El viaje de la Goleta Ancud al estrecho de Magallanes, 1843 | Historia de Magallanes

Del ensayo «Rumbo al Sur. El histórico viaje de la Goleta Ancud al Estrecho de Magallanes. 1843», Manuel Luis Rodríguez. Punta Arenas, 2004.
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Martes 4
al domingo 9 de julio:
en dirección al océano.
El martes 4 de julio temprano en la mañana alistaron todo para zarpar.
En la mañana, el marino Juan Yate se ofreció para acompañar a la goleta, en
calidad de Práctico, por lo menos hasta el punto más austral del archipiélago de
Chonos.
Juan Guillermos aceptó el ofrecimiento, a cambio de llevarlo a la caleta donde
estaba su chalupa cargando maderas: para el capitán de la «Ancud» resultaba
evidente que un hombre práctico en estos canales valía enormemente, más aún si se
considera que no disponían de cartas náuticas para navegar, ni había isla o
archipiélago que hubiese sido reconocido.
Intentaron zarpar pero un fuerte temporal del NW. se los impidió durante
todo el día.
A las 08.15 horas de la mañana del miércoles 5 de julio se embarcó Juan Yates
en la goleta y dieron la vela en dirección SE. Penetraron por el canal Moraleda,
donde apreciaron una abundante vegetación y siguieron ese mismo día por el canal
Errázuriz. Avanzaron unas 30 millas hacia el sur y con viento fresco todo el día:
hacia el fin de la tarde surgieron en la costa Este de la isla Luz.
El jueves 6, continuaron por el canal Errázuriz costeando la isla Luz a su
estribor y doblaron con calmas y ventolinas del Oeste por el canal Vicuña, teniendo la
isla Humos a su babor, en dirección del océano Pacífico. En la noche siguieron
navegando, pero a las 03 de la madrugada fondearon en el sector denominado
Pájaros Niños.
En la mañana del viernes 7 de julio, dieron la vela con viento del NE.,
enfrentaron el canal Wickham, doblaron por la península Skyring y la punta Seal en
dirección a la península Tres Montes la que ya divisaban en el horizonte.
Desde las 14 horas de la tarde en adelante, comenzaron a recibir fuertes
vientos y chubascos de diversas direcciones que hacían tumbar la goleta. Fondearon
en una angostura hasta el fin de la tarde, cuando volvieron a levar anclas, con algún
viento y chubascos.
A partir de las 10 de la noche, cuando los vientos calmaron, hubieron de
continuar con la goleta a remos y a continuación, la goleta debió seguir remolcada
con la chalupa hasta alrededor de las 3 de la madrugada del día siguiente. Entonces,
se quedaron al pairo (85) y descansaron algunas horas.
El sábado 8 de julio amanecieron recalados entre la punta James y la punta
Rescue, en un abra donde recibían una brisa débil. Zarparon nuevamente hacia las
10 de las mañana, aprovechando la marea que los tomó a favor y siendo remolcados
por la chalupa.
A media mañana el viento comenzó a soplar del SSE. por una hora, aflojando a
continuación: quedaron entonces voltejeando (86) teniendo viento y marea
contrarios.
Apenas avanzaban y estaban sometidos a la fuerza de los elementos en pleno
océano. Se aproximaron a la costa para capear los vientos.
Como observaran en la mañana una colonia de lobos marinos en las
proximidades de la punta Pringle, enviaron una chalupa con el voluntario B. Phillipi y
dos marineros, para aprovisionarse. Regresaron hacia las 4 y media de la tarde con
14 cueros de lobos y tres lobos completos y algunas partes comestibles de los
animales cazados, para incorporarlos a la alimentación de a bordo.
Habían avanzado solo 7 millas, de manera que dieron fondo próximos a la
costa, a la espera de mejores condiciones.
En la mañana del domingo 9 de julio levaron el ancla y continuaron a remo
hasta las 2 de la madrugada del lunes 10, surgiendo entonces en otra caleta al abrigo
de las mareas y vientos.
(Continuará)