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Margarita Makuc, candidata a constituyente en Magallanes: «El proceso constituyente representa una oportunidad histórica de responder a las demandas ciudadanas de justicia social e igualdad a través de una constitución transformadora»

Margarita Makuc, candidata a constituyente en Magallanes: «El proceso constituyente representa una oportunidad histórica de responder a las demandas ciudadanas de justicia social e igualdad a través de una constitución transformadora»

Entrevistamos desde OVEJERO NOTICIAS a la candidata a Convencional Constituyente por la región de Magallanes, Margarita Makuc Sierralta.

1. ¿Cuál es el foco de su candidatura?

La reivindicación de los derechos sociales. Mi interés es representar a la mayoría de los habitantes de la Región de Magallanes y Antártica Chilena  y del país en sus demandas de dignidad, de igualdad, y de justicia social. Creo que estas exigencias ciudadanas pueden encontrar respuesta en la noción de derechos sociales.

Es decir, en el reconocimiento constitucional de que ciertas necesidades (como educación, salud o vivienda digna) deben ser satisfechas por el Estado. Como profesora y en mi experiencia como académica, he obrado desde la convicción de que la educación permite el desarrollo libre y autónomo de los sujetos, pero también permite que cada uno de nosotros nos desenvolvamos en igualdad de condiciones. Lo mismo sucede con los demás derechos.

Garantizarlos permite generar las condiciones para que cada persona pueda dar curso a sus intereses y capacidades. Evadir esta responsabilidad implica perpetuar desigualdades injustas, y en definitiva, la subordinación permanente del destino de cada ciudadano a su situación económica.

El reconocimiento de derechos sociales es un ejercicio de justicia, una herramienta contra la desigualdad, y también una oportunidad de construir una sociedad más cohesionada y con altos niveles de integración social. 

2. Desde su punto de vista, de académica. ¿Cómo cree que debería abordarse el sistema educativo en la nueva Constitución?

La Nueva Constitución debiera consagrar el derecho a la educación como un derecho humano universal de las personas. Dentro del catálogo de derechos el derecho a la educación tiene un rol central y el Estado debiera garantizarlo, fortaleciendo un sistema educacional público y gratuito desde la educación inicial hasta la universitaria.

La nueva constitución debe reconocer a la educación pública como motor del desarrollo social, económico, tecnológico, científico, cultural, artístico y consagrar un sistema educativo que promueva el acceso de todos los estudiantes a oportunidades equitativas de desarrollo personal, asegurando que cada institución pública cuente con los recursos para su desarrollo y fortalecimiento, independiente de la cantidad de estudiantes o de su ubicación geográfica.

Esto implica eliminar la subsidiariedad en la educación y aquellos mecanismos que tiene su origen en un sistema privatizado como son la subvención a la demanda y el aseguramiento de la calidad por desempeño en pruebas estandarizadas.
El Estado debe garantizar tanto el acceso al derecho a la educación como las condiciones del ejercicio de este derecho. Esto se logra proveyendo recursos para infraestructura, gestión, procesos formativos, investigación, extensión, de modo tal que puedan asegurarse las condiciones materiales necesarias para el aprendizaje y desarrollo personal de cada persona.

En este ámbito, se requiere con urgencia apoyar el desarrollo científico y ello será igualmente consecuencia de un Estado que se comprometa con la educación superior y en consecuencia con el país.

3. ¿Qué espera o cómo visualiza el proceso constituyente?

El proceso constituyente representa una oportunidad histórica de responder a las demandas ciudadanas de justicia social e igualdad a través de una constitución transformadora.

Espero que el proceso sea representativo de la voluntad mayoritaria que exigió en las calles una nueva constitución que permitiera avanzar en la recuperación de los derechos sociales, y terminar con la desigualdad estructural en nuestro país. Para esto creo necesario que el proceso constituyente sea participativo, y ello solo será posible en tanto la Convención Constitucional sea capaz de generar los mecanismos necesarios de participación y espacios para la deliberación ciudadana.

Es fundamental que los convencionales rindan cuenta de sus decisiones a la ciudadanía, que los ha elegido y es a quienes representan, y que exista un diálogo constante entre ambos. Finalmente, espero que el proceso constituyente permita generar las transformaciones estructurales que la ciudadanía demanda y que se sienten las bases para construir una sociedad más justa, que ponga en el centro a la dignidad humana, y donde las élites no sigan determinando el futuro de millones.»