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¿Pato cojo o pato muerto? – José Ruiz Santana – Opinión

¿Pato cojo o pato muerto? – José Ruiz Santana – Opinión

El síndrome del pato cojo, en política, es la pérdida de apoyo que los gobiernos alcanzan de sus propios partidos y de su electorado en su última fase, lo cual deriva en que los políticos más cercanos al gobierno empiezan a operar en función de su campaña, más en conformidad con las expectativas de gobierno futuras que con las tareas del gobierno actual.
La muestra de pato cojo quedó en evidencia con la revuelta de 13 diputados de Chile Vamos al aprobar la idea de legislar una reforma constitucional que permite a los afiliados de las AFP el retiro de hasta un 10% de sus ahorros previsionales, con un tope de 150 UF, actuando expresamente contra las directrices del gobierno, la posterior rebelión de 35 parlamentarios oficialistas que lo aprobaron en el Segundo trámite Constitucional en la Cámara de Diputados y la insurrección de 21 senadores del conglomerado de Gobierno que optaron igualmente por aprobar esta misma iniciativa.
Lo anterior evidencia que el actual Gobierno está cada día más debilitado y quedando solo, abandonado, incluso por sectores de su misma coalición, como consecuencia de la tacañería, lentitud y burocracia de las ayudas que ha propuesto para apoyar a los segmentos de la población que sufren los efectos de la pandemia.
Situación similar ocurrió con el proyecto de postnatal de emergencia donde parlamentarios oficialistas promocionaron la medida, al contrario del Ejecutivo. Son señales inequívocas de una desafección de parte importante de la UDI y RN con el gobierno, particularmente con la conducción errática del mismo Piñera y el efecto halo causado por su egocentrismo y afán figurativo.
Además el Presidente persiste en su estilo de liderazgo altamente centralizado, ejercido en solitario y con énfasis más en la comunicación que en una estrategia de resolver la crisis sanitaria, social, económica y política del país.-

Finalmente el Martes recién pasado el Senado aprobó rechazar el veto presidencial acerca de la prohibición de corte de servicios básicos por no pago durante esta pandemia.

Pese al rechazo al veto presidencial con 28 votos a favor, 7 en contra y 5 abstenciones, no se alcanzó el quorum en el Senado para insistir en el proyecto y se rechazaron dos artículos que eran esenciales para el proyecto como son el plan básico solidario de internet y la prohibición de traspasarle mayores costos a los clientes.

Grandes derrotas políticas para el Gobierno, nunca en 30 años se había rechazado un veto presidencial. Ello da cuenta que los parlamentarios oficialistas ya están mirando sus próximas candidaturas y no el programa que el gobierno debería implementar y ellos apoyar.

Eso es un Gobierno con síndrome del pato cojo.

Así llegamos al Martes recién pasado, día en que el Presidente Sebastián Piñera realizó un nuevo cambio de Gabinete, el quinto en este su segundo período presidencial, cambio realizado en medio de una gran crisis que vive el oficialismo, con diputados renunciando a la UDI, otros pasados al Tribunal Supremo de ese mismo partido. y una pugna interna increíble en Renovación Nacional.

Cambio que fue obligado por las circunstancias políticas, luego de cuatro derrotas consecutivas en el parlamento, su baja permanente en las encuestas, donde incluso la empresa de medición pagada por el propio gobierno, Cadem, señala que la adhesión del Presidente es de sólo un 12 por ciento y donde algunos importantes parlamentarios de la derecha más dura como Andrés Allamand o el ex senador Carlos Larraín, exigían que se hiciera un cambio de gabinete.

El Presidente Piñera hizo entonces un cambio de ministros cuyo elemento esencial es dar conformidad a los partidos de Chile Vamos, especialmente dar conformidad a unos cuantos en la derecha menos democrática. Un cambio entre sillas musicales y parlamentarios que fueron sacados del Congreso para llenar los espacios en La Moneda. 

Así el Ministerio del Interior lo liderará don Víctor Pérez, quien además de senador, fue alcalde designado en dictadura, tuvo declaraciones desafortunadas contra las farmacias populares cuando estas se estaban implementando por primera vez, además que voto en contra de la reforma Constitucional del 10% y ser un ferviente partidario de no reformar la actual constitución.

Esta decisión del Presidente Piñera, obviamente,  está enmarcada en las duras derrotas sufridas la semana pasada en el Congreso Nacional, tras la aprobación, por abrumadora mayoría, de la reforma constitucional que permite el retiro de hasta un 10% de los fondos de pensiones, situación a la que el Presidente y su Gobierno se oponía férreamente y para lo cual desplegó un lobby impresionante. 

Fue tal la derrota que 35 diputados de derecha votaron en contra de la idea del Jefe de Estado y cinco senadores del oficialismo, también votaron contra la idea de Piñera. La derrota del mandatario en el parlamento es la mayor que ha sufrido un Presidente de la República desde la vuelta a la democracia.

Desde mi punto de vista este cambio de gabinete tiene, amen de lo ya esbozado, otras aristas que es bueno mencionar: Llegan al gabinete personeros absolutamente partidarios del Rechazo a la nueva Constitución, como son don Andrés Allamand, don Victor Pérez y don Jaime Bellolio y envían a un Ministerio apolítico al personero más dialogante de la derecha, al que tendía puentes con la oposición como era el diputado Mario Desbordes. 

El 12% de aprobación al Presidente Piñera y las derrotas políticas en el Congreso le han pasado la cuenta y opta por dar más poder a la derecha dura y desconectada de la realidad. El Presidente continúa sin entender lo que pasa en el país. El Presidente con este cambio de Gabinete da respuesta a las peleas de la derecha y no se ocupa de la búsqueda de soluciones para las necesidades urgentes que hoy tienen las familias chilenas.

  Con este cambio de Gabinete yo creo que el Gobierno ya se acabó y los nuevos ministros vienen a ponerle la lápida o busca resistir los cambios que la mayoría de los chilenos y chilenas esperamos

Creo que el Presidente debió haber asumido que su Gobierno ya es más que un pato cojo y debió haberlo asumido y buscado un cambio radical en su gabinete y no solo en su Gabinete sino un cambio radical de estrategia para enfrentar la pandemia y sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas. 

Para un Gobierno ya sin rumbo y sin programa solo le queda asegurar que el ciclo electoral que se avecina sea impecable especialmente el plebiscito constitucional de Octubre, así podrá llegar, aunque sea ahogándose, a Marzo de 2022.

Desde mi punto de vista es el Presidente quien se encuentra encapsulado, ya no tiene programa de gobierno, está  absolutamente desconectado de la realidad que vive nuestro país. Las demandas y necesidades de los chilenos y chilenas que sufren siguen en el último lugar. Así entonces creo que este Gobierno ya terminó.

Por lo tanto, desde mi óptica, este Gobierno ya no es un Gobierno con síndrome de pato cojo sino un gobierno con síndrome de pato muerto.

Esa es mi opinión. Y como seguimos en pandemia es necesario que nos cuidemos entre todos, cuidarnos es también nuestra responsabilidad, usemos mascarilla, lavemosnos las manos las veces que sea necesario, mantengamos la distancia física. Cuidarnos es necesario para que volvamos a encontrarnos, para que podamos participar del Plebiscito de Octubre y todos juntos escribir una nueva Constitución Política para nuestro país.

José  Ruiz Santana

Ex Gobernador

Provincia U. Esperanza.