Reporte COVID-19 de Espacio Público, 14 de julio de 2020

Reporte COVID-19 de Espacio Público, 14 de julio de 2020
Reporte COVID-19 de Espacio Público 
Autores: Camila Arroyo, Tomás Cortés, Eduardo Engel, Diego Pardow y Pablo Simonetti
Martes 14 de julio
Sobre el informe

Como el jueves es feriado, el informe de hoy será el único que se publicará esta semana. Es por esto que se abordarán más temas de lo común. El próximo informe está contemplado para el lunes 20 de julio
Una auditoría, varias interrogantes

El principal desafío en el manejo de la epidemia en las semanas que vienen es que el Ministerio de Salud desarrolle la capacidad de testear, trazar y aislar rápidamente cada uno de los nuevos contagios y sus contactos. Este es principalmente un desafío de gestión, donde el gobierno debe coordinar y trabajar en equipo con los municipios. Para que resulte será crucial contar con un buen sistema para capturar información, procesarla y actuar con celeridad. Un buen sistema implicará que la probabilidad de rebrotes y retrocesos se mantenga bajo control. En cambio, si se hace mal, es probable que tengamos rebrotes importante o incluso una segunda ola de contagios, que puede ser tanto o más dramática que la que hemos vivido en semanas recientes. Es en este contexto que nos preocupa el resultado de la auditoría realizada por la Contraloría al Minsal (ver enlace). Es importante saber si en el mes transcurrido desde que se realizó esta auditoría, el Minsal ha realizado los cambios urgentes que sugiere este informe.
No hubo mayores cuestionamientos cuando el 16 de junio el gobierno anunció que, además de los nuevos casos del reporte diario, se incorporaban 31.412 casos.

“Existe un número importante de personas que no han sido notificadas o su estado no ha sido actualizado en Epivigila, es decir, continúan como pendientes”, señaló en su oportunidad y a modo de explicación el jefe de epidemiología del Minsal, Rafael Araos. El informe conocido ayer revela detalles sobre el sistema de captura de información utilizado por el Minsal que son preocupantes: “Los resultados de los exámenes de los laboratorios enviados a la Cartera de Salud se consolidan en planillas Excel, por cuanto no existe un sistema que automatice el procesamiento de dicha información, lo cual conlleva el riesgo de que sus datos puedan ser modificados o que se produzcan errores en su manejo, pues las citadas planillas de cálculo no mantienen mecanismos de control que permitan resguardar la integridad de sus registros, y no permite asegurar su calidad, detectándose RUT erróneos, nombres asociados a mas de un RUT, registros incompletos y falta de uniformidad en la escritura de los datos”.

Un sistema de captura de datos debe llevar registro de quiénes ingresaron la información y cuándo, quienes realizaron modificaciones posteriores y la fecha correspondiente, como mínimo. Es prácticamente imposible que un sistema basado en planillas excel pueda cumplir con estos requisitos mínimos de trazabilidad de la información ingresada. Y no es la primera vez que se conocen problemas graves de los sistemas de información del Minsal: en 2016 problemas de este tipo llevaron a que se conociera información confidencial de miles de pacientes (ver enlace).

El sistema con que el Minsal procesa la información sobre nuevos contagios debe identificar rápidamente los contactos que tuvo cada nuevo caso, para luego testearlos y aislar a aquellos que den positivo. Esto requiere un trabajo de gestión sofisticado, con sistemas y procesos. Según detalla el informe de la Contraloría, no es obvio que esta capacidad existiera en el Minsal a comienzos de junio. Según Contraloría, el 9 de junio la cifra real de contagios era de 177.301, esto es, 34.542 más que los reportados por la autoridad sanitaria a esa fecha. La Contraloría logró ubicar 31142 de los casos que faltaban, no hay explicación de lo sucedido con los más de 3000 casos restantes. Según consigna la Contraloria, el Minsal no entregó al ente contralor la base de datos con el detalle de los casos que añadió.

En la comparecencia de hoy, la subsecretaria Daza explicó que eran los laboratorios quienes usaban planillas excel, agregando que esto no sucede con el sistema Epivigila con que el Minsal lleva las estadísticas de la epidemia en Chile. Seria deseable que el Minsal encargue una auditoría externa que asegure que el sistema Epivigila cumple con los estándares técnicos de los mejores sistemas de este tipo. Errores recurrentes en la información entregada por este sistema, algunos documentados en estos informes, sugieren que no necesariamente sea el caso.

En momentos en que se está comenzando el desconfinamiento en algunas regiones, proceso cuyo éxito dependerá en gran medida de la capacidad del Minsal para trazar los contagios y sus contactos, el informe conocido ayer constituye una señal de alerta que no puede ignorarse.
Positividad: umbrales y estrategias

El ministro Paris indicó que una positividad inferior a 20 % será uno de los requisitos para iniciar el desconfinamiento (ver enlace). Existe consenso en cuanto a que la positividad, es decir la fracción de tests PCR que da positivo, es uno de los indicadores claves para definir las distintas etapas de desconfinamiento en una región determinada. Sin embargo, un umbral de 20 por ciento es, a todas luces, demasiado alto. El consejo asesor Covid recomendó una positividad de 10 por ciento o menos (ver enlace). La OMS recomienda una positividad inferior al 5 por ciento por al menos 14 días (ver enlace). El grupo de Global Epidemics (una red de instituciones de investigación, universidades, y organizaciones de salud pública) recomiendan una tasa de positividad de 3 % o menos (ver enlace para la explicación de este criterio).

Y no solo importa el porcentaje sino que también a quiénes se está testeando. A medida que las cifras de contagios van bajando, es clave que los tests realizados se integren a la estrategia de trazabilidad, de modo que buena parte de los tests se realicen a personas que estuvieron en contacto con contagios recientes. Por ejemplo, Global Epidemics sugiere que al menos 80 % del total de tests provengan del seguimiento de contactos. Los tests que salen a buscar casos debieran focalizarse en poblaciones con alta probabilidad de estar contagiados (v.g., los contactos antes mencionados o choferes de la locomoción colectiva u otros trabajadores expuestos), o de propagar la enfermedad en grupos vulnerables (v.g., cuidadores en hogares de ancianos). Informes de prensa señalan que el fin de semana se hicieron tests a pasajeros de terminales de buses, seleccionados en gran medida al azar. Este no es un buen uso de los tests y contribuirá a reducir, de manera artificial, los valores de la positividad.
REVISA EL REPORTE COMPLETO: 14 de julio, 2020 – Evolución del contagio y fallecidos por COVID-19: Chile y resto del mundo