Proyecciones de una caracterización del fenómeno actual de las migraciones | Ronald Wilson | Mesas Temáticas del Senado | Opinión

En los últimos años, la migración intrarregional ha adquirido una relevancia antes
desconocida. La progresión del proceso migratorio en Sudamérica, para un futuro de
cercano y mediano plazo, dependerá de los factores propiamente migratorios, como de la
situación política, económica y social en los países de la región, especialmente en los países
que originan emigración, y de las restricciones o apertura de las fronteras interestatales
para la circulación de las personas.
Es altamente previsible que se mantengan las dificultades en la situación económica de la
región, principalmente en términos de crecimiento, de empleo y de impacto sobre los
segmentos más vulnerables y perjudicados de cada país, factores que continuarán siendo
uno de los elementos principales de estimulación para la movilidad humana. En la Región
dependemos en gran porcentaje del escenario económico mundial, y en este aspecto no se
vislumbran cambios a corto plazo, en la medida que continúe la crisis de la guerra en
Ucrania, la situación de vulnerabilidad que vive China y la permanente situación de
inestabilidad política y estratégica en Corea, elementos que inciden sobre las cadenas de
suministro, generando un efecto inflacionario sobre los precios de los combustibles y ciertas
materias primas esenciales.
Los grupos migrantes, especialmente aquellos que se desplazan como consecuencia de la
crisis económica, comienzan como migrantes pobres y se encuentran en sus países de
destino en una condición de igual pobreza y vulnerabilidad.
Además de la crisis económica y social existente, en los últimos años vemos que ha surgido
una peligrosa crisis política que pone en peligro la estabilidad democrática. Situaciones
como la de Brasil, con la reacción violenta de los sectores ultraderechistas que fueron
capaces de asaltar las sedes de los tres poderes del Estado, demuestran la fragilidad
democrática del Brasil. La situación en Perú es particularmente peligrosa, posterior a la
errada acción Castillo y la posterior violencia represiva de Boluarte, Perú ha entrado en
espiral de enfrentamientos violentos fundamentalmente en las zonas más empobrecidas,
lo que puede generar un resurgimiento de sectores terroristas (Sendero Luminoso, MRTA)
que después de la represión de Fujimori, han estado en inacción, pero no desaparecidos, y
pueden perfectamente reaccionar y volver a actuar con el mismo fanatismo del pasado.
Una situación de conflicto en Perú puede traducirse en una nueva oleada de migración de
ese país a Chile.
Los antecedentes estadísticos disponibles indican que durante 2022 continuarán los flujos
migratorios que se han manifestado antes y durante la pandemia. En este contexto
internacional, es posible que la migración venezolana disminuya, en la medida que la
situación interna venezolana tenga un respiro, en la medida que se concrete la venta de
petróleo a EEUU y Europa.
Fuera de estos factores, es fundamental incorporar en cualquier análisis migratorio futuro
la creciente crisis ambiental. La migración ambiental es ya una realidad en muchos países
del mundo, y en nuestra región los efectos del cambio climático acelerado, será un
elemento generador de movilidad humana.
No obstante que el cierre de fronteras, producto de la pandemia en el período 2020-2022,
no significó la clausura definitiva de los flujos migratorios, éstos derivaron hacia
procedimientos y trayectorias no reguladas, de manera que en el período señalado se
incrementaron los inmigrantes ilegales o indocumentados que intentaron llegar a sus países
de destino.
Es altamente previsible que, reabiertas las fronteras al flujo de personas y bienes, las
corrientes migratorias anteriores a la pandemia, vuelvan a manifestarse con la misma e
incluso con mayor intensidad, sin perjuicio de la incidencia de las crisis económicas que
afectan a las naciones latinoamericanas.
En nuestro país seguirá presente el ingreso irregular de migrantes, por la frontera
particularmente extensa que tenemos, y aunque se fortalezcan las medidas preventivas,
incluso con la presencia de la FFAA, el ingreso irregular podrá disminuir, pero no
desaparecerá. Por eso, que a futuro es fundamental que desde las políticas públicas
migratorias se dé solución realista a la regularización migratoria, que permita la
incorporación plena de los migrantes a la actividad del país.
El actual escenario migratorio y humanitario en ALC es una oportunidad para la
coordinación regional y subregional y la acción de los organismos internacionales. Con
gobiernos como el de Lula en Brasil, Petro en Colombia, Arce en Bolivia, Fernández en
Argentina, Boric en Chile, y un Maduro más razonable, la posibilidad de diálogo y
colaboración en el plano migratorio de hace más posible.
La cuestión migratoria, es un asunto de interés común para la región latinoamericana, no
solo desde el punto de vista de la urgencia presente producida por las crisis políticas, socioeconómicas y ambientales, sino porque en el futuro es altamente previsible que se repitan
escenarios similares de migración forzada, allí donde se combinen dificultades materiales y
económicas, crisis socio-políticas y crisis ambientales. Es un asunto de interés común que
abre la posibilidad de soluciones compartidas, desde una perspectiva multilateral y
bilateral.
Ronald Wilson
Secretario Técnico de las Mesas Temáticas
Con la Sociedad Civil
Senado