Personeros con doble nacionalidad: chilenos y liliputienses – Víctor Maldonado – Opiniones
Resulta revelador que, en las declaraciones de los dirigentes oficialistas, casi siempre se incluya una frase: “la oposición está en el suelo”. Luego, pasan a comparar este juicio (que dan como una obviedad) con el funcionamiento de su coalición. De este ejercicio siempre salen animados, pensando que les irá bien.
Esta es una reacción espontánea y sincera. El centro de su optimismo no está en el funcionamiento del gobierno (no por ser de derecha dejan de ser chilenos residentes) sino en el ordenado respaldo político con que lo sostienen.
Porque si es por criticar, los líderes oficialistas que van a la reelección no se quedan a la saga. Se puede verificar a cada momento. Las críticas de los alcaldes de oposición poco difieren de las que realizan los ediles de derecha. Basta con ver la evaluación que realizan unos y otros de la entrega de canastas de alimentos. Las coincidencias entre ambos son tantas que, a menudo, las declaraciones de unos pudieran ser suscritas casi en su totalidad por nosotros.
No importa cuan mal este el gobierno ahora (y está en su peor momento, producto de una estrategia para enfrentar la pandemia que está haciendo agua), al final, lo que se repiten mentalmente sus personeros es un mantra, “puede que cometamos muchos errores, pero no tenemos reemplazo, ni ahora ni después”.
Nos puede gustar o no, pero lo cierto es que los que sostienen al gobierno somos nosotros. Lo sostenemos con nuestra ausencia de la escena; con nuestra doble nacionalidad de chilenos y liliputienses (a juzgar por la sobrevaloración que hacemos de lo pequeño y secundario); con la propensión mostrada en el Senado de buscar el perder prestigio cuando ya no se tiene prestigio que perder.
Este convencimiento del fondo de la derecha, de no contar con competencia efectiva ni peligro real de ser reemplazados en el poder, solo puede tener efectos negativos en la actividad política. Nadie se ve impelido a dar lo mejor de sí, cuando con la mitad del esfuerzo se consiguen iguales resultados.
Además, la existencia de muchas oposiciones permite que siempre se pueda hacer llamados a la unidad nacional sin el apremio que le significaría encontrarse con una oposición ordenada y con planteamientos concordados. Bastará con escudarse en algunas declaraciones muy dura de alguna de las “cinco oposiciones” para que la derecha pueda decir que, pese a sus buenas intenciones, en la oposición está siempre presente el afán obstruccionista.
Si todo falla, siempre se puede recurrir a dar mucha publicidad a las discusiones más políticas que protagoniza la posición en el Parlamento, presentando a la centroizquierda como un grupo de satinados, preocupado de sus propios temas e intereses en medio de una crisis nacional.
Aquí es donde se hace sentir la ausencia de interlocutores válidos que superen los acotados espacios de cada punto de vista distintivo en la centroizquierda. El cultivo alternativo de las diferencias, que a nosotros nos parecen tan interesantes, nos deja fuera del campo visual de la ciudadanía. Puede que alguien en este sector esté completamente en la razón con sus planteamientos, el único problema es que nadie se interesará en escucharlo. Así que, ¿por qué no damos la sorpresa y presentamos un frente básico común ante el gobierno?
Víctor Maldonado R.
Acuerdo nacional: inicio de las conversaciones
Hoy se realiza la reunión virtual entre los presidentes de partidos —tanto del oficialismo como de la oposición que tienen representación en las comisiones de Hacienda del Congreso— y La Moneda con la finalidad de construir acuerdos de cara a la crisis sanitaria.
Álvaro Elizalde, presidente PS
“Hemos manifestado voluntad de participar de un diálogo, pero llegar a acuerdo va a depender de un cambio de actitud del Gobierno”.
“Entendemos las desconfianzas de otros sectores de la oposición porque la tónica del Gobierno ha sido, hasta ahora, escuchar poco o casi nada. Pero dada la emergencia estamos disponibles para darle el beneficio de la duda. Esperamos que el Gobierno esta vez esté a la altura”.
Fuad Chahin, presidente DC
“Vamos a participar en la reunión y lo primero que esperamos es que queden claros cuáles son los objetivos y el alcance de estos acuerdos y cuál es el foco, porque de lo contrario podríamos terminar en una mesa inconducente. Hay que consensuar respuestas potentes y rápidas”.
“Vamos a tomar como base la propuesta de los economistas al Colmed pero el sábado en un consejo del partido vamos a trabajar un documento donde incorporaremos el apoyo no solo a las familias más vulnerables sino a la clase media”.
Catalina Pérez, presidente RD
“Existe una invitación a los presidentes de partidos que tenemos representación en las comisiones de Hacienda a conversar, a la que asistiremos. Eso es todo, no le pongamos adornos innecesarios a un diálogo con dos meses de atraso”.
Carlos Maldonado, presidente PR
«Como presidente de uno de los partidos de la oposición me consta que en general en los partidos de oposición y en el mío, existe bastante escepticismo sobre la verdadera voluntad de que el Gobierno tenga de construir acuerdos, insisto no ha sido la tónica de este Gobierno, hemos sufrido diversas decepciones a lo largo del tiempo”.
«Nosotros vamos a ser parte del esfuerzo, partiendo lamentablemente de una cierta base de escepticismo, pero con la voluntad de tratar de contribuir de que esta vez sí haya frutos».
Senador Ricardo Lagos Weber (PPD)
“Hemos planteado en reiteradas oportunidades que se necesita un plan económico sustantivo y robusto de una vez y evitar legislar o aplicar medidas por goteo, caso a caso”.
“Más que haya o no un acuerdo nacional, lo más importante al corto plazo es contar con un plan económico que nos proyecte para los próximos 18 meses o 2 años, y ambas cosas no son excluyentes”.
Jorge Ramírez, secretario general Partido Comunes
«Nadie puede negarse a priori al diálogo y nadie puede vetar a nadie. Lamentablemente el Gobierno ha decidido vetar a las organizaciones sociales y los partidos nuevos que hemos expresado garantías mínimas para que esto no termine siendo sólo un show mediático».
