La historia de la perfumería a lo largo de los siglos

El arte de crear fragancias tiene una historia tan extensa como la de la humanidad. Desde los comienzos de las civilizaciones, el arte de la perfumería nos acompaña en diferentes situaciones, ya sea como parte de ritos religiosos o simplemente como expresión de individualidad. Lo cierto es que pueden dar cuenta de las características y rasgos de una cultura.
Conforme el desarrollo y evolución de las diferentes civilizaciones, desde la antigüedad a nuestro presente actual, el arte en perfumería fue evolucionando conforme evolucionan las herramientas y la tecnología y con ello las prácticas y técnicas de creación. Es así que de los primeros ungüentos e inciensos, recién en el S XIX fue posible pasar a utilizar técnicas químicas de extracción de aceites y esencias. En la actualidad casas de moda comoPaco Rabanne han desarrollado fragancias icónicas.
Orígenes
Los orígenes del perfume se remontan a las zonas de Egipto, Mesopotamia, India y China antiguas, en las que se prendían resinas y maderas aromáticas para rituales religiosos, prácticas muy comunes en esas civilizaciones. Además, la perfumería formaba parte de la vida cotidiana y los rituales diarios como las ceremonias para honrar a las deidades o embalsamar en Egipto. En la Mesopotamia, la técnica era el destilado de resinas o flores.
La cultura hindú basaba sus fragancias en su vasta tradición de aromas con base en especias, hierbas y sándalo; por su parte, China dedicaba el uso de aromas y fragancias en el área de la salud o para armonizar. Y así, de cultura en cultura llegamos al S XIX y la posibilidad de extraer mediante procesos químicos las esencias y aceites y dar paso a la industria de la perfumería en sí misma modernizando el sector.
Grecia, Roma y la llegada de la influencia árabe
En Grecia, el arte egipcio de la perfumería se profundizó. Teofrasto, filósofo griego, describió los aromas, fuentes y también sus efectos ya que valoraban las fragancias por sus propiedades terapéuticas además de su belleza. Ya en tiempo de los romanos, el arte de la fragancia llegó a otro nivel, popularizando y expandiendo los usos, desde baños y ceremonias a eventos públicos.
Es también la época en la que el comercio de resinas aromáticas y especias entre Oriente y Occidente era intenso y, por lo tanto, facilitó la posibilidad de conseguir más perfumes por parte de las élites, al menos hasta la llegada del mundo árabe. En la edad media, el impacto árabe y la influencia cristiana, tras la caída del imperio romano, hizo florecer el conocimiento sobre perfumería en el oriente árabe, pero disminuyó en el continente europeo.
Perfeccionamiento árabe, vuelta a Europa y resignificación
Los encargados de dar vuelta la página en el avance de la extracción de aceites esenciales fueron los alquimistas árabes. Mediante el perfeccionamiento del proceso de destilación que permitió mejorar la extracción de aceites esenciales puros, lograron destilar aceite de rosas, hecho que marcó un hito en el arte de la fragancia.
El médico y científico Avicena fue el responsable del perfeccionamiento que luego los cruzados llevaron a Europa. Una vez llegadas a Occidente, las técnicas árabes y sus materias primas, revitalizaron el arte de las fragancias en el continente aunque su uso ya no fuera el mismo. En el medioevo, las fragancias se utilizaban en ceremonias religiosas e iglesias.

Renacimiento: camino hacia el arte olfativo
El Renacimiento es el período en el que la perfumería experimentó otro de sus momentos más álgidos. La ciudad italiana de Florencia fue el centro productor de fragancias más importante de la mano de los Medici. Así, el amor por la perfumería de Catalina de Medici llega a la corte francesa al contraer matrimonio con Enrique II.
Este hecho resignificó el uso de los aromas, los cuales pasaron a ser artículos de lujo para disimular los olores corporales de la clase alta que para ese entonces no tenía la costumbre de bañarse con regularidad. A partir de allí, el sur de Francia se destacó por ser el epicentro de producción de materia prima, especialmente jazmín y rosas.
Siglo XVIII: la corte perfumada
Este es el siglo del reinado de Luis XV, conocido como «el cortesano perfumado». Su delirio por los perfumes hizo que Francia llegara a ser líder mundial en el arte de la perfumería. A partir de que Luis exigiera a su corte llevar una fragancia diferente por día, Francia desarrolló compuestos cada vez más sofisticados y complejos.
También fue el siglo en el que la ciencia dio otro paso importante en esta búsqueda, permitiendo identificar y replicar compuestos aromáticos. Gracias a este nuevo avance técnico, se pudieron elaborar fragancias sintéticas por primera vez y como consecuencia, se ampliaron las posibilidades creativas y comenzaron a aparecer nuevas fragancias y perfumes.
Los siglos XIX y XX: La industria del perfume
En el siglo XIX, se dió el paso de la producción artesanal a la industrialización comercial de la perfumería gracias a los avances técnicos y descubrimientos químicos como el alcohol desnaturalizado, lo que a su vez abrió el mercado a un público menos exclusivo. El paso a la era moderna se consolida con el aporte de personalidades de la moda y casas icónicas dedicadas a la perfumería como Paco Rabanne, Paul Poiret o Coty y Guerlain, respectivamente.
Estas personalidades acompañaron sus colecciones textiles con fragancias y de esa manera inauguraron un nuevo enfoque que modernizó por completo el sector. Paco Rabanne, reconocido diseñador, fue pionero en introducir la fragancia de autor como un concepto vanguardista en la perfumería, fusionando arte, fragancia y moda. También, supo romper con viejas convenciones incorporando nuevos materiales y diseños en sus envases.
Un nuevo concepto en perfumería
Paco Rabanne dió con la colaboración de excelentes perfumistas que supieron leer su visión disruptiva y vanguardista, de ahí su enorme aporte al mundo del perfume. A su vez, su audacia y osadía contribuyó a la evolución de la industria no solo de la moda y el perfume sino del arte en general ya que amplió su alcance hasta el universo del diseño de ropa y la perfumería.
El lanzamiento del perfume más icónico del siglo XX fue el Paco Rabanne Pour Homme en 1969. Este evento marcó el comienzo de la revolución ya que fue la primera fragancia masculina de carácter moderno, estructura fougère clásica, es decir, con el clásico aroma fresco, típico de la naturaleza. Un primer paso excepcional que no fue el único.
Perfumería moderna: fragancias de autor para todo el mundo
Ya para el siglo XX, las innovaciones técnicas y químicas eran la clave para lograr nuevas fragancias, logradas a partir de la síntesis de nuevos compuestos químicos. Este nuevo método de creación dió como resultado fragancias como Chanel N°5, otro ejemplar icónico del siglo XX.
En esta época, las grandes marcas de moda tenían sus propias fragancias con las cuales sellaron el contrato definitivo entre la industria del perfume y la alta costura, otra industria en pleno auge y crecimiento. Este crecimiento permitió masificar el fenómeno de las fragancias de autor y así también, las grandes casas de la moda se acercaron a la industria de la moda a un nivel más comercial.
Siglo XXI: industria de la moda y sostenibilidad
La sociedad de consumo, consecuencia del capitalismo, llega al siglo XXI teniendo que enfrentar las consecuencias negativas del sistema de industrialización masivo. Esta preocupación condujo hacia un viraje en sus métodos de producción, aceptando el impacto ambiental y la depredación de los bienes naturales con el que extraen sus materias primas.