Gabriel Boric: Reafirma apoyo a Palestina y su pueblo | Pablo Jofré Leal | Opinión

Gabriel Boric: Reafirma apoyo a Palestina y su pueblo | Pablo Jofré Leal | Opinión

Toda acción destinada a visibilizar el objetivo de autodeterminación del pueblo palestino, la libertad de su pueblo de la ocupación y colonización de su territorio a manos del sionismo desde el año 1948 a la fecha tiene importantes repercusiones y alientan la resistencia Palestina contra el régimen nacionalsionista israelí.

Y en este marco, resulta indudable que decisiones políticas como la señalada por el presidente chileno Gabriel Boric en el Club palestino de Santiago de Chile – en la ceremonia de encendido del árbol de navidad (1) como espejo de la ceremonia que se hace en la ciudad cisjordana de Beit Lahm (Belén) – en que se informó que la Oficina de Representación del Estado chileno en Palestina elevaría su categoría a la Embajada, tiene repercusiones en distintas direcciones: Generó la alegría de los palestinos, palabras de apoyo a la decisión gubernamental chilena y la expresión evidente que el Israel y sus crímenes deben cesar. Así como lo señalado ha sido recibido en forma mayoritariamente positiva, también existen las consabidas y agrias críticas del sionismo criollo e incluso palabras desgraciadas emitidas por el embajador israelí en Chile Gil Artzyeli, quien ha tenido una serie de conductas y declaraciones, que deben ser analizadas al interior de la cancillería chilena e incluso proceder a la cancelación de sus credenciales diplomáticas. Ya analizaremos en profundidad los exabruptos del relacionador público del sionismo con rango de embajador en Chile.

La decisión del mandatario chileno es un claro apoyo y respeto al derecho internacional en materia de la autodeterminación de los pueblos y en este caso el derecho inalienable de Palestina y su pueblo de establecer un estado independiente, en lo que es su territorio indiscutible y ocupado por el sionismo a partir del nacimiento de este en mayo del año 1948. Es el acatamiento a pactos internacionales como es la convención de Ginebra y sobre todo es expresar el convencimiento, que a pesar de las presiones del sionismo interno y externo, el mandatario chileno tiene claro a quién apoyar en este proceso de ocupación y colonización de Palestina. Las palabras de Gabriel Boric expresando su decisión de elevar al rango de embajada la oficina de representación en Palestina es lo que corresponde, es lo que todo mandatario, líder de opinión, políticos debe sustentar.

No hay medias tintas cuando se trata de Palestina y la defensa de su libertad, su derecho a la autodeterminación y a concretar un estado tantas veces postergado. O estamos por la libertad del pueblo palestino o se está en la trinchera de los cómplices del régimen criminal israelí. O creemos firmemente en la defensa del derecho inalienable del pueblo palestino de establecer un estado propio, independiente o simplemente se está en la trinchera de los violadores del derecho internacional, los defensores de la ocupación y colonización que el sionismo lleva a cabo contra Palestina desde el año 1948 a la fecha y por tanto aval de crímenes de guerra y lesa humanidad.

El presidente Boric ha estado en Palestina -el año 2018- en un viaje junto a otros parlamentarios y miembros de la comunidad palestina en Chile –la más numerosa del mundo fuera de Asia Occidental- conoce bien de lo que habla, conoce el muro de la vergüenza, del apartheid con que el ente sionista ha dividido Cisjordania. Ha estado en Al Quds y Al Jalil, conoce la acción de los colonos extremistas. Y sabe bien como dar en el blanco de la hipocresía sionista como lo hizo en su época de diputado al rechazar un regalo de relaciones públicas de la entidad sionista, que les duele hasta el día de hoy. Como si el dulce sabor de la miel, quitar la amargura frente a decenas de miles de asesinatos cometidos por el ente sionista contra hombres, mujeres y niños palestinos.

En el reporte de aquel viaje a Palestina, presentado por el actual senador de la UDI Sergio Gahona (2) se abordaron, en 95 páginas, algunos de los problemas que los diputados y senadores chilenos identificaron en Palestina y que se mantienen hace décadas, en clara violación del derecho internacional: los asentamientos ilegales que acogen a 650 mil colonos considerados los más extremistas en suelo palestino. La presencia de prisioneros políticos que en número de 5000 son verdaderos secuestrados, 500 de ellos bajo la figura de detención administrativa, que implica largos de años de prisión sin juicio, sentencia y sin saber en qué fecha serán liberados. La presencia del Muro del apartheid, imposible de negar pues se eleva 9 metros sobre la superficie y se extiende por 720 kilómetros a través del suelo Cisjordano. La situación de la ciudad de Al Jalil – Hebrón – donde mil soldados ocupantes cuidan a 800 colonos que ocupan el casco histórico de la ciudad de la cual fueron expulsadas las familias palestinas. Suman a ello la situación de los millones de refugiados palestinos impedidos de volver a la tierra usurpada. Por tanto, no sólo hay conocimiento teórico, sino que empírico, hay documentos, entrevistas con organismos internacionales de defensa de los derechos humanos. Conversaciones con ex soldados sionistas que agrupados en la organización Breaking The Silence denuncian el papel ocupante y represor del ejército sionista. (3)

En Chile, tras las palabras de Boric, que hicieron saltar las alarmas israelíes, y a nivel de chimuchina política surgió la discusión respecto a que si las palabras del presidente Boric en el acto del Club Palestino – actividad en la cual estuve presente – estaban en conocimiento de la canciller chilena Antonia Urrejola. Le haya dado aviso o no a la ministra de relaciones exteriores lo cierto es que la política exterior chilena la lleva el presidente de la república y es él quien consideró necesario entregar este verdadero y positivo obsequio a la causa palestina en vísperas de navidad. Tengamos presente que la noticia entregada por Gabriel Boric no estaba prevista en el programa del Club palestino al cual tuvo acceso este cronista y que incluso, desde las filas del sionismo, según trascendió en la ceremonia existía cierta tranquilidad pues se esperaba que Boric no hablara ya que no lo había hecho en la ceremonia judía llamada Janucá efectuada en el palacio la Moneda – sede de gobierno –  – que no estaban previstas en el programa y que desde las filas sionistas generó cierta tranquilidad pues el mandatario chileno en el acto de Janucá celebrado en el palacio de Gobierno el presidente chileno no dio palabra alguna – la decisión del presidente chileno de pedir la palabra y dar a conocer la decisión que Palestina tendría muy pronto no una Oficina de Representación sino que una Embajada le dolió en el alma al sionismo criollo y los representantes del régimen infanticida en Chile. Esta es una señal política potente que hace cumplir la palabra del presidente chileno respecto a su defensa de Palestina en materia de autodeterminación.