La historia de los seres humanos | Manuel Luis Rodríguez | Conversaciones en la biblioteca

La historia de los seres humanos | Manuel Luis Rodríguez | Conversaciones en la biblioteca

El libro «De animales a dioses. Historia de la Humanidad» de Yuval Noah Harari (Penguin Random House, Montevideo 2013) se lee como un manual rápido, un alucinante relato que bien podría servir a un estudiante de enseñanza media o básica, para que logre salir del «mito de Adán y Eva» que cuentan algunos respetables textos religiosos.

Allí están relatados los primeros pasos del primitivo descendiente de una rama de bípedos simios, que derivó hace cerca de 6 millones de años en los primeros sapiens que caminaron erguidos en las estepas africanas.

Cada cierto tiempo, es bueno y fructífero ver nuestras ciudades y nuestra tecnología y reflexionar sobre la formidable trayectoria de esta especie, seguramente la única especie desarrollada que habita en esta parte de la galaxia.

El «Homo affarensis», el «homo habilis», el homo sapiens, no han sido más que sucesivas etapas milenarias de una especie animal que adquirió la sabiduría y el conocimiento producto de su trabajo y de su imaginación y capacidad creativa. Cuando la mano del hombre primitivo pudo quebrar una rama y convertir ese trozo de madera en una herramienta o en un arma, o cuando aprendió a entrechocar dos piedras, dio un paso crucial, acompañado con el desarrollo del lenguaje hablado (pasó de los gruñidos a la modulación de palabras con significado), el tamaño del cerebro había crecido casi al doble y pudo comenzar a hacer fuego, frotando una pieza de madera sobre la vegetación seca.

Marcaban con sus manos las paredes de las cavernas señalando su presencia y dibujando lo que hacían: cazar.

Cuando la mujer primitiva aprendió a separar la semilla del fruto, hundió con sus manos la semilla en la tierra y dio origen a la agricultura.

Aquellos primitivos a lo largo de cientos de generaciones, salieron de Africa (el verdadero punto originario del ser humano) siguieron por el Oriente Medio y se extendieron por Europa y Asia y desde el istmo de Behring atravesaron hacia este continente americano y llegaron al sur final, hace unos 14.000 años, como lo atestiguan los restos humanos arqueológicos de Monte Verde (Puerto Montt, Chile) o de la cordillera de Baguales en la frontera chileno-argentina de Ultima Esperanza/Santa Cruz.

Esos cazadores recolectores eran migrantes, todos migraban desde el norte, porque en Magallanes el último sur del sur del mundo, todo llegaba desde algún norte.

Cuántas generaciones de arqueólogos, antropólogos, historiadores e investigadores han trabajado como Harari para que conozcamos hoy los primeros ancestros de la especie humana, un momento de la historia, nuestra historia.

Manuel Luis Rodríguez U.

Punta Arenas, 7 de junio de 2025.