Alianza Internacional de Migrantes celebra resistencia colectiva de migrantes y refugiados ante ataques neoliberales, racismo y guerra

Alianza Internacional de Migrantes celebra resistencia colectiva de migrantes y refugiados ante ataques neoliberales, racismo y guerra


Declaración de la Alianza Internacional de Migrantes (IMA) para el Día Internacional del
Migrante 2024
18 de diciembre de 2024
La Alianza Internacional de Migrantes (IMA) conmemora el Día Internacional del Migrante
celebrando el movimiento global de migrantes, refugiados y personas desplazadas que se
organizan con firmeza, forjan solidaridad con trabajadores y pueblos, y construyen apoyo
mutuo colectivo mientras resisten la embestida de la explotación imperialista y la guerra.
Nuestro movimiento continúa resistiendo las guerras de agresión y ocupación por parte de los
imperialistas, principalmente los Estados Unidos, y denuncia las medidas coercitivas como
bloqueos y sanciones, contra aquellos que no se someten a sus dictados. Los migrantes y
refugiados se unen a millones de personas en todo el mundo que están en solidaridad con el
pueblo palestino, al mismo tiempo que expresan su apoyo a las luchas de los pueblos en
Birmania/Myanmar, Papua Occidental y muchos otros territorios. Las formaciones de
solidaridad y los vínculos construidos con y por las diásporas palestina, myanmesa, rohingya,
del Sahara Occidental, sudanesa y de Papua Occidental, entre muchas otras, muestran las
fuertes conexiones de estas personas con sus tierras natales, incluso si están a millas de
distancia.
Con las guerras continuas, el aumento del militarismo y los conflictos, esperamos más muertes,
devastación y desplazamientos. Solo en 2024, el número de refugiados creció hasta 35,4
millones y el de personas desplazadas internamente alcanzó los 71,4 millones.

Nuestro movimiento continúa resistiendo ataques racistas, xenófobos y fascistas. Grupos de
migrantes y refugiados de todo el mundo se han unido a organizaciones sociales y de base en
los países de destino para condenar la discriminación y los ataques violentos a su dignidad
humana, desafiar las políticas antiinmigrantes y exigir respeto por los derechos humanos y
fundamentales de los migrantes, refugiados y sus familias. Exigimos el fin de las prácticas
discriminatorias, así como del discurso de odio y la violencia contra los migrantes,
especialmente los más vulnerables y en las situaciones más precarias, incluidos los pueblos
indígenas, los afrodescendientes, los niños, las mujeres y las personas de diversidad sexual.
Con el aumento de los gobiernos de derecha, se han fortalecido más políticas anti-migrantes,
se han introducido más restricciones de visa y se han negado los movimientos y las libertades
de los pueblos. Con Donald Trump en el poder, los migrantes en EE. UU. enfrentarán más
violencia anti-migrante, represión y deportación. La retórica y las políticas antiinmigrantes y
anti-refugiados de esta administración allanarán el camino para más odio y racismo hacia los
migrantes. Su ejemplo será replicado por muchos gobiernos en América Latina, Europa y Asia.
Nuestro movimiento continúa luchando contra la trata de personas y llama a su resolución. En
los últimos años, nuestra alianza y muchos grupos han sido testigos del alarmante aumento de
casos de trata laboral y la aparición de nuevas formas de trata, como la trata de educación y el
cibertráfico. Hasta el día de hoy, muchos en nuestra alianza están manejando estos casos
mientras inician colaboraciones entre países para apoyar a las víctimas y exigir justicia para
ellas.
Mientras tanto, los trabajadores migrantes temporales en situaciones regulares siguen estando
en riesgo. Los trabajadores agrícolas migrantes estacionales, los marineros y los pescadores
migrantes han compartido historias de explotación y negligencia, mientras que un clima
opresivo impide que los trabajadores migrantes se organicen, poniendo incluso en peligro a los
líderes migrantes y forzándolos a convertirse en indocumentados.

Hacia 2025, tememos que este panorama de riesgos continúe debido a la situación de
endeudamiento, empobrecimiento, desempleo y falta de tierras en los países pobres y
subdesarrollados, causada y agravada por imposiciones neoliberales. Sin oportunidades de
empleo decente con salarios que permitan sustentar a sus familias, muchos se verán obligados
a aventurarse al extranjero y probar su suerte. Sin embargo, los programas de exportación de
mano de obra siguen fracasando, ya que los trabajadores migrantes son comercializados como
mercancías y están sujetos a una explotación, criminalización y condiciones deshumanizantes
en auge.
En el caso de América Latina y el Caribe, la crisis multidimensional – económica, política,
social, de salud y climática – se ha acentuado en el último año por una crisis de seguridad
pública generalizada, debido a la extensión de la operación de las mafias de crimen
organizado, que las élites políticas buscan confrontar mediante el fortalecimiento de la
militarización y la represión, así como restringiendo las libertades públicas.
La historia de la trabajadora migrante filipina Mary Jane Veloso es la historia de muchos de
nosotros. Los tratantes de personas se aprovecharon de su desesperación por proveer para su
familia y contribuyeron al sufrimiento que ha experimentado en la prisión de Indonesia durante
casi 15 años. La IMA es parte del movimiento que pidió al gobierno indonesio que la salvara de
la pena de muerte en 2015 y continúa exigiendo justicia para ella. Aunque muchos de nosotros
estamos felices de que finalmente regrese a casa a Filipinas a través de un acuerdo de
transferencia de prisioneros entre los gobiernos filipino e indonesio, Mary Jane permanecerá en
la cárcel. No descansaremos en nuestra campaña hasta que el gobierno filipino le otorgue una
clemencia inmediata, la libere y la reuna con su familia.

Esta postura de lucha que tiene nuestro movimiento por Mary Jane Veloso y por muchos
migrantes y refugiados en lucha es un testimonio de nuestro compromiso por la justicia, los
derechos y el fin de la migración forzada. Muchos de nosotros seguimos en pie y no
retrocedemos. Muchos de nosotros continuamos afirmando nuestros derechos, encontrando
formas creativas de organizarnos, movilizarnos y alzar la voz. Muchos de nosotros seguimos
aumentando la conciencia, estudiando nuestra situación junto a otros pueblos y buscando
soluciones a largo plazo para problemas sistémicos.
No tenemos a nadie más en quien confiar, excepto en nosotros mismos y en los demás.
Necesitamos fortalecer nuestras filas y recuperar nuestra dignidad de todas las maneras
posibles. Aumentemos nuestra organización, outreach, concienciación, campañas y redes en
todos los niveles. Fomentemos una cooperación más estrecha con los trabajadores y los
pueblos en los países de acogida y de origen. Este es el camino seguro para avanzar y
enfrentar todas las formas de ataques contra nosotros y nuestras familias, y finalmente lograr
un mundo en el que la migración sea una elección libre y no una necesidad.

SÓLO NUESTRA UNIDAD Y LUCHA COLECTIVA, CON LA SOLIDARIDAD MÁS AMPLIA DE
LOS PUEBLOS, GARANTIZARÁ NUESTROS DERECHOS PARA FORTALECER EL
MOVIMIENTO DE MIGRANTES Y REFUGIADOS EN LA LUCHA CONTRA LA GUERRA Y LA
AGRESIÓN IMPERIALISTA