Personas que cumplen penas en libertad aportan trabajos de hermoseamiento en Junta de Vecinos «Goleta Ancud» del Barrio Archipiélago de Chiloé de Punta Arenas
Una de las diversas modalidades que ofrece Gendarmería a las personas condenadas con miras a su integración y reinserción social es la Prestación de Servicios en Beneficio de la Comunidad, alternativa que genera un positivo impacto y donde la Región de Magallanes también se ha visto beneficiada. Sin ir más lejos, el 21 de abril Gendarmería de Chile firmó un convenio con la Unión Comunal de Juntas de Vecinos “Hernando de Magallanes”, que quienes accedan a penas sustitutivas (o en libertad) puedan realizar labores comunitarias en beneficio directo de aquellas unidades vecinales.
De esta manera, en octubre pasado el Centro de Reinserción Social (CRS) de Punta Arenas, dependiente de Gendarmería, dio cabida a la realización de actividades no remuneradas a favor de la comunidad, beneficiando a la Junta de Vecinos N°48 «Goleta Ancud», del barrio Archipiélago de Chiloé. Así lo destacó Bernardo Parra, Presidente de dicha organización vecinal, la que resultó favorecida con labores de pintura en su sede comunitaria ubicada en calle Castro N°0253.
El dirigente agradeció la gestión de Gendarmería, en respuesta a una carta enviada en la que hicieron ver la imperiosa necesidad de remozar sus deterioradas instalaciones en materia de pintura, toda vez que desde cuando se entregó la sede, hace alrededor de 17 años, que no se había vuelto a pintar aquella obra.
Al respecto, Gricell Vidal La Paz, Tesorera de la junta, señaló que existía una inquietud por parte de las personas que asisten a las reuniones, mencionando que les costaba mucho juntar la gente requerida para poder hacer pintura, al ser en su mayoría jefas de hogar y adultas mayores. Parra lo corroboró al decir: “si lo hacíamos, imagínense, habríamos terminado en dos meses, porque lo íbamos a hacer los días en que tengamos tiempo”.
Impensadamente, su requerimiento a la entidad penitenciaria les traería la solución definitiva a esta inquietud. “Fue rapidísimo”, destacó el dirigente, en relación al aporte recibido a través de la mano de obra especializada de un grupo de 12 a 15 usuarios de Gendarmería quienes, coordinados por un delegado y supervisor de la institución, acudieron en durante dos semanas en sesiones desde las 9:00 a las 13:00 horas (incluyendo días domingo) para preparar y pintar sus paredes y fachada, devolviéndole la vida a la infraestructura vecinal. Para esta obra no remunerada y ejecutada por personas condenadas, la junta de vecinos aportó los materiales, principalmente cinco tarros de pintura de 20 litros.
Por su parte, la Seremi de Justicia y DDHH, Michelle Peutat Alvarado, valoró este logro, enmarcado en la política pública permanente del Ministerio, de “ver a la reinserción social como una herramienta importante para la seguridad. En este caso, en particular permitiendo la sustitución de una pena privativa restrictiva de libertad, para lo cual a nivel regional se ha alentado un trabajo colaborativo con la comunidad a través de convenios, por ejemplo, el recientemente firmado con la Unión Comunal “Hernando de Magallanes” para poder dar cumplimiento de hecho a las penas en libertad en este caso de Prestación de Servicios en Beneficio de la Comunidad”.
Paula Pérez Castillo, Coordinadora Territorial de la Pena de Prestación de Servicios en Beneficio de la Comunidad, señaló que esta es la primera acción surgida en el convenio de Gendarmería con la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, sin embargo anteriormente realizaron a comienzos de año trabajos comunitarios en la Junta de Vecinos N° 30, que es parte de esta Unión Comunal, en el mismo contexto de mantención de pintura interior de la sede vecinal.
La profesional resaltó el impacto que genera en la comunidad el aporte que hace la institución a través del cumplimiento de penas en libertad, específicamente la Pena de Prestación de Servicios en Beneficio de la Comunidad, como así también el proceso de internalización acerca de su propio aporte a la comunidad que vivencia cada penado. Una gran responsabilidad recae aquí en el delegado que vela para que cada una de estas personas cumpla sus horas de trabajo comunitario. También existe un supervisor en terreno quien cumple una función fundamental en que los trabajos se realicen de manera eficaz y eficiente. Este rol de “capataz” lo ejerció Marcelo Parra Game.
A la hora de la evaluación final, nadie más elocuente que el dirigente vecinal Bernardo Parra, quien subrayó: “Fue un excelente trabajo el que hicieron, estamos muy agradecidos. Si las cosas las hubiéramos hecho nosotros, no creo que nos hubieran quedado tan bonitas. Y la verdad es que nos dejó muy satisfechos”. En especial por el nivel de detalles de las terminaciones, al comparar lo realizado a casi como si les hubieran entregado la sede nueva otra vez.

