Con dedos para otro piano – Víctor Maldonado – Opinión

Creo que tenemos un problema con el ministro del Interior. No se trata de su posición política, necesitamos un gobierno estabilizado para que se cumpla el cronograma institucional acordado y, en ese sentido, podría cumplir el papel. Un duro que congrega a su coalición puede servir más, en estas circunstancias, que blandos que provocan dispersión. No está aquí el problema.
Lo que hemos visto en sus primeros días en el cargo es la inadaptación de sus conductas al cargo y eso es mucho más preocupante. Siempre se espera que un político con larga trayectoria comience ejerciendo sus funciones con solvencia. No siempre es así.
Como en todas las ocupaciones, en política hay especialidades y funciones distintas. Tal vez las más diferentes entre sí sean las de parlamentario y ministro. Requiere habilidades distintas. Un parlamentario es un opinante, mientras que un ministro es un ejecutante. Las armas del primero son sus declaraciones, las del segundo son las decisiones y las señales de acción.
Un parlamentario representa electorados específicos, lo que busca es expresar de la mejor forma las opiniones de quienes votaron por él. No hay ningún problema en esto, porque todos entienden que está cumpliendo un rol. Puede decir las cosas más duras y, al expresarlas, ya cumple su propósito.
El papel de un ministro es otro. Su mundo es el de la acción desde un puesto de poder. Lo que hace tiene por propósito modificar la realidad. Cuando habla se entiende que entrega señales de lo que piensa hacer, incluso sus silencios son mensajes que se puede interpretar como cursos de acción desechados.
No hay nada más peligroso que ocupar un puesto ejecutivo, comportándose como parlamentario. Por ejemplo, moverse por el territorio y opinar con plena libertad. Cuando un parlamentario habla, da lo mismo desde donde lo hace, su opinión vale por su peso específico. Cuando habla un ministro importa dónde lo dice, a quién se lo dice, a quiénes convoca y cómo le responden todos.
Víctor Pérez no ha hecho la transición entre las dos funciones y se nota. Y lo que más preocupa no es su mala intención, sino el hecho de que se sorprenda de las señales que da y de las que él, asombrosamente, no tiene conciencia.
Se ha mostrado indignado porque muchos lo acusaron de ir a La Araucanía a provocar reacciones violentas. Ha señalado que lo único que ha hecho es cumplir con sus funciones y que no se le puede pedir que renuncie a hacerlo. Es más, lo más probable es que quisiera partir con el gesto de hacerse cargo de un problema difícil haciendo acto de presencia y punto.
Es aquí donde encontramos lo más alarmante de lo que ha provocado. Preparó la visita a La Araucanía al modo como un parlamentario se comporta en semana distrital. Tomó contacto con los que le interesaba y se centró en expresar sus juicios conocidos sobre seguridad ciudadana, aplicación de la ley y la motivación política de los actos de violencia. Es resultado fue deplorable.
La visita no fue preparada para un ministro, no se analizaron con finura los pro y los contras de cada actuación y, por lo tanto, no tuvo control de los efectos de sus propios actos. Si no aprende ahora, no aprenderá nunca.
Víctor Maldonado R.
Violencia y racismo
Francisco Huenchumilla criticó la voluntad política para resolver conflicto en La Araucanía.
Senador Francisco Huenchumilla (DC)
“Yo estoy un poquito cansado de predicar en el desierto, mi opinión la he dado por escrito, en documentos, en discursos, en libros, por los medios de comunicación, todo el mundo sabe cuál es mi tesis».
«Lo que más me preocupa es una sociedad polarizada en La Araucanía, una sociedad donde florece y renace el racismo, la polarización entre distintos sectores sociales y el hecho de que ningún Gobierno quiera entrar al fondo del tema. Esa situación de violencia no es propia de una democracia».
“Se requiere firmeza en las decisiones políticas no eludir el fondo del problema que existe acá (…) Apelo a que aquí hay una responsabilidad de los que conducen el Estado para tratar de neutralizar la violencia y resolver sus causas, lamentablemente después de 23 años me pongo un poco pesimista respecto al futuro inmediato».
«La obligación del Estado es mirar ese problema y ver qué es lo que hace, tiene que tomar una decisión y 23 años con una indefinición de pensar que con Carabineros, construyendo caminitos, se va a resolver el tema, entonces bueno, el problema sigue”.
Consultado si acudirá al llamado del intendente Victor Manoli a sus antecesores para buscar soluciones a la crisis: “Estoy en proceso de tomar una decisión hoy día, porque tengo cuestiones contradictorias”.
«Sé lo que es ser intendente de La Araucanía, entonces sé que el intendente actual tiene una carga pesada, pero por otro lado estoy consciente de que un intendente no va a resolver el problema de La Araucanía».
Comisión Investigadora
La Cámara de Diputados aprobó por 82 votos, la creación de una Comisión Especial Investigadora por hechos de violencia en La Araucanía.
Diputado Ricardo Celis (PPD)
Se tomó esta decisión, en cuenta la gravedad de los hechos, “donde mucha gente en una acción de autotutela mal entendida, y con el apoyo de carabineros, según muchas evidencias, procedieron a desalojar algunos municipios provocando daños en infraestructura, e incluso incendios”.
Se trata de uno de los temas “más importantes entre el Estado y un pueblo originario, el pueblo mapuche en la Araucanía. Por lo que necesitamos investigar las responsabilidades de las autoridades regionales, provinciales y nacionales, y la acción de las policías, para restablecer y mantener el Estado de derecho”.
Diputada Andrea Parra (PPD)
Han pasado más de cuatro días, y el Gobierno aún estudia si presentará o no querellas por los hechos de violencia ocurridos este fin de semana en la Araucanía. “Esta dilación sólo aumenta la frustración”.
“Desde la Cámara de Diputados reaccionamos a tiempo y es por eso que impulsamos la creación de una Comisión Investigadora que traiga la claridad que necesitamos en estos difíciles momentos”.
