La estufa magallánica de mi abuela | Mauricio Guichapany
Mi abuela cuando cocinaba en su estufa Magallánica, la llenaba de ollas.
Cada alimento tenía la suya.
Una para las zanahorias
Otra para las papas.
Para la carne
En fin.
Al finalizar, antes de servir, juntaba los alimentos en una sola
o bien, en el mismo plato armaba la comida.
No hacía ningún ruido.
Parecía flotar en esa cocina.
Pero siempre me llamó la atención una olla pequeña que usaba.
Emitía un sonido porque quizás su base no estaba plana.
Y mi abuela reía y decía:
» Ya empezó la bailarina, sale a bailar solita»
Nunca la movió.
Siempre la dejó bailar.
Hoy después de mucho cociné con una olla nueva y pequeña.
Y se puso a bailar sobre la estufa.
Sentí a mi abuela.
Su sonrisa
Sus manos tiernas
Su mirada infinita.
Creo que a este frío invierno le creció un tibio recuerdo.
