Perdónala Señor, porque no sabe lo que dice | Víctor Maldonado | Opinión

Perdónala Señor, porque no sabe lo que dice | Víctor Maldonado | Opinión

 La coalición de derecha tuvo un apagón en el Senado al ser derrotada por uno de los suyos. Fue un fracaso de su “proyecto colectivo”.
 Extremando las cosas, el estropicio lo produjo una sola persona, mostrando la debilidad de fondo de una alianza que quiere darle gobernabilidad al país, pero que no consigue ordenarse en el lugar clave donde tiene mayoría. No puede echarle la culpa a nadie más.
 No se trata de un quiebre en el sentido de que la oposición se fracturara en bandos de proporciones equivalentes. Se trata de una deserción exitosa.
 Sí es un quiebre en el sentido del término de la confianza colectiva en poder mostrar una conducta política más responsable que el resto. Lo que se perdió es el aura de un grupo destinado a conseguir victorias inevitables.
 Además, fue afectado un partido chico de la coalición que no tuvo defensa ante la falta de acuerdo en un partido mayor de Chile Vamos. Es lo que quedará en la retina de quienes piensen en asociarse con el conglomerado de centroderecha. Ossandón ahondó en la herida al enrostrarle a Evópoli una pretensión excesiva, dada su escasa representación.
 Por si fuera poco, quien se lleva el triunfo porta consigo todos los secretos internos, las intimidades que nunca se pensó que saldrían a la luz y que ahora se cuentan libremente, a la primera provocación. Si lo molestan, habla.
 Se trata del mismo sector que quiere tener mayoría parlamentaria para respaldar a un posible gobierno de Matthei y ahora se da cuenta que, aun cuando los números lo acompañen, puede que un comportamiento desordenado deje a Chile Vamos igual de expuesto a la indisciplina y a las querellas no resueltas.
 Se dice mal que está es la primera crisis que Matthei tendrá que sortear camino a La Moneda. Es su primer tropiezo, al no poder evitar que se produjera.
 La centroderecha no puede explicar el comportamiento de su abanderada. Se dice, sin percatarse de sus consecuencias, que Matthei no intervino en el conflicto, pero respaldaba al senador Kast. Ese es precisamente el problema.
 Va adquiriendo la costumbre de quedar a mitad de camino: quiere que algo pase, pero no toma la iniciativa para que ocurra. El caso es que no podía quedarse contemplando lo que estaba pasando sin que su alianza se resintiera y eso fue lo que terminó sucediendo.
 Para disminuir el efecto de este comportamiento en la campaña, se trata de bajar el perfil de lo ocurrido, pero es un intento inútil. Si no se procesa abiertamente esta carencia, solo acumulará presión en la caldera y terminará por estallar cuando menos se lo espere.
 Matthei no logra combinar el despliegue de su campaña con el fortalecimiento de su coalición. De hecho, reaccionó del peor modo posible para Chile Vamos al decir: “dejémonos de hacer drama donde no lo hay. Las dos opciones eran válidas (…) tenemos el presidente del Senado que es nuestro”.
 Ningunear a los disciplinados y equipararlos al desobediente era lo que no podía hacer y, nuevamente, sin plena conciencia de los efectos que produce entre sus filas. Llegará el día en que los golpeados de hoy le pedirán que no dramatice.
Víctor Maldonado R.