La observación prospectiva de los fenómenos migratorios en América Latina

Mirar el presente con los ojos del futuro. He ahí la diferencia entre pensar la política y las políticas con una mirada de corto plazo y observar los fenómenos y procesos con una mirada que se proyecte hacia el largo plazo.
Observemos el panorama de América Latina en la actualidad. A los intensos problemas originados en las crisis económicas y los esfuerzos de recuperación que realizan los gobiernos, se suman las frecuentes y continuas crisis ambientales ocasionadas por el impacto del cambio climático sobre los territorios. En numerosos países la crisis política originada en las dificultades y carencias económicas, repercute sobre toda la vida económica y social.
América Latina se encuentra en una coyuntura histórica e inédita. La envergadura de los problemas, las crisis y los desafíos comunes obliga a adoptar una mirada multidisciplinaria y prospectiva, es decir, con sentido realista y de futuro.
El crimen organizado y el narcotráfico extienden sus redes sobre todas las naciones, mediante carteles transnacionales, operando como empresas, generando conflicto político, inestabilidad institucional y produciendo un clima de corrupción e inseguridad, de manera que en muchos países la cuestión de la inseguridad y la delincuencia ocupa la agenda pública y de los medios de comunicación.
Tres son los nudos problemáticos que el observador prospectivo debe conocer y analizar: 1° qué conflictos políticos y sociopolíticos en curso pueden tener un efecto migratorio (refugiados, emigrados) en el corto o mediano plazo; 2° en qué medida la situación económica de un país puede significar que las personas y familias de los segmentos más desfavorecidos y golpeados por la crisis, opten por emigrar en busca de mejores oportunidades, y 3° cómo los desastres y emergencias medioambientales pueden ocasionar la migración de la población más afectada hacia otros territorios fronterizos o cercanos.
Entendemos que, desde el punto de vista prospectivo, la decisión migratoria (de las personas o/o de sus familias), que es una cuestión que concierne su futuro, depende de numerosos factores que frecuentemente se combinan entre sí, a saber: redes sociales y familiares disponibles de acogida en el territorio de origen y especialmente en el territorio de destino; percepción de la continuidad y duración de la crisis que los afecta; condición económica y material realmente existente para poder desplazarse hacia un territorio de destino. Las personas no emigran sino a partir de una necesidad urgente e imperiosa que no puede resolverse en la situación actual en el lugar de residencia.
Los flujos migratorios implican fronteras, es decir, implican sistemas binacionales de gestión de las fronteras terrestres, marítimas y aéreas. ¿Pueden los Estados y los gobiernos establecer mecanismos fronterizos comunes y eficaces de control y gestión de sus fronteras binacionales y de intercambio de información?
El análisis de los conflictos, el escenario económico y los desastres ambientales, permite establecer tendencias en curso y construir escenarios del futuro.
A problemas comunes, responsabilidades compartidas.
Si los conflictos socio-políticos, las crisis económicas y ambientales, la inseguridad, la delincuencia y el crimen organizado y las migraciones regulares e irregulares son fenómenos transnacionales, transfronterizos, ¿qué hace falta para que los Estados y los gobiernos latinoamericanos aborden una agenda común, que enfrente estos desafíos y acuerden criterios y políticas comunes para resolverlos en forma coordinada e integrada?
30 marzo 2024.
Fundación Latinoamericana de Política y Prospectiva | FLAPP Chile.