26 de febrero de 1984: el «Puntarenazo», la primera protesta en Chile en presencia del dictador | Historia y Memoria

PREFACIO.
El año 1984 fue un año “caliente” en todo Chile y también en la región de Magallanes.
Las protestas contra la dictadura se habían activado en Chile desde mediados de 1983 y se manifestaba un incremento del movimiento social reclamando democracia y libertad.
Este relato histórico describe y contextualiza los principales acontecimientos que dieron forma al «Puntarenazo», la primera protesta ciudadana en Chile contra el dictador, en presencia del dictador, realizada en la mañana del domingo 26 de febrero de 1984 en Punta Arenas.
Pareciera no ser necesario subrayar que el «Puntarenazo» fue un hecho político, un acto político de rebeldía y de protesta ciudadana que se ha convertido en una fecha histórica, instalada en la memoria popular y que forma parte del patrimonio del movimiento social de la región más austral de Chile. La historia social de Magallanes y la Patagonia presenta una continuidad y una secuencia de acontecimientos protagonizados por los movimientos sociales australes, como las grandes huelgas ganaderas de 1916 y 1935, el paro del Puerto Libre y las huelgas mineras en 1960 y el paro regional del 2 y 3 de julio de 1986: en este sentido, el «Puntarenazo» forma parte de esa historia social y política de regionalismo y de resistencia propio de los magallánicos frente al poder dominante, y que se manifestó también en el paro del gas de enero de 2011.
Es un hecho histórico innegable además, que la labor cumplida por el Obispado de Punta Arenas y la Fundación FIDE XII fué fundamental en apoyar la organización y convocatoria de los cabildos previos a esta protesta y en respaldar a las personas que participaron en el «Puntarenazo».
¿Porqué protestaron los magallánicos frente al dictador en la Plaza de Punta Arenas en 1984? Por las alzas continuas del precio del gas natural, por los bajos salarios y la humillación de los programas PEM y POJH, por la carestía de la vida, la mala calidad de la salud y la falta de viviendas, por la cesantía, por la democracia. Eran demandas profundamente políticas.
Las fuentes bibliográficas y documentales utilizadas para la elaboración de este ensayo son las colecciones de la prensa regional, en particular de La Prensa Austral de Punta Arenas, archivos documentales inéditos de propiedad del autor, documentos inéditos del Grupo de Estudios Constitucionales o Grupo de los 24 y de los movimientos sociales y partidos políticos opositores a la dictadura entre 1980 y 1986, y los testimonios orales de numerosos participantes directos de los hechos aquí relatados.
Manuel Luis Rodríguez U.
Punta Arenas – Magallanes, febrero de 2017.-
EL MOVIMIENTO OPOSITOR A LA DICTADURA EN MAGALLANES EN 1984.
Las primeras formas de manifestación opositora a la dictadura y de protesta social se encuentran en los paros de brazos caídos realizados por los trabajadores de ENAP en Magallanes durante 1979 y 1980 y en huelgas relámpago efectuadas por trabajadores afiliados al Sindicato de la Construcción en 1981 y 1982.
En 1980 y 1981, el Grupo de Estudios Constitucionales o Grupo de los 24 había efectuado diversas reuniones semicerradas en Punta Arenas y había alentado manifestaciones relámpago con motivo del día internacional de la Mujer el 8 de marzo y el 1º de mayo.
Desde mediados de 1983 y principios de 1984, se habían terminado en Magallanes los tiempos en que las organizaciones sociales y sindicales democráticas y sus dirigentes, se limitaban a acatar y resignarse ante las medidas adoptadas por la autoridad.

La rigurosa clandestinidad en que funcionaban los partidos de izquierda en la región, iba dando paso a una mayor presencia de sus militantes en actos públicos y protestas.
Los actores principales del movimiento social democrático opositor que se había constituido en Magallanes eran la Coordinadora de Pobladores, el movimiento Mujeres de Chile MUDECHI, la AGECH, la CODEJU (Comisión de Derechos Juveniles) y el Comando Multigremial de Magallanes. En 1984, además algunos de los partidos políticos opositores a la dictadura ya se encontraban en una etapa de reorganización y estaban en condiciones de intercambiar información y actuar coordinadamente: el Partido Demócrata Cristiano, el Partido Comunista, el Partido Socialista y la Izquierda Cristiana.
El Obispado de Punta Arenas bajo la dirección del Obispo Tomás Gonzalez, a través de la Fundación para el Desarrollo FIDE XII y la Comisión de Derechos Humanos, afiliada a la Vicaría de la Solidaridad, otorgaba apoyo jurídico a las víctimas de violaciones a los DDHH y facilitaba el accionar de las organizaciones sociales opositoras.
El Comando Multigremial se había logrado poner a la cabeza de la protesta sindical y gremial contra la dictadura y su política económica, desde los primeros meses de 1983. una de las primeras manifestaciones opositoras contra la dictadura en Magallanes había ocurrido en Punta Arenas el 8 de marzo de 1983, junto al monumento a Gabriela Mistral en calle O’Higgins esquina avenida Colón.
De allí en adelante se sucedieron los cacerolazos, las protestas relámpago, las marchas.
El año 1984 se inició con una serie de Cabildos populares organizados por la filial de Punta Arenas del Grupo de Estudios Constitucionales o Grupo de los 24 (dirigido por la doctora Adriana Soto Gonzalez y que había comenzado a funcionar desde 1980 con ocasión del plebiscito constitucional), el que trabajaba en coordinación con el Comando Multigremial, la Coordinadora de Pobladores y los principales partidos políticos opositores. Entre fines de enero y mediados de febrero de 1984, los cabildos acapararon la motivación y la movilización de trabajadores y pobladores en toda la ciudad de Punta Arenas.
Una Agrupación de Deudores en UF dirigida por Antonio Vicuña también funcionaba en Magallanes.
Paralelamente, el Frente Magallánico dirigido por Guillermo Ihnen presentaba al gobierno un petitorio de reivindicaciones para los sectores empresariales y de clase media, sin mucho eco.
En los días previos al Cabildo de la población 18 de septiembre, había circulado una declaración titulada «Manifiesto Popular», y que resumía las principales demandas ciudadanas que motivaban los cabildos. Este documento puede considerarse como el manifiesto que fundamenta los cabildos y el Puntarenazo.

Cabe destacar que uno de los párrafos de este manifiesto se refiere en el punto 3º al precio del gas en Magallanes, en los siguientes conceptos: «Esta región necesita que el gas que consume el pueblo tenga precios subvencionados y que se de solución urgente a los miles de pobladores y dueñas de casa que están impagos o sin gas en sus casas«.

Este documento aparece firmado por todas las organizaciones que convocaban y participaban en los cabildos: Comando Multigremial de Magallanes, Grupo de Estudios Constitucionales, Comisión de Derechos Juveniles, CODEJU, Comité Pro-Retorno de Exiliados de Magallanes, Abogados Democráticos, AGECH, MUDECHI y la Comisión de Derechos Humanos del Obispado de Punta Arenas.
Un documento inédito del Grupo de Estudios Constitucionales de Magallanes definía estos cabildos en los siguientes términos: “El propósito de los cabildos es el de rescatar el significado histórico y fundacional de los cabildos efectuados en la época de la Independencia de Chile, y, a su vez, generar un espacio de debate colectivo, para que el pueblo exprese libremente sus demandas, aspiraciones y necesidades. Todas las organizaciones populares y poblacionales, líderes sociales, ex alcaldes y ex regidores, así como todos los vecinos de una zona urbana determinada son los llamados a participar en los cabildos abiertos. Allí, además de expresar sus problemas, discutirán y acordarán iniciativas y acciones de lucha para exigir soluciones reales a sus problemas. Se trata en consecuencia, de organismos populares, amplios pluralistas, verdaderas escuelas prácticas de la futura democracia chilena.”
El Comando Multigremial convocaba en los siguientes términos a los Cabildos: “Trabajador, profesional, estudiante, mujer, jubilado te señalamos tu compromiso con Chile y su destino que es nuestro destino y el de nuestros hijos. Concurramos a expresar nuestro pensamiento y nuestras inquietudes junto a nuestros vecinos, familiares y juntos haremos posible que Chile vuelva a ser lo que fue. Este sábado 25 de febrero, todo Magallanes y en especial el barrio 18 de Septiembre le dirá sí a Chile, no al hambre, la cesantía, el soplonaje, el individualismo y tantas otras lacras que nos han llegado. Desde las 18 horas concurre al salón de actos de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima en el barrio 18 de Septiembre. El sábado 3 de marzo Playa Norte se pondrá de pie junto a Magallanes desde las 18 horas en el salón de la Parroquia Cristo Redentor. La historia la escriben los pueblos con sus actos.”
La serie de encuentros poblacionales, realizados en diferentes parroquias de la ciudad de Punta Arenas, culminó al mediodía del domingo 24 de febrero con una masiva protesta popular efectuada en la Plaza Muñoz Gamero, en presencia del propio dictador: el “Puntarenazo” con el que fue recibido el gobernante, fue un evento político de repercusión nacional e internacional.
Varios dirigentes sindicales fueron detenidos, junto a líderes políticos y sociales en la posterior represión ejecutada por la policía del régimen en toda la ciudad de Punta Arenas.
EL PUNTARENAZO: LOS HECHOS.
Se presenta a continuación un relato pormenorizado de los hechos relativos al «Puntarenazo», en la secuencia cronológica en que sucedieron, conforme a las fuentes documentales consultadas.
Sábado 4 de febrero.
El Intendente Regional subrogante Gral. Alejandro Medina L., anuncia por la prensa local el programa de la visita presidencial a Magallanes, la cual estaba programada para los días 24 al 29 de febrero.
Este mismo día, los integrantes del Comité organizador de los Cabildos del Grupo de los 24, resuelve definitivamente el calendario de Cabildos a efectuarse en Punta Arenas, mediante la coordinación con los pobladores, los estudiantes universitarios, los gremios de trabajadores, los partidos políticos opositores y algunos colegios profesionales.
Sábado 18 de febrero
El sábado 18 de febrero, a partir de las 18.00 hs., se efectuó el Segundo Cabildo convocado por el Grupo de los 24, en el salón parroquial de Cristo Obrero. En una declaración convocatoria aparecida en La Prensa Austral de ese día, emitida por la Izquierda Cristiana, se expresaba: «Invitamos a todos los pobladores del sector norte de la ciudad al cabildo del sábado 18 de febrero y en especial instamos a los pobladores integrantes de las comunidades cristianas del sector.» También la organización MUDECHI publicó una declaración convocando al cabildo.
Concurrieron alrededor de 350 personas. y entre los acuerdos que se adoptaron, se consideró la formación de Comités de Pobladores en todas las poblaciones de la ciudad; la realización de una protesta con motivo de la próxima visita de Pinochet a Magallanes; y la realización de un Tercer Cabildo.
Lunes 20 de febrero
Ya se conocía en toda la ciudad la convocatoria a una protesta contra la próxima presencia de Pinochet en Magallanes: el periódico «La Prensa Austral» titulaba en primera página: «En cabildo abierto del sábado, proponen protesta para recibir a S.E.». La elevada circulación del periódico en la ciudad, contribuiría involuntariamente a multiplicar la convocatoria.
La idea de una protesta callejera durante la visita del dictador a Punta Arenas, por lo tanto, rondaba en el ambiente local entre las organizaciones opositoras a la dictadura.
En el mismo periódico, el Secretario Ejecutivo del Grupo de los 24, resumía las principales demandas exigidas al gobernante y que constituían el fundamento de la protesta acordada en el Cabildo: la situación de cesantía que afectaba a alrededor de un 23% de la fuerza de trabajo regional y los bajos salarios de los programas PEM y POJH.
Martes 21 de febrero
El día 21 de febrero, el Frente Magallánico, presidido por el abogado Guillermo Ihnen Miranda, anunció una serie de demandas para ser presentadas al gobernante, debido a que «Magallanes se encuentra en recesión».
En la página editorial de este día de La Prensa Austral, manifestaba su rechazo a los anunciados actos de protesta.
Este mismo día, el Intendente Regional, Juan Guillermo Toro Dávila se reune con un grupo de dirigentes vecinales a fin de anticiparles los anuncios que haría Pinochet a su llegada a Magallanes. Los dirigentes de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos expresaron que el reclamo principal que tenían era contra los elevados precios del gas natural en la región, el pago de los dividendos en UF y los valores de los pasajes LAN a Santiago.
Una de las causas principales de la protesta ciudadana en Magallanes y que se manifestó en el «Puntarenazo» fueron los elevados precios del gas natural, en circunstancias que se trataba de un producto de la propia región.
Miércoles 22 de febrero
El 22 de febrero, se anunció en detalle por La Prensa Austral el programa de actividades de Pinochet, cuya visita estaba anunciada para el viernes 24 de febrero.
Este mismo día el Comando Multigremial, por medio de su Presidente José Ruiz de Giorgio, anuncia su adhesión a los actos de protesta convocados contra Pinochet. El dirigente anunció también que había hecho entrega al Intendente, de un Memorandum con las principales demandas y exigencias de los trabajadores organizados de la región.
Hoy se reune el Intendente regional con un grupo de 19 dirigentes sindicales de orientación oficialista. Resulta evidente que el Gobierno, ante la inminencia de la protesta anunciada, estaba realizando esfuerzos por reforzar su control sobre sindicatos y Juntas de Vecinos.
Jueves 23 de febrero
El ambiente en la ciudad es de una tensa calma. El aire tiene un clima de expectación contenida, de silencio que precede a algo importante.
Las reuniones de los grupos y partidos opositores democráticos se suceden en el ya acostumbrado sigilo propio de la clandestinidad o la semi-clandestinidad.
Algunos vehículos civiles y militares circulan por la ciudad, dejando en evidencia la presencia de más vigilancia que la acostumbrada: la guardia personal del dictador se ha adelantado al visitante y recorre con cierta discreción mal disfrazada las calles del centro y algunos barrios importantes de la ciudad.
Viernes 24 de febrero
A las 11 de la mañana llega Pinochet a Punta Arenas: el tradicional y acostumbrado despliegue militar hace aún más evidente el vacío que la gente hace en la calle al paso de la comitiva de vehículos blindados y jeep miliares. En el mismo aeropuerto, la recepción oficial que intentó ser masiva, no resulta más que un tumultuo de aplausos de unas 40 mujeres de oficiales.
Al mediodía de su llegada y a pocos minutos del paso de la comitiva presidencial por el centro de Punta Arenas, se produjo una manifestación relámpago en la esquina de calle Bories con Av. Colón, en la que participaron unas 30 personas, sin detenidos.
El aeropuerto se vió repleto de autoridades, funcionarios públicos y adherentes pinochetistas, a la llegada del mandatario. Este mismo día 24 de febrero, en los medios de comunicación y directamente, se anunciaron diversas protestas, en la forma de «cacerolazos» y otras manifestaciones, para el sábado 25 y el domingo 26 contra la visita de Pinochet.
Al mismo tiempo, se anunció la realización de un Tercer Cabildo el que tendría lugar en el salón parroquial de Fatima en la populosa y emblemática Población 18 de Septiembre de Punta Arenas.
Los panfletos circulaban por la ciudad con la nueva convocatoria.
Organizado y convocado por el Grupo de los 24, su objetivo era agrupar a pobladores de todo el sector sur de la ciudad, especialmente de las poblaciones 18 de Septiembre, Fermín Roca, Carlos Ibañez, Monseñor Boric, El Pingüino, Carlos Ibañez, Calixto, 21 de Mayo, Diego Portales y Nuevo Horizonte. Muchos grupos de pobladores se reunieron la noche de este día, para organizar su participación en el cabildo y en las protestas.
A las 19.00 hs., se efectuó una misa en la Catedral en homenaje al dirigente sindical Tucapel Jimenez, asesinado hacía dos años.
Al término de la misa, hacia las 20.30 hs. un grupo de participantes marchó por el centro de Punta Arenas, hacia Avenida Bulnes. Hasta su llegada a Bulnes, la manifestación se desarrolló con plena normalidad, sin incidentes: los manifestantes se instalaron en la vereda oeste de la Avenida.
Algunos de ellos sin embargo, bajaron a la calle e intentaron cortar el tránsito hacia el centro de la ciudad, lo que motivó la intervención de la fuerza policial. Se iniciaron entonces algunos forcejeos con Carabineros. En medio de estos incidentes, un vehículo Chevy Nova conducido por un joven estudiante, y que circulaba a fuerte velocidad por Plaza Bulnes, fue rodeado por los manifestantes que ocupaban la calle, embistió a la multitud atropellando al joven obrero de 21 años José Chiguay Coliboro, dándose posteriormente a la fuga. Algunos manifestantes alcanzaron a tomar el número de patente del vehículo, pero no se formuló denuncia salvo en los medios de comunicación.

En los incidentes con Carabineros, hubo 2 heridos graves, entre los cuales el Sargento de Carabineros Romero y 11 detenidos. Los detenidos por Carabineros en esta manifestación, fueron los siguientes: Hernán Diaz B., Jorge Gomez A., Orlando Muñoz M., Eddie Chaura Ch., José Barría Ojeda, Atilio Barría Ojeda, Nury Vargas S., Patricio Muñoz R., Oscar Illanes P., Ivan Hechenleitner V. y Epifanio Guineo G. Los manifestantes fueron subidos a golpes a un bus policial y conducidos hasta los calabozos de la Primera Comisaría de Carabineros de Punta Arenas.
El atropello del joven José Chiguay Coliboro, provocó una reacción de indignación en toda la ciudad aumentando inesperadamente el clima de tensión y de rechazo por la visita presidencial. Los manifestantes derribaron el «arco triunfal» que había sido instalado en la esquina de Sarmiento y Bories, con motivo de la visita presidencial.
La Coordinadora de Pobladores y el Grupo de los 24, reunidos en la noche del día viernes, tenían todo listo para el Cabildo en la Parroquia Fátima.
Inmediatamente de sabidos los nombres de los manifestantes detenidos, el equipo judicial del Obispado, dirigido por el abogado Juan Vivar iniciaron las gestiones para lograr su excarcelación, lo que ocurrió hacia medianoche de ese mismo día.
Sábado 25 de febrero
En la mañana de este sábado, Pinochet y su comitiva salieron temprano del Hotel Cabo de Hornos, en dirección del aeropuerto, para visitar Porvenir. La comitiva presidencial atravesó rápidamente la ciudad por avenida Bulnes, en medio de un despliegue policial.
En la tarde del sábado se sucedieron las reuniones de preparación y coordinación del cabildo convocado en la población 18 de Septiembre.
A partir de las 18.30 hs. se efectuó el Tercer Cabildo en la Parroquia Fátima en la Población 18 de Septiembre. Los asistentes desbordaron el salón parroquial, en un número de alrededor de 250 personas. Los dirigentes del Grupo de los 24, satisfechos con la convocatoria lograda, trataban de coordinar todos los detalles del acto.
El ambiente del cabildo era particularmente agitado. La presencia del gobernante en Punta Arenas, le daba un mayor significado a este evento. En las proximidades de la parroquia de Fátima fueron percibidos algunos agentes de civil en actitud de vigilancia, pero nadie fue detectado entre los asistentes al acto.
Banderas chilenas, lienzos alusivos y un ambiente festivo y nervioso dominaba el gran salón. Varios cantantes regionales animaron el acto, antes de pasar a los discursos.
Diversos oradores insistieron en las demandas más sentidas de los pobladores: se protestó, por los altos precios del gas, los salarios y sueldos insuficientes, por la cesantía imperante y por todos los problemas económicas que vivía la población más pobre de la ciudad. En la parte final del acto, una pobladora en la multitud asistente gritó convocando a los asistentes a protestar en la mañana del domingo durante la ceremonia del mediodía: «mañana nos vamos todos a la Plaza, mierda, a las 12» gritó, lo que provocó la adhesión entusiasta y espontánea y los aplausos cerrados de la multitud.
Al término del Cabildo no hubo manifestaciones ni enfrentamientos con Carabineros, pero cada asistente llevaba en su conciencia una sola consigna: «mañana, a las 12 en la Plaza».
Domingo 26 de febrero
10.30 hrs. Alrededor de esta hora comienzan a llegar imperceptiblemente los primeros manifestantes opositores, junto al público que se congregaba para presenciar el tradicional izamiento de la bandera. El grupo de manifestantes formaba un abigarrado grupo en la vereda esquina de Fagnano y la Plaza Muñoz Gamero teniendo a sus espaldas la iglesia Catedral.
Carabineros había acordonado todos los alrededores de la Plaza, pero no se notaba una excesiva presencia policial. El palco oficial lucía alfombrado en rojo y abundaban las banderas y escudos chilenos adornando los postes del alumbrado público. En la terraza del edificio ENAP, en las ventanas de la Gobernación Provincial y en algunas dependencias del Hotel Ritz (en la esquina suroeste de la Plaza), se notaban discretos individuos de seguridad.
En la vereda de la esquina de la iglesia Catedral y en la vereda sur poniente de Fagnano con Nogueira, se fueron concentrando los manifestantes opositores, en un número estimado de unos 350, mientras que en la vereda esquina de la Plaza frente al edificio sede de ENAP, se concentraron los partidarios más notorios de Pinochet, junto a un nutrido número de conscriptos de civil, acompañados por sus oficiales de mando, también de civil.
Las tropas -unos 800 efectivos de Ejército, Marina y Fuerza Aérea- que debían rendir honores se instalaron a las 10.45 hs. en formación frente a la Plaza Muñoz Gamero, abarcando los 100 metros de la calzada. La banda instrumental del Ejército estaba situada de espaldas al templo Catedral.
El programa previsto incluía la siguiente secuencia:
– honores militares al Presidente de la República;
– revista del Presidente a las fuerzas militares en formación;
– discurso de homenaje del Intendente y Comandante en Jefe de la Región Militar Austral;
– desfile de las fuerzas.
Había silencio en la Plaza antes de la llegada del gobernante: un silencio expectante. El vehículo presidencial Mercedes Benz se desplazó lentamente desde el Hotel Cabo de Hornos hacia la esquina de José Nogueira y Fagnano, bordeando la Plaza.
12.00 hs. Al mediodía en punto -y después de las campanadas de la Catedral al término de la misa dominical- el son de un clarín anunció la presencia de Pinochet, quién se aproximó en su automovil blindado de color negro hasta la esquina de la Plaza con José Nogueira, a fin de recibir los honores con banda en dirección al Asta Monumental, donde lo esperaban autoridades regionales y su comitiva.
Radio Presidente Ibañez de Punta Arenas transmitió en directo los incidentes a través de un corresponsal ubicado frente a la Catedral.
Al momento de descender del vehículo presidencial, el General esbozó un saludo hacia el público ubicado frente a las rejas de la Catedral, pero lo que él creyó eran gritos de adhesión, en realidad fué un poderoso grito masivo de protesta, mezclado con insultos que resonaron en toda la Plaza amplificados por los tres edificios de dicha esquina.
Los manifestantes, apostados delante y detrás de las rejas de la Catedral gritaban «¡Asesino, asesino!» o «¡Y va a caer…y va a caer!»…»el que no salta es Pinochet» eran las consignas más fuertes y repetidas, y lanzaban panfletos al aire, que el viento de esa esquina levantaba y dejaba caer sobre el público y la formación de uniformados.
Su rostro se demudó de la sorpresa, mientras la banda entonaba el Himno Nacional. Los manifestantes, en su mayoría pobladores, trabajadores y jóvenes de poblaciones, colgados de las rejas exteriores de la Catedral, lanzaban panfletos los que, recogidos por el viento, volaban hacia la Plaza; otro manifestante incluso, en medio del griterío y el impacto inicial de la sorpresiva manifestación, envió por los aires un conejo muerto hacia Pinochet que se encontraba a menos de 10 metros del público, el que rozó su hombro y cayó en el suelo, dejando una tenue mancha de sangre en su uniforme.
Todas las medidas de seguridad de la avanzada presidencial y toda la vigilancia de la CNI y policías habían fracasado en anticipar lo que se estaba produciendo en la Plaza principal de Punta Arenas.
Los uniformados y la banda militar continuaban rindiendo honores inmóviles, y formaban una barrera entre Pinochet y los manifestantes…
12.05 hs. Los últimos acordes del himno patrio se mezclaban con la protesta, formando una estruendosa confusión de ruidos, bandas, voces, gritos y consignas, mientras el dictador camina revistando las tropas.
Frente a los cordones policiales, y entre la tropa formada y el público que protestaba, los nerviosos guardias del General se mezclaban con Carabineros, con civiles de lentes oscuros y rostros amenazantes, con camarógrafos y fotógrafos de todo tipo que filmaban la insólita escena.
En menos de 5 minutos se había agüado la ceremonia del General: a los gritos de protesta e insultos de los manifestantes, se sumaron los gritos de adhesión de los conscriptos, las campanadas de la iglesia Catedral, la batahola de Carabineros tratando de detener manifestantes, los flash de los fotógrafos, y el increíble desorden que se producía en la vereda exterior de la Catedral. Desde lo alto del campanario de la Catedral, alguien lanzó también algunos panfletos, los cuales habían sido repartidos hacia las 11 de la mañana entre los manifestantes.
Mientras Carabineros trataba de detener, golpear y reprimir a los manifestantes, una avalancha de éstos se volvó hacia el patio interior del templo Catedral haciendo retroceder a los asistentes a la misa dominical. Los gritos y consignas se escuchaban desde el interior del templo cuyas puertas se habían abierto para la salida de la misa, generando un movimiento hacia su interior en busca de refugio.
El gobernante terminó su desfile frente a las tropas y llegó hasta el Asta Monumental con el rostro indignado y enrojecido, mientras su Intendente, el General Toro Dávila trataba infructuosamente de dar explicaciones y el Ministro Secretario General de Gobierno Alfonso Marquez de la Plata, entregaba nerviosas instrucciones a su séquito.
El siguiente es el registro efectuado por TVN de los hechos. En el audio de la imagen se pueden escuchar claramente los gritos y consignas de la manifestación opositora.
12.10 hs. Precisamente en este instante, en estos primeros minutos dramáticos, los fieles asistentes a la misa (alrededor de unos 150) comenzaron a salir del templo, presionando para abrirse paso hacia la calle, mientras los manifestantes en la vereda recibían golpes y puntazos de los Carabineros, por lo que comenzaron a retroceder hacia el patio exterior y dentro de la reja de la Catedral en busca de refugio.
El automóvil presidencial se instaló frente al Asta Monumental y partió raudo hacia el Hotel Cabo de Hornos. Pocos minutos antes, el automóvil de la Primera Dama, Lucía Hiriart, llegó al Hotel. Relataron diversos empleados del Hotel que la escena en el hall de entrada fue impresionante: gritos destemplados de Pinochet y su esposa, mientras su séquito de oficiales y autoridades trataba de dar explicaciones y órdenes contradictorias.
12.15 hs. Los Carabineros armados con lumas, golpeaban y trataban de detener a quienes pudieran: alcanzaron a aprehender a 16 opositores.
Los 16 detenidos por Carabineros en la represión contra los manifestantes fueron los siguientes: Pedro S. Díaz D., Victor Christi M., Julio Salas B., Leonel E. Sanchez P., José M. Ruiz V., Luia Lizama B., José L. Aqueveque G., Waldo Lorca M., Carlos Mladinic A., José Ruiz de Giorgio, Juana Navarro R., José L. Mena B., Susana Guerrero T., Eugenio Bahamondez P., Ivan Ojeda B. y Enrique Haro H., quienes fueron llevados en pequeños grupos a los calabozos de la Primera Comisaría de Carabineros, a medida que iban siendo detenidos.
Los camarógrafos de televisión, periodistas, fotógrafos e incluso funcionarios de la CNI., con sus máquinas fotográficas, captaban nerviosamente los hechos.
La presión del público manifestante ante el empuje de Carabineros, volvió a llenar la Catedral, mientras el sacerdote oficiantes presbítero Natalio Vitale (en ausencia del Obispo titular), trataba de calmar los ánimos y de cerrar las puertas del templo, a fin de proteger a los amenazados manifestantes opositores. Las puertas de acceso y rejas del templo Catedral fueron cerradas con llave desde el interior, para proteger a los manifestantes.
12.30 hs. Desde la esquina de la Plaza frente al templo, los conscriptos gritaban consignas amenazantes («Pudeto unido, jamás será vencido!» era la consigna más utilizada), mientras su número iba en aumento. Alrededor de sus cabos, sargentos y oficiales, todos los uniformados vestían de civil e informal, pero se mostraban cada vez más agresivos y dejaban entrever que algunos de ellos portaban armas cortantes: yataganes y cuchillos.

12.45 hs. Numerosos manifestantes que se encontraban en el exterior de la reja de la Catedral, intentan huir por Fagnano, perseguidos por Carabineros y agentes de la CNI. Algunos de ellos son aprehendidos antes de alcanzar a saltar la reja del recinto eclesiástico, siendo golpeados brutalmente. Otros agentes intentaron derribar la puerta del templo por calle Fagnano e incluso se dieron a la tarea de filmar con cámaras-video a los manifestantes refugiados dentro del patio del templo por calle Fagnano.
13.00 hs. Desde esta hora y hasta las 17.00 hs. el templo Catedral estuvo completamente rodeado y sitiado por conscriptos de civil, mientras Carabineros mantenía un control total y vigilancia sobre el área. Durante la tarde, algunos grupos de curiosos se apostaban en las esquinas frente al templo para comentar los hechos y presenciar algún evento.
Algunos grupos de conscriptos en un número cercano a los 100, una vez terminada la ceremonia y el desfile, fueron aproximándose a la vereda exterior de la Catedral, siempre reunidos con sus oficiales y gritando consignas políticas a favor de Pinochet.
En total hubo 471 personas refugiadas en la Catedral, grupo en el que se encontraban personas de distintas filiaciones políticas, tanto gobiernistas, independientes y opositores, mujeres, hombres, jóvenes e incluso niños.
13.30 hs. Comenzaron a llegar al interior del templo cajas conteniendo sandwichs, bebidas, café y otros alimentos.
14.00 hs. Al interior del templo, a pesar del temor inicial reinante, se fué creando un clima de solidaridad y de religiosidad muy profundo.
Los sacerdotes procedieron a explicar a los presentes la situación en la que se encontraba el templo, reiterando a todos que se trataba de un recinto religioso y que, por lo tanto, la principal actividad que cabía realizar era la oración y la reflexión. A lo largo de la tarde, se efectuaron a lo menos seis momentos de oración especiales, dadas las circunstancias excepcionales en las que se encontraban.
Mientras afuera del templo Catedral, los soldados-conscriptos azuzados por sus oficiales y mandos vociferaban consignas en favor de Pinochet e insultos improvisados, dentro de la iglesia se rezaba…! Carabineros impuso vigilancia alrededor del templo, cerrando los únicos dos accesos al recinto.
Desde el interior del templo, se escuchaban los gritos amenazantes de los conscriptos. Como medida de seguridad, fueron colocadas algunas bancas del templo para cerrar la salida por la puerta de calle Fagnano.
15.00 hs. La manifestación contra el dictador en Punta Arenas, se había convertido en un hecho político nacional, gracias a la cobertura de Radio Chilena desde Santiago, ésta última a través de la emisora local Radio Presidente Ibañez y de su periodista Mario Romero. El suceso además, amenazaba transformarse en un nuevo conflicto entre la Iglesia católica y el Gobierno militar.
El sacerdote Natalio Vitale informa a los refugiados en el templo que se están efectuando gestiones telefónicas para preservar su integridad. El conjunto de las personas presentes deciden colectivamente que o salen todos juntos o no sale nadie del templo.
Pero algunos -una especie de «célula de crisis»- en el interior del recinto eclesial, comenzaron a efectuar negociaciones cuidadosas e intensas para salir de la situación, aprovechando los teléfonos de la sacristía, cuyas líneas no fueron cortadas aunque se notaban intervenidas.
Las primeras llamadas telefónicas se hicieron hacia la Nunciatura Apostólica en Santiago y a las oficinas del Arzobispado de Santiago, a fin de obtener que el Gobierno y en particular los militares, garanticen clara y explícitamente la seguridad de las personas allí sitiadas y se permita su salida segura y ordenada.
Se infomó telefónicamente también a Radio Chilena de Santiago, respecto del detalle de los hechos, mientras la emisora local Radio Presidente Ibañez efectuaba una cobertura cercana de todos los acontecimientos desde fuera del recinto, a través de un corresponsal en la calle.
Al interior del templo se continuaron efectuando oraciones y cánticos religiosos colectivos, para mantener la moral en alto de los refugiados. Desde Radio Presidente Ibañez se hicieron despachos via telefónica desde el interior del templo, donde se vivía una tensión muy fuerte.
Hacia las 16.00 horas se informó que Luis Lizama (uno de los manifestantes detenidos) había recibido numerosas heridas siendo atendido en el Hospital y que el dirigente de ENAP José Ruiz de Giorgio fue internado de Urgencia del Hospital Regional por fractura craneal (TEC simple) de que fue víctima durante la represión posterior a la protesta (fue detenido por intentar defender a su hijo durante la acción policial), quedando hospitalizado en observación.
La doctora Adriana Soto informo que los refugiados en el templo se encontraban de buen ánimo y tranquilos y denunció que los conscriptos (armados con yataganes y cadenas) que rodeaban el recinto religioso estaban siendo dirigidos por sus oficiales.
16.30 hs. Las negociaciones telefónicas desde el interior del templo, se centraron en la Prefectura de Carabineros de Punta Arenas, a fin de obtener el levantamiento de la guardia policial que cerraba los accesos, el retiro de los conscriptos de civil que permanecían en las veredas de la Plaza Muñoz Gamero y la obtención de un vehículo de transporte que permita retirar a los manifestantes desde el interior del templo en forma segura y hacia algún punto seguro de la ciudad.
El sacerdote Carlos Araya, en entrevista telefónica con Radio Presidente Ibañez acusó la violencia y agresión de que estaba siendo objeto el templo Catedral de Punta Arenas.
16.45 hs. Los conscriptos reunidos en la Plaza Muñoz Gamero fueron retirados en dos camiones militares del Regimiento Pudeto y los Carabineros de punto fijo en las puertas de la Catedral regresaron a su comisaría de base.
17.20 hs. Finalmente, concluidas las negociaciones entre las autoridades eclesiásticas y Carabineros, un bus especialmente habilitado, retiró a los manifestantes en toda seguridad desde una puerta lateral del templo por calle Fagnano. Otros asistentes en el templo, salieron por dicha puerta, pero aprovecharon a retirarse por sus propios medios del lugar.
Se informo que Carabineros despejó el sector de alrededor de la catedral y dispersó a los grupos de conscriptos que rodeaban el templo, lo que permitió el abandono del lugar por parte de los manifestantes refugiados.
Lunes 27 de febrero
Los sucesos del domingo 26, necesariamente habían abierto una nueva fisura, un nuevo frente de conflicto entre la Iglesia y el Gobierno militar.

Las declaraciones de Pinochet, interrogándose si «¿La Iglesia está contra el Gobierno?«, aparecidas ese lunes en La Prensa Austral de Punta Arenas, expresaba tanto la preocupación de los gobernantes por evitar que se generara un conflicto mayor con la institución eclesial, como su queja de que al interior de ésta se albergaban naturalmente muchos opositores, sean éstos católicos o no.

Ese día el Consejo del Presbiterio de la Catedral de Punta Arenas emitió una declaración en la que responsabiliza a los militares de civil que rodearon el templo catedral por los actos de violencia allí perpetrados.

Otra repercusión fue una nueva oleada de vigilancia, control y persecusiones dentro de la región, contra todos quienes habían sido considerados como responsables de la protesta.
El Puntarenazo, a su vez, había sido un hecho único y de alcance mundial: el Obispo de Punta Arenas, Tomás González, quién se encontraba en Roma en el momento de los sucesos, lo leyó en el «Corriere de la Sera» del domingo 26, para gran sorpresa suya, aunque ya había recibido un detallado informe telefónico desde Punta Arenas a fines de la tarde del mismo día.
El impulso dado por el “Puntarenazo” alentó a los sindicalistas y líderes opositores de Magallanes para acentuar sus demandas y protestas.
29 de febrero
El dirigente sindical Rodolfo Seguel viajó a Punta Arenas, para conocer detalles y acompañar a los dirigentes opositores encarcelados.
En un acto que se realizó en el Teatro Cervantes de Punta Arenas, más de 500 personas se manifestaron.

Más tarde, el 1° de mayo de 1984, los trabajadores se reunieron en el Cine Cervantes de Punta Arenas. Titulaba La Prensa Austral al día siguiente: “Más de 600 trabajadores conmemoraron 1° de mayo” y relataba los principales discursos de los dirigentes sindicales que hicieron uso de la palabra en esa ocasión.
Los oradores del acto fueron los dirigentes José Donoso Hueicha, a nombre del Comando Multigremial, Erreña Montiel, por la Asociación de Taxistas Colectivos, Hugo Morales, a nombre del Comando de Trabajadores de ENAP, Edmundo Cárcamo, por la Coordinadora de Pobladores de Punta Arenas y Orlando Muñoz por el Comité Juvenil por la Democracia.
De todas maneras, la dictadura en Magallanes buscó la forma de vengarse contra la Iglesia Católica y el movimiento democrático opositor. La brutal venganza vino a través del bombazo que fue realizado por militares para destruir el templo de Parroquia Fátima en la población 18 de Septiembre en octubre de 1984, ocho meses después del Puntarenazo.
ALGUNOS EFECTOS DEL PUNTARENAZO.
La respuesta de la dictadura militar en Magallanes por los hechos del Puntarenazo, no se hizo esperar y consistió -como acostumbrado-en más represión, más violencia y más vigilancia.
Sólo durante el mes de marzo de 1984 se registran a lo menos 4 atentados perpetrados por agentes de la dictadura contra medios e instituciones ligadas a la oposición, todos ellos impunes.
El 2 de marzo de 1984 se registró un atentado contra Radio Presidente Ibañez, el 10 de marzo un atentado incendiario contra la fachada del Comando de Trabajadores del Petróleo de Magallanes, el 14 de marzo el grupo extremista de derecha «Defensores de la Patria» envió numerosos mensajes de amenaza a dirigentes opositores, el 20 de marzo se ejecutó un atentado con dinamita contra el Café Cultural ubicado en Waldo Seguel esquina avenida España con graves daños al inmueble, y el 31 de marzo se produjo un atentado con bomba en la parroquia San Miguel en el Barrio Sur de Punta Arenas.
Al revés de lo que podía suponerse, uno de los efectos principales del «Puntarenazo» en Magallanes fue la activación y expansión del movimiento social y político opositor en la región.
La Coordinadora de Pobladores, «...formada por representantes de todos los sectores poblacionales de Punta Arenas» (como dice el panfleto que circuló el 1º de mayo de 1984) se constituyó el 16 de abril y tuvo una activa participación en las protestas contra la dictadura.

Otras organizaciones fueron apareciendo, como el Comité de Comerciantes Democráticos, formado en abril de 1984 en Punta Arenas y que avanzó también en las demandas de ese sector de la ciudadanía.
En abril de ese año, se formó también el Comité Juvenil por la Democracia.
En junio del mismo año se constituyó una Coordinadora de Estudiantes de Enseñanza Media Democráticos de Punta Arenas, CEDEMM, la que tuvo una activa participación en las manifestaciones sociales de protesta en 1984 y 1985, ganando presencia en las directivas de centros de alumnos de los principales liceos municipales de la ciudad.

La protesta social y la expansión de las manifestaciones y organizaciones opositoras a la dictadura continuó en Magallanes, incluso a pesar del ataque terrorista perpetrado por militares contra la parroquia Fátima en Punta Arenas, en octubre de 1984.

FUENTES DOCUMENTALES.
Colección del periódico La Prensa Austral de Punta Arenas, año 1984.
Colección de publicaciones de la Vicaría de la Solidaridad del Arzobispado de Santiago, 1980-1986.
Documentos del Grupo de Estudios Constitucionales o Grupo de los 24. Inéditos. Archivo personal del autor.
Archivo: Documentos movimientos sociales Magallanes, 1983-1984. Punta Arenas. Inéditos. Archivo personal del autor.