El gran desafío del 2023 | Alvaro Vargas, SEREMI de Hacienda de Magallanes
El año 2023 comenzó con sombrías proyecciones económicas, con un escenario internacional debilitado y una economía nacional sobrecalentada tras la pandemia. En enero de este año enfrentábamos una inflación de 12,3% y proyecciones de decrecimiento del PIB que oscilaban entre -1,75% y -0,75%, según diversas instituciones internacionales. Hoy ya finalizando en año hay un consenso en que nuestro país sorteo el decrecimiento con una tasa positiva cercana al 0,5% y con una inflación anual cercana al 4%.
Lo relevante de estos resultados es que no son fruto de la casualidad, sino del resultado de una institucionalidad seria y responsable.
El Banco Central de nuestro país adopto una política monetaria restrictiva llevando la tasa de política monetaria a un máximo histórico, con una TPM superior a la de la crisis subprime, medida que sin duda acelero el proceso de control inflacionario, pero como bien sabemos generó un freno a la inversión y al crecimiento. Las medidas del Banco Central complementadas con un gasto público responsable sin duda fueron clave para controlar la senda inflacionaria, lo cual ha sido mencionado y destacado en distintas oportunidades, pero creo que sin duda el mayor logro macroeconómico es haber controlado la inflación evitando la recesión, y eso no es casualidad, es parte de una serie de políticas públicas que buscaban contener los efectos de la inflación para la ciudadanía y que buscaban acompañar en la recuperación económica a las empresas y por sobre todo a las Mipymes.
Reducir significativamente la inflación era esencial para aliviar la carga financiera de la población, pero hacerlo sin que el PIB se contrajera al mismo ritmo y sin aumentar desmesuradamente el gasto público representaba todo un desafío. La focalización efectiva de recursos se tradujo en un refuerzo de ayudas sociales existentes y la implementación de ayudas directas innovadoras. Ejemplos notables de esto incluye: el bolsillo familiar electrónico, beneficiando directamente a más de ocho mil familias en nuestra región; que se haya duplicado el bono marzo; el aumento en un 20% la asignación familiar y el Subsidio único familiar; el aumento de casi un 100% del bono invierno; La extensión del IFE laboral y el subsidio Protege; el aumentó la beca BAES por primera vez en 10 años; y por supuesto el histórico aumento al sueldo mínimo en Chile el cual vino de la mano con un subsidio a las MiPymes para acompañarlas en este proceso.
Estas medidas, que representan aumentos históricos en muchas instancias, fueron fundamentales para respaldar a la población mientras se contenía la inflación. Sin embargo, la atención también se centró en la oferta económica, extendiendo ayudas a Mipymes que aún enfrentaban costos elevados y una demanda inestable, mediante la ampliación y extensión de créditos como Fogape y Fogape Chile Apoya, y nuevos convenios de alivio tributario.
Para este 2024 se estima un crecimiento cercano al 2% con una inflación en los rangos metas, una tasa de interés del banco central que debiese disminuir fuertemente durante el próximo año incentivando la inversión y el crecimiento. Como gobierno tendremos un presupuesto enfocado en reactivación e inversión pública, el cual se verá potenciado con las medidas del recién conformado Gabinete Pro Crecimiento y los primeros proyectos del pacto fiscal en línea con agilizar la inversión. Es por esto por lo que no me cabe duda de que al cierre del año 2024 superaremos nuevamente las proyecciones, consolidando los avances ciudadanos con seriedad y responsabilidad fiscal.

