La paz se acuerda, no se compra ni se impone – Víctor Maldonado – Opinión

La paz se acuerda, no se compra ni se impone – Víctor Maldonado – Opinión

.
 A este gobierno las grandes tareas le han quedado siempre grandes. Pero ahora no estamos en condiciones de dejar que un desmejorado desempeño sea su nota distintiva del primer hasta el último día. Vivimos jornadas decisivas que valen por varias de años rutinarios, por lo que sus malas respuestas extenderán sus efectos mucho después que el gobierno haga mutis por el foro.
 No se puede enfrentar la violencia con puros lugares comunes, ni repitiendo lo que ya se ha hecho, ni confiando en dar rienda suelta al uso de la fuerza. Las razones son evidentes. La polarización se lleva por delante todo, partiendo por las palabras vacías; lo que ya se hizo no ha impedido que lleguemos al lugar en que nos encontramos; el uso de la fuerza como opción principal confirma en su opinión a los más polarizados, quienes siempre afirmaron que el llamado a construir una convivencia entre diferentes fue siempre una quimera y que lo que importa es dirimir quién terminará por imponerse.
 Nadie tiene la menor intención de participar de un gobierno de unidad nacional, una melcocha que, al ni pegar ni juntar, aumentaría la confusión. Entonces, sólo queda una alternativa cuando el gobierno falla: se trata de construir un acuerdo con respaldo social y político suficiente como para guiar la acción de este gobierno, pero sobre todo del que viene, explicitando el marco y requisitos para sustentar una convivencia pacífica aceptable para todas las partes.
 El proceso constituyente se presta mucho para concitar los lugares de encuentro donde estos temas se discutan, en un marco de reconocimiento y respeto mutuo. El diálogo de las normas permanentes que nos han de regir debe tenerse, como contraparte, la construcción política de un plan de acción legitimado.
 Los problemas de convivencia entre comunidades tienen tal profundidad humana que ninguna respuesta tecnocrática puede siquiera entender. Este gobierno está muy orgulloso de su Plan Araucanía porque involucra montos superiores a los que otras administraciones habían comprometido. Sin embargo, el conflicto ha continuado con tanto o mayor vigor como el que tenía antes de la formulación del plan. No se trata de detener las obras, porque las obras en curso se necesitan. El desarrollo es económico, pero también es tolerancia, reconocimiento, respeto, equidad e identidades valoradas.
 No puede haber nadie tan obtuso como para creer que el fondo del problema es cuantitativo y que para encontrar la paz es cosa de sumar 8 puentes, agregar 20 escuelas y otros tantos consultorios. La paz se acuerda, no se compra.
 Si está en cuestión el reconocimiento de un pueblo, habrá que reescribir la historia comparando las diferentes versiones, no solo la de quienes se impusieron. Habrá que comprender que hay que cambiar las normas que rigen en Chile y en la Araucanía, dentro de ese Chile que cambió. Habrá que decidir, antes que los intolerantes declaren la guerra, declarar la guerra a la intolerancia. Y todos tendremos que reaccionar con rechazo cuando sepamos que en la Araucanía alguien quemó, mató, humilló, abusó o amenazó a otro, sin preguntar antes de qué bando era la víctima para saber si exigiremos justicia o miraremos hacia otro lado. La cobardía moral no sostiene la democracia.
Víctor Maldonado R.
Violencia y racismo
Heraldo Muñoz abordó la situación de La Araucanía.
 Heraldo Muñoz, presidente PPD
 «Me parece que en estos momentos donde hay tensiones particularmente en La Araucanía es necesario tender puentes y por eso, que estoy aquí, para expresarle de manera muy clara y franca al ministro, lo inaceptable que resulta que civiles chilenos se enfrenten a otros chilenos, esto es inaceptable y se debe restablecer el Estado de derecho e ir en diálogo hacia un entendimiento a La Araucanía».
 “Lo que se ha registrado son hechos gravísimos. Esas escenas no quisiéramos verlas en nuestro país. Son actos repudiables, sobre todo cuando van acompañados de palabras racistas”, sostuvo el líder de la coalición, quien condenó “de manera absoluta” la toma de los municipios.
 “La violencia hay que frenarla con una agenda política de diálogo. Cuando se tomaron estos municipios, los alcaldes pidieron ayuda y no hubo respuesta, no hubo una reacción oportuna. Hay que aunar fuerzas para desescalar esta situación”.
 “Hay que aislar a los grupos radicalizados que no quieren la paz. Hay sectores radicalizados, esos hay que aislarlos, pero empezar a caracterizar a sectores políticos como parte del problema nos lleva a una situación errada y de polarización”. Pérez “es un hombre de línea dura y es un gabinete del rechazo, pero es una señal constructiva que esté convocando a los personeros de oposición”.

Violencia en La Araucanía
Francisco Huenchumilla dice que ya no cree en una salida política al conflicto en su zona.
 Senador Francisco Huenchumilla (DC)
 Sobre lo conversado con ministro Pérez en su viaje a la zona: “Le hice ver mi punto de vista, las aristas históricas, jurídicas, políticas y la urgencia de resolver el tema de la huelga de hambre. Tenemos una huelga donde está en juego la vida de las personas, y un conflicto político que se arrastra por décadas”.
 “La pregunta mía es si la autoridad política puede correr el riesgo de que alguna de esas personas muera. Eso es lo que está en juego. Un ministro del Interior siempre tiene que dialogar con todos los senadores y actores sociales. Pero una vez que lo hace, tiene que tomar decisiones. El gobierno tiene el objetivo de reagrupar sus fuerzas, puesto que está debilitado políticamente y sabe que va a perder, probablemente, el plebiscito del 25 de octubre. Está tratando de salvar su coalición y tratando de terminar honorablemente su gobierno. En virtud de eso, se va a endurecer para reagrupar a los sectores más duros”.
 Sobre las declaraciones de Pérez, quien dijo que en La Araucanía no hay presos políticos: “Sabiendo que hay un conflicto latente, sus declaraciones no pacifican los espíritus de La Araucanía, los exacerba. Me pareció que fue imprudente el tono y la letra de sus declaraciones”.