay que hacerlo porque su campaña, la de los próximos meses, consiste en convertir las palabras y los hechos del polo más intransigente de la oposición en su verdadero adversario. Un adversario fácil de vencer porque lo que dice choca con el sentido común de la mayoría.

El oficialismo necesita llenar su vacío de contenido, con una descripción detallada de los errores de una minoría extrema. Cuando la derecha tiene que hablar en positivo es cuando queda en blanco.

Porque lo que tendría que explicar es por qué es que se quedó sin programa; por qué hemos experimentado una crisis que superó al gobierno por completo; por qué han tenido que dar el apoyo a un cambio constitucional que ni siquiera imaginaron al llegar al poder; por qué al generado más malestar que bienestar.

Por qué este es el único gobierno –desde el inicio de la transición democrática—que no puede señalar, a ciencia cierta, cómo es que terminará su período. Navega sin brújula y se mantiene con flotadores. No puede dar garantías de certeza y de gobernabilidad por qué todavía no sabe qué fue lo que le pasó por encima. Como no puede explicar prefiere que otros den explicaciones.

Damos una victoria fácil a la derecha si dejamos sin respuesta a los infantilismos irresponsables, que ya se dan por ganadores. Ellos miran la realidad como guión de una película mala de la guerra fría. Los buenos se encuentran en plena marcha hacia un mañana mejor, están a punto de terminar con toda injusticia, y los malos, apocados y derrotados, casi piden perdón por existir.

Por eso es que dicen tanto desatino. No quieren quedarse cortos antes de la victoria final. No quieren que, a pocos meses que el reino de la justicia se instale en Chile, ellos no hayan previsto a tiempo la epifanía. Quieren ser profetas del porvenir. Clarividentes trovadores del mañana que ya casi es hoy. No quieren que se diga que no supieron golpear la mesa en la víspera de que el pueblo los lleve en andas por las calles liberadas de la opresión.

Pero si no estamos en una película de héroes y villanos, entonces nos encontramos en problemas, si han vendido la piel del oso antes de cazarlo, si se fueron de boca sin medir las consecuencias, entonces se habrán comportado como unos necios que colaboraron con los adversarios.

Hagamos algo de lo que hace la derecha, démosle la palabra a Piñera. En el marco de su participación en Enade, el Presidente señaló que los últimos tres meses han sido los «más difíciles» de su trayectoria pública, y que ha experimentado «la responsabilidad y la soledad del poder». Y esta forma de enfocar lo que sucede es precisamente el problema. Cuando cada cual trata de entender lo que pasa con Chile, Piñera nos ofrece la triste descripción de algo que debiera importarnos mucho: lo que le ha pasado a él. Así nadie puede entender lo que pasa. En realidad, lo que ha experimentado es la soledad de la ausencia de poder, que es ausencia de empatía y exceso de egolatría.