Transacciones no serán anónimas: Chile refuerza el control sobre las criptomonedas con la “Regla de Viaje”

Desde este mes, los exchanges deberán compartir datos de usuarios que realicen transacciones superiores a 1.000 dólares, en línea con estándares internacionales.
A partir del 1 de julio de 2025, Chile dio un paso clave en la regulación del ecosistema cripto al comenzar a aplicar la denominada “Regla de Viaje” o Travel Rule. Esta normativa, que ya funciona en mercados como Europa, busca fortalecer la transparencia financiera en la compra de criptoactivos, obligando a los exchanges a revelar información detallada de las transacciones que superen los 1.000 dólares.
Con esta nueva exigencia, el país se suma a las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), un organismo que vela por la prevención del lavado de dinero y el financiamiento de actividades ilícitas en todo el mundo.
La “Regla de Viaje” establece que los proveedores de servicios de activos virtuales (VASP) deberán registrar y compartir datos como el nombre y la dirección del emisor y del receptor de los fondos. Esta disposición afecta de manera directa uno de los principales atractivos de las criptomonedas: la privacidad.
Una normativa que divide al ecosistema cripto
Mientras algunos defensores de la medida destacan su potencial para frenar actividades ilegales y reforzar la legitimidad del mercado cripto, una gran parte de la comunidad considera que la norma atenta contra la esencia descentralizada y anónima que caracteriza a activos como Bitcoin.
Las autoridades han respaldado la nueva regla, asegurando que se trata de un paso necesario para consolidar la seguridad y la confianza en el sector. Sin embargo, voces críticas alertan que los desafíos técnicos para su aplicación podrían ser complejos, argumentando que la infraestructura actual de muchos exchanges aún no está preparada para integrar de manera fluida los mecanismos de identificación y reporte requeridos.
La experiencia europea, donde la “Regla de Viaje” empezó a regir en 2024, ofrece un ejemplo claro de los retos que puede enfrentar Chile. Problemas relacionados con la interoperabilidad entre plataformas y la gestión de grandes volúmenes de datos han sido algunos de los obstáculos más relevantes para los operadores del viejo continente.
El debate sobre el impacto de esta medida también gira en torno al futuro de la adopción cripto en el país. Expertos sugieren que la obligatoriedad de compartir datos personales podría desincentivar a usuarios que priorizan la privacidad y la autonomía financiera, frenando así el crecimiento de la comunidad.
Si bien Bitcoin y otras criptomonedas son legales en Chile, la llegada de la “Regla de Viaje” redefine las condiciones para operar en el mercado. A partir de ahora, cualquier operación que supere el umbral de 1.000 dólares dejará de ser anónima, abriendo un nuevo capítulo en la relación entre las autoridades y el ecosistema digital.
La entrada en vigor de esta normativa marca un hito en la regulación local, y obliga tanto a exchanges como a usuarios a adaptarse a un contexto donde la transparencia será la prioridad.