Licencias médicas truchas | Manuel Luis Rodríguez | Opinión

En Chile, las licencias médicas permiten a los trabajadores ausentarse de su trabajo debido a una incapacidad temporal, recibiendo un subsidio por incapacidad laboral (SIL) que reemplaza su remuneración. Estas licencias pueden ser emitidas por médicos, cirujanos-dentistas o matronas, y certifican que un trabajador está incapacitado temporalmente para trabajar, requiriendo reposo total o parcial.
Pero, en Chile, como es propio de la tradicional picardía del chileno, acostumbrado a la pequeña mentira, el pequeño robo o la pequeña estafa, se hizo del sistema de licencias médicas un procedimiento silencioso y subrepticio para sacar provecho personal a costa de los recursos públicos.
Viajes al extranjero, viajes dentro del país, descansos innecesarios, contratos dobles y segundos trabajos bien remunerados, son el resultado. Ahora uno entiende una parte de la explicación por las listas de espera en los hospitales.
Más allá del escándalo público my de las interminables comisiones investigadoras, tienen que aplicarse sanciones ejemplarizadoras y rigurosas, para que la opinión pública quede tranquila y para que los demás funcionarios conozcan el límite.
Algunos aprovechan para lanzar anatemas contra toda la administración pública, denostando -al bulto- a todos los funcionarios, pero si 32 mil actúan en forma deshonesta, no podemos generalizar a los 810.000 empleados estatales.
Necesitamos un Estado más eficiente, más ordenado y con mayor probidad.
Manuel Luis Rodríguez