Un nuevo ciclo para Magallanes: desafíos y compromisos

Esta semana, ya habiendo asumido quienes representaremos a la ciudadanía en el Gobierno Regional, se inicia un nuevo ciclo. Un periodo que, aunque cuenta con menos recursos que el año pasado, nos enfrenta a desafíos tan importantes para nuestra comunidad como la demolición del antiguo hospital, iniciativa que pondrá en valor un antiguo barrio de nuestra ciudad; el plan de desarrollo de zonas extremas el cual tanto en su primera versión como en la nueva etapa, ha sido una política que ha generado grandes beneficios para Magallanes, especialmente en lo que respecta a infraestructura habilitante en diversas áreas como vivienda, salud y caminos; el convenio de programación MOP – GORE, el más grande celebrado a nivel nacional entre un Gobierno Regional y el MOP; el seguimiento a proyectos de hidrógeno verde y su desarrollo en nuestra región, entre otros. Como consejeros y consejeras regionales, nuestra labor no solo será fiscalizar, sino también asegurar que cada decisión tomada refleje las necesidades y aspiraciones de la población magallánica.
Desde mi rol como militante del Frente Amplio y representante de las y los vecinos de nuestra región, asumo este cargo con la convicción de que nuestra tarea va más allá de la administración de recursos. Creemos en más y mejor democracia, y por eso nuestro compromiso es llevar la voz de la ciudadanía a donde se toman las decisiones que impactan directamente sus vidas. Esto implica no sólo escuchar, sino también actuar en consecuencia, promoviendo políticas que prioricen el bien común.
En línea con lo que propusimos en campaña, seremos promotores incansables de la descentralización, porque creemos que el desarrollo debe llegar a todos los rincones de nuestra región. Trabajaremos para reducir las brechas de género que aún persisten, porque no puede haber justicia social sin equidad. Y lucharemos por un acceso transversal a servicios de salud, tanto física como mental, porque la salud es un derecho, no un privilegio para unos pocos.
Así mismo, no podemos ignorar uno de los temas que ha marcado la agenda pública en los últimos años y que, sin duda, seguirá siendo relevante en este nuevo ciclo: la seguridad. Aunque Magallanes es estadísticamente una de las regiones más seguras del país, la percepción de inseguridad entre sus habitantes es alta. Esto nos obliga a abordar el problema desde sus raíces, entendiendo que sus causas son multifactoriales. Para ello, es fundamental dialogar con la comunidad, pero también basarnos en datos y evidencia que nos permitan tomar decisiones informadas y efectivas.
La tarea que tenemos por delante no será fácil. Requerirá del esfuerzo conjunto de todas las fuerzas progresistas y, sobre todo, de la participación activa de las vecinas y vecinos de la región. Pero estoy convencido de que, trabajando juntos y juntas, podremos avanzar hacia un Magallanes más justo, equitativo y participativo.
Este es un llamado a la acción, a la colaboración y a la esperanza. Sigamos construyendo, desde nuestros espacios sociales y políticos, una región que priorice el bienestar de todas y todos. Porque solo así, con diálogo, trabajo y unidad, lograremos transformar nuestras aspiraciones en realidad.
Arturo Diaz Valderrama
Consejero Regional.
Magallanes y antártica Chilena