Fin a la reelección indefinida – José Ruiz Santana – Opiniones

Hace pocos días se aprobó en el Parlamento una ley que pone fin a la reelección indefinida de autoridades electas en votación popular o sea concejales, alcaldes, consejeros regionales, diputados y senadores.
Dicha aprobación estuvo salpicada si de algunos hechos que no dejan muy bien puesta a la “clase política”, pues un grupo importante de senadores no quería que esta ley tuviese efecto retroactivo y derechamente algunos votaron en contra, otros se abstuvieron y uno se inhabilitó, pero todos ellos perseguían lo mismo, mantenerse en el poder.
Lo mismo pasó en la Cámara de Diputados en que 9 Honorables votaron en contra y 7 se abstuvieron. Además algunos no hicieron honor a la denominación de Honorable y lanzaron opiniones que no se condicen con el respeto a sus colegas diputados y a lo emblemático del lugar.
El poner fin a la reelección indefinida y ahora con retroactividad era un largo anhelo que tenía la ciudadanía desde hace más de diez años, anhelo que se acrecentaba día a día al ver a nuestros parlamentarios y parlamentarias, muchas veces alejados de la realidad, legislando sin mirar el interés del pueblo. Poner fin a la reelección indefinida fue un clamor que se consolidó en el estallido social y puso de manifiesto en la calle las grandes desigualdades existentes en nuestro país.
Es de esperar que esta ley permita una oxigenación en la política chilena, en la política de nivel nacional, regional y local y traiga aparejada la aparición de rostros diferentes, no necesariamente nuevos, pero si diferentes y fundamentalmente conectados con la gente y sus necesidades.
En todos los niveles es necesario repensar la forma de hacer política, repensar la forma de construir una nueva sociedad, hoy más que nunca se necesitan más que autoridades, representantes del pueblo, que conecten con la gente, que conozcan sus necesidades.
El fin a la reelección debería ser una de las ideas fundamentales de la democracia pues yo creo que las personas no tienen derecho a los cargos públicos, yo creo que nadie tiene derecho a los cargos públicos. Desde mi punto de vista esto es lo que distingue al Estado de Derecho y la idea democrática de una monarquía en que los cargos se suceden de padres a hijos, esta es la diferencia entre el Estado de Derecho y el Antiguo Régimen en que se vendían los cargos públicos y entonces, obviamente, se podía tener derecho a ellos.
Hoy nadie tiene derecho a los cargos públicos, porque son cargos cuya justificación es política y no busquemos excusas en aquello que hay que respetar la participación porque, hoy más que nunca, es necesario relegitimar la política y este es, desde mi punto de vista, un primer paso. Se necesitan muchos otros, por cierto.
Otorgar mayores atribuciones a nuestros representantes locales, llámese Concejales, concejalas o Consejeros y consejeras Regionales, que los ciudadanos y ciudadanas tengamos iniciativas de ley, que los ciudadanos y ciudadanas podamos revocar el mandato o sea podamos cesar de su cargo público a un funcionario electo antes del término de su respectivo período, ya sea mediante una votación directa o recolección de firmas o tal vez un Parlamento unicameral. Interesantes ideas que, junto a otras, deberemos analizar en el próximo proceso constituyente que nos lleve a escribir una Nueva Constitución.
Sin embargo debo manifestar, con igual fuerza, que los electores tenemos una gran cuota de responsabilidad al momento de marcar la preferencia por nuestro candidato o candidata. Somos nosotros quienes elegimos a nuestros representantes en los distintos niveles, los electores tenemos la responsabilidad de informarnos más, pues una ciudadanía informada hace que nuestra democracia sea más fuerte.
Con una ciudadanía más informada, también tendremos mejores autoridades. Hay que terminar con el clientelismo y con la corrupción, y para eso requerimos que, nosotros los ciudadanos y ciudadanas, conozcamos los programas e ideas de quienes pretender ser nuestras autoridades y no marquemos una preferencia por cuantas boletas pagó el candidato o candidata o por cuantas apariciones tuvo en los medios de comunicación.
Así evitaremos que algunos y algunas autoridades se sientan tentados a jugar la “silla musical”, siendo hoy concejal y mañana querer ser alcalde, para postular, pasado mañana, a diputado y en cada uno de esos cargos va dejando, como en la monarquía, a uno de sus herederos, llámese hijo, hermano, primo.
Como decía el gran líder Nelson Mandela “Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo”.
Esa es mi opinión de hoy, y como seguimos en pandemia les vuelvo a pedir que sigamos cuidándonos, sigamos en nuestra cuarentena voluntaria los que pueden, sigamos usando mascarilla, sigamos manteniendo la distancia física, sigamos con nuestro lavado de manos las veces que sea necesario. Cuidarnos es nuestra responsabilidad. Cuidarnos es necesario para que volvamos a encontrarnos y juntos trabajar, más unidos que nunca, por un Chile con justicia social, un Chile con más y mejores oportunidades para todos sus hijos e hijas, un Chile con dignidad.
José Ruiz Santana
Ex Gobernador Provincia Ultima Esperanza
